Reforma Laboral: puntos de quiebre

Nos comentan que aún y cuando Morena no necesita de mayoría calificada para sacar adelante el dictamen de reforma a la Ley Federal del Trabajo, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que preside Carlos Salazar Lomelín, tomó la decisión por consenso de las 12 organizaciones (siete organismos y cinco invitados permanentes), de fijar una postura de unidad, clara, precisa y pública respecto de la minuta que aprobó la Cámara de Diputados.

Es importante subrayar que el consenso se dio luego de que en la Cámara de Diputados no tuvieron éxito en el convencimiento y argumentación de cada uno de los cambios propuestos y hay quien piensa que el documento difundido ayer fue propuesto por la Confederación Patronal de la República Mexicana, que preside Gustavo
de Hoyos, por su activismo en Twitter, pero la realidad es que fueron las 12 organizaciones las que consideraron indispensable fijar una postura pública, respecto a la falta de “escucha” que en general ha recibido el sector empresarial en la aprobación de la reforma a la Ley Federal del Trabajo.

Los cambios que proponen son pocos, precisos y de fondo, pero relevantes para preservar el equilibrio en las relaciones obrero-patronales en el país. La primera y más sentida propuesta es la que corresponde al artículo 784, que, como está redactado, exime al trabajador que acusa un despido el que pruebe este acto obligando al empleador a probar un hecho negativo o, ­–el que no ha quedado claro en el artículo 245 bis– cuando un sindicato gana la titularidad de un contrato y hay más de una organización sindical en la empresa y tampoco se preserva el derecho del trabajador a ser empleado, aún si decide no pertenecer a un sindicato.

Son puntos que no alteran ni la libertad sindical, ni el compromiso con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ni mucho menos tienen un espíritu contrario a lo que determina el anexo 28 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, (T-MEC).

DE FONDOS A FONDO

#GCC... ¿Recuerda al Grupo de Cementos de Chihuahua (GCC)? La misma empresa que en 2016 se ofreció como proveedora del muro de Donald Trump y cuyos ejecutivos fueron señados por el presidente Andrés Manuel López Obrador de apoyar el descarrilamiento de su candidatura en 2006.

Pues resulta que este corporativo mexicano que dirige Enrique Escalante y que dice tener un gran compromiso ético, no ha logrado revertir, pese al apoyo de cuatro bufetes de abogados, la decisión del juez de distrito de Colorado, John L. Kane, quien el pasado 27 de marzo, después de un  largo litigio de cerca de ocho años, resolvió confirmar el laudo arbitral de la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial  (CIAC) que condena al GCC al pago de 36 millones de dólares más intereses, por el incumplimiento de acuerdos con su exsocia de Bolivia, la Compañía de Inversiones Mercantiles, S.A. (CIMSA).

Supuestamente el laudo del juez Kane no es firme porque está sometido a una acción de anulación de origen en Bolivia, pero entendiendo su resolución, considera que tras cinco años y sin solución en los juzgados de ese país sudamericano, es posible que la resolución tarde tanto como un tiempo indefinido y ese solo hecho, fundamenta la confirmación del laudo, que con costas judiciales, a la fecha de la resolución subió a 44 millones de dólares.

Dicen que se analiza si podría aplicarse The Foreign Corrupt Practices Act of 1977. ¡Fuerte el tema!, su expansión en el mercado de Estados Unidos, con su inversión en Dakota es considerada clave para el futuro de esta cementera mexicana que encabeza don Federico
Terrazas.

#Marinsa pisa fuerte en la industria off shore. La empresa liderada por José Luis Zavala Solís ha logrado integrar diferentes servicios para el sector up stream como la identificación de rasgos geológicos, inspecciones para el tendido de tuberías submarinas, la instalación de plataformas y pozos en aguas someras y los estudios de base ambiental, para entregar soluciones necesarias en un mercado cada vez más competido.

Dicha integración le ha permitido alcanzar en perforación dos tiempos récord inferiores al estándar. Pareciera logro mínimo, pero en realidad es prueba de que la industria nacional del sector energético es altamente competitiva en esta nueva etapa de asignación de contratos que efectúa Petróleos Mexicanos, que dirige Octavio Romero.