Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

3 Sep, 2018

SAT: ¡hasta la rayita!

El compromiso de la administración del Servicio de Administración Tributaria (SAT), que encabeza Osvaldo Santín, es que el pago de impuestos se realice de forma “más fácil y más rápida”, sin embargo, los procesos automatizados no son eficientes en la medida en que tienen excepciones.

Se supone que el día primero de septiembre debía entrar en vigor el nuevo sistema para evitar la “cancelación” unilateral de facturas, que tiene por objeto “parar” una práctica de emisores para reducir el monto de ingresos registrados ante el SAT.

¡Elusión de emisores a costa de los contribuyentes receptores de facturas!, que los deja en estado de indefensión, quienes a la hora de checar facturas recibidas contra emitidas, no pueden exigir a la autoridad fiscal que haga su trabajo de fiscalizador.

Y bueno, no obstante de contribuir, el contribuyente tiene que pasar el viacrucis para tratar de recuperar facturas (se tarda hasta una semana para que el SAT ubique una factura y lo más común es que le digan que fue cancelada por el emisor), amén de que muchas compañías cuando les solicita la emisión de la factura le indican que tiene que entrar a su página o a otra página para generarla y, si la suerte está de su lado, probablemente, pueda obtener una copia.

Se queda tranquilo, pero si va a su buzón tributario se da cuenta que de 10 facturas que espera recibir, sólo llegan seis. ¿Cómo la ve?

Por lo pronto, el viernes el SAT dio a conocer una extensión del plazo para que entren en vigor las nuevas reglas hasta el 1 de noviembre, para que entre en operación el nuevo proceso de cancelación de facturas previsto en el artículo 29-A del Código Fiscal de la Federación, en el cual se requiere la aceptación de la persona a favor de quien se expidió.

Sólo juzgue: Las nuevas reglas indican que si la factura es inferior a 5 mil pesos, no está obligado el emisor a que el receptor autorice, en un lapso de 72 horas, la cancelación de la factura.

Por lo mismo, las facturas de montos menores le pueden importar al contribuyente (todo suma), pero no al SAT, y seguro si no aparece el Buzón, con el nuevo proceso, igualmente el contribuyente receptor estará indefenso.

En el SAT usted reporta facturas no entregadas por restaurantes, servicios básicos, gasolinerías, proveedores de papelería, servicios de aplicaciones, software de empresas globales y, simplemente, ni respuesta recibe. Si le va bien, de una semana a diez días le dicen que la factura fue cancelada.

No hay detalle sobre el monto promedio de facturas emitidas ni el porcentaje de “cancelación” de las mismas, sólo se ha hecho pública una estimación que 30% de las facturas emitidas se cancela y si considera que en el Informe Tributario y de Gestión correspondiente al segundo trimestre indica que de enero a junio se emitieron tres mil 222 millones de CDFI’s (facturas electrónicas), ¿se da cuenta del desafío?

El número de emisores también ha aumentado y a junio había siete millones 719,875 contribuyentes, entre personas físicas con actividad empresarial, arrendadores y personas morales, que emitían facturas.

Otros que la están pasando igual de incierto son los agentes dedicados al comercio exterior. Se supone que está el Depósito Referenciado de Comercio Exterior, pues el SAT determinó que, a partir del 17 septiembre, el pago de Pedimentos y Formularios Múltiples de Pago se realice a través de una línea de captura, y que estaría disponible el servicio en las instituciones bancarias.

La promesa del SAT es que con este proceso se homologarán y amplían los canales de pago, y se obtiene un control integral de las contribuciones

Los contribuyentes ya están listos, pero los bancos no. En la semana, el SAT les indicó que lo podrán hacer inicialmente a través del portal de BBVA Bancomer y de HSBC, pero hasta la semana pasada, el único banco que está listo es el de Nuno Matos, porque el de Eduardo Osuna no está aún listo ni se ha habilitado la opción en su página, a pesar de que el SAT indica oficialmente que sí. Del resto, ¡ni para cuando!

En la actualidad se realiza el Pago Electrónico Centralizado Aduanero (Peca), y lo utilizan todas las agencias aduanales para cubrir en segundos el pago de los pedimentos.

Para el sistema es más rápido que el pago en línea que se pretende implementar, porque uno es en segundos y el otro tarda de 10 a 15 minutos, y al sumar por la “bola de pedimentos que se hacen a diario”, resulta una carga fuerte de líneas de captura.

Con los integrantes de la ABM, que preside Marcos Martínez Gavica, todo es un tema de costo, porque hoy la tecnología es fácil de activar, pero el punto de los agentes aduanales es que hoy con Peca tienen acceso a una subcuenta del importador y se evita que se deposite dinero a los agentes, que es el elemento identificado por aduanas como “factor de vulnerabilidad”.

Con línea de captura, el agente la tiene que mandar al importador para que éste la pague desde su cuenta bancaria, lo que sí retrasa un poco el proceso de pago.

De Fondos a Fondo

#BuenasNoticias para los integrantes de la AMIA, que encabeza Eduardo Solís, y de la AMDA, que lleva Guillermo Prieto. El Consejo de la Judicatura Federal, que preside Luis María Aguilar, destituyó al juez José Daniel González Vargas y a su secretario Ricardo Arreola Villanueva (suspendidos desde junio de 2014) por actuar “con notorio descuido” al beneficiar a importadores de autos importados ilegalmente.

También los multó con 465 mil pesos por ingresos injustificados, y al resto de los empleados del juzgado los sancionó con suspensión por un año, sin goce de sueldo o inhabilitados por tres meses para el servicio público (como César Enrique Rodríguez y María Esther Velázquez Dueñas, secretarios del juzgado).

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