Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

16 Dic, 2021

NOM-194 no resuelve inseguridad vial

De acuerdo con el dato del Inegi, en 2020 de los más de 301 mil accidentes viales registrados por las oficinas de tránsito en todo el país, 95% fueron atribuidos a impericia, distracción o estado etílico del (la) conductor (a) y, sólo el 0.3% de las muertes causadas en accidentes ocurrieron por fallas ocurridas en dispositivos de seguridad vehicular.

Así de contundente es la realidad, sin embargo, desde mayo, el Comité de Normalización de la Secretaría de Economía de Tatiana Clouthier, al revisar la NOM-194-SE-2021, sobre dispositivos de seguridad para vehículos ligeros nuevos, incorporó a los 18 existentes, 10 nuevos requisitos y especificaciones de seguridad que sólo aplicarán a autos nuevos.

El efecto: ninguno en materia de seguridad o reducción de accidentes, alto en encarecer la renovación vehicular sobre todo en modelos de entrada (valor alrededor de 200 mil pesos). Si el ordenamiento entrara en vigor como fue publicado en septiembre pasado, cancelará a la NOM-194-SCFI-2015, publicada el 9 de mayo de 2016, pero con ello, dependiendo de cada armadora, habrá un incremento en el precio en vehículos de entrada. Difícil saber cuánto pues las conversaciones con la autoridad parecen encontrar sensibilidad en el tema.

¿Sabe a cuántos vehículos afectaría si se aplica tal cual? El Inegi registra que el parque vehicular en circulación, en 2020, fue de 50 millones 347 mil 569 vehículos en circulación, de los cuales, apenas 754 mil 679 (1.49%) son vehículos nuevos.

Pero la antigüedad promedio es de 15.5 años y el 56% son automotores ligeros. Ahí la antigüedad es mayor a 17 años.

Se preguntará: y los autos ilegales o chocolate regularizados, ¿les pedirán que al internarlos ilegalmente estén en buen estado físico mecánico y cuenten con los 38 sistemas obligatorios de la norma de seguridad vigente? ¡Obvio no!

Es el tamaño de la hipocresía normativa. En México, más que exigir 10 nuevos mecanismos de seguridad (monitoreo de presión de llantas; control electrónico de estabilidad (ESC); anclajes de sistemas de retención infantil (Isofix o Latch); prueba de impacto lateral de poste, sistema de dirección en prueba de impacto, luz alta de freno (cuántos vehículos ni siquiera cambian la luz cuando se funde), deberían realizar un cambio estricto en la emisión y entrega de licencias de conducir.  Pero cuando no se ejerce la función del estado, se equivoca. ¿Cómo? ¡Normalizando!

Mire, el colmo. Piden que los vehículos nuevos tengan integridad en los sistemas de combustible en general y especiales para cuando usan gas natural o LP. ¿A poco se les exigirá lo mismo a los que compran el vehículo de entrada y lo convierten en los talleres de la Ciudad de México para hacerse de su híbrido casero?

Así de incongruente la susodicha norma.  La venta de autos nuevos y seminuevos mexicanos genera impuestos por importación y exportación, empleos bien remunerados, sindicatos (democráticos), impuestos locales, etcétera, pero hay cero incentivos para sustituir autos nuevos con dispositivos electrónicos de frenado. Todo requisito cuesta, pero no a quien lo impone, sino a quien lo paga y si no alcanza, ¡no compra! México debiera ser un mercado normal con parques vehiculares con edad promedio de 10 años, pero nadie corrige el entuerto, ¡ni la 4T!

El pasado 21 de noviembre terminó la consulta pública de la NOM, para la rosca, el 6 de enero comienza la revisión de comentarios, el 21 de enero se da respuesta a ellos y, en mayo tendríamos nuevo dique para renovar el parque vehicular, porque ningún vehículo que se venda en el 2022 podrá cumplir con el ordenamiento, considerando que se tardan entre 3 y 7 años, los cambios de plataforma automotriz no en México, en el mundo mundial.

 DE FONDOS A FONDO

#Canacero… Máximo Vedoya dejó ayer la presidencia de Canacero en manos de Raúl Gutiérrez Muguerza de la mexicana D’Acero. Un relevo interesante, en momentos de cambio de la cadena de valor, negociaciones intensas en electricidad y con discusiones T-MEC alzando la nota. La integración de cadenas de valor mexicana será clave en esta presidencia.

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