Guía rápida: las inversiones buenas, las malas y las feas

De finanzas y otros demonios -
cubos con tres caras y colores de semaforo
Guía rápida: las inversiones buenas, las malas y las feas. Foto: iStock.

Si hiciste el inventario de inversiones que sugerí en el artículo anterior, quizás te habrás dado cuenta de que ya tienes algunas. Pero si las adquiriste antes de adentrarte más en el mundo de las finanzas, como me pasó a mí con el seguro dotal, tal vez te verás en la necesidad de cancelar una que otra, o de corregir el rumbo, como yo tuve que hacerlo. 

Pero, ¿cómo me di cuenta de que mi seguro dotal no me convenía? ¡Muy fácil! Aprendí a identificar qué rendimientos son aceptables y cuáles no. Y hoy te voy a enseñar cómo lograrlo, porque el primer pasito de bebé de un inversionista es aprender a distinguir las inversiones buenas de las malas y de las feas; las riesgosas de las relativamente seguras. ¡Allá vamos!

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Quisiera dejar claro que no recibo pago alguno de ninguna institución por promocionar sus servicios, por lo que el contenido de este artículo es únicamente mi opinión sincera y libre. Tú eres responsable de tus decisiones financieras, por lo que siempre deberás conocer bien e investigar cualquier producto financiero que adquieras. También te aclaro que no incluyo aquí todos los instrumentos financieros que existen. Esto es únicamente una breve clasificación general. 

Algunos tipos de inversiones

Un buen inversionista busca que los rendimientos estén acordes con el riesgo en que incurre al invertir

Cuando hablo de riesgo, me refiero a qué tan probable sería que no recibas los rendimientos que esperas, o incluso que de plano no recibas tu capital intacto con el mismo poder adquisitivo que tenía ese dinero cuando empezaste a invertir. Puedes dar clic aquí para saber los tipos de riesgo a considerar. 

Pero, ¿cómo saber qué porcentaje de rendimiento es bueno o malo? Una forma es consultar el porcentaje de rendimiento que otorgan los bonos gubernamentales de tu país. En México, estos bonos se llaman Cetes. Por ejemplo, el rendimiento de Cetes en estos momentos está alrededor del 10% anual por comprometer tu dinero un mes. Una inversión con ese nivel de seguridad hoy día debería darte algo similar, y las inversiones más riesgosas o con plazos mayores deberían darte más. 

Teniendo esto en mente, hoy voy a simplificarte las inversiones clasificándolas en seis grandes rubros. 

1. Las que parecen pero no son: inversiones sin rendimientos o sin respaldo legal

¿Has oído hablar de las tandas? Las tandas no son inversiones porque no dan rendimientos. Recuerda que las inversiones siempre hacen crecer tu dinero. 

Hay otros esquemas informales de ahorro que sí ofrecen intereses, pero al igual que las tandas no ofrecen respaldo legal en caso de que algo salga mal, porque se basan en la confianza hacia una persona o empresa que administra los recursos y paga los intereses, misma que no está legalmente obligada a responder ante ninguna autoridad ni institución de control. Este tipo de inversiones son absoluta y totalmente desaconsejables.

Hace poco tiempo una vecina me habló de un esquema de ahorro de este tipo entre conocidos que ofrecía 9% de interés por un año de inversión. Podría sonarte atractivo, porque te dije que Cetes está dando 5% anual... pero una de las mejores Sofipos, regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, supervisada por la Condusef y que cuenta con un seguro para el ahorro hasta cierto monto, está dando rendimientos de 8.25% anual. ¿Tú crees que por .75% de interés anual vale la pena el enorme riesgo de darle tu dinero a una doña con la pura garantía de su palabra?

A la mayoría de las ventas multinivel tampoco las clasificaría como inversiones, sino más bien como un “trabajo” donde tu propio capital está en riesgo y no recibes prestaciones. Hay que tener especial cuidado con aquellas que te obligan a comprar grandes cantidades de producto sin importar qué tan bien se vende. Hay otros esquemas piramidales o inversiones que pueden parecer demasiado buenos para ser verdad, con rendimientos elevados y riesgos supuestamente bajos. Debes saber que normalmente son estafas, así que siempre asegúrate de invertir en instrumentos supervisados por las autoridades competentes de tu país. 

2. Son pura especulación

Ah, no puedo ignorar tampoco a las criptomonedas: la mezcla perfecta entre todo lo que ignoras del mercado cambiario y todo lo que ignoras sobre tecnología. Al igual que las ganancias por la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de dólares, euros u otras monedas no se obtienen por una inversión, las criptomonedas tampoco lo son en el sentido estricto del término. 

Sí, es un tema candente hoy en día, y quizás no estarán de acuerdo muchos. Pero aquí habría que tener muy clara la diferencia entre inversión y especulación. Especulación es realizar una operación financiera que busca comprar barato y vender caro. La especulación busca la ganancia en el corto plazo. La inversión es poner tu dinero en proyectos con la esperanza de que generen ganancias confiables en el corto, mediano o largo plazo. La inversión vale por lo que aporta a la sociedad, y no solamente porque haya alguien dispuesto a comprarla. 

Uno de los expertos en finanzas que sigo de cerca y que puedes encontrar aquí es muy entusiasta con las criptomonedas y las recomienda por su potencial de obtener grandes ganancias con poco capital. Pero incluso él no considera que las criptomonedas sean apropiadas para el largo plazo. 

Claro, podrías meter una cantidad de dinero que estés dispuesto a perder como si estuvieras jugando a la lotería, o como pasatiempo, pero si tu vida como inversionista tiene el propósito de un futuro tranquilo, yo opino que este tipo de especulación no debe tener un lugar serio en tu estrategia. 

De hecho, quizás te parezca exagerado pero la estructura misma de las criptomonedas las hace peores que los esquemas piramidales, y quizás se parecen más a los esquemas de bombeo y descarga porque incentivan la participación en las primeras etapas con la promesa de rendimientos enormes, pero no hay una fuente externa que respalde esos rendimientos, sino que vienen directamente de nuevos inversionistas que compran la criptomoneda y los operadores se llevan una buena parte del dinero. Si llega el día en que deje de haber personas interesadas en las criptomonedas, su valor se desplomará, y no hay ley ni poder humano que pueda devolverte un solo peso. Solamente recuerda eso cuando alguien que ya tiene criptomonedas te anime a comprar… siempre tiene que haber sangre fresca entrando a la pirámide para que no se desplome. 

3. Rendimientos bajos con riesgo bajo

Como ya te había mencionado, los bonos del gobierno de tu país suelen ser de las inversiones más seguras porque el gobierno te garantiza la entrega de tu capital y tus intereses; pero con este bajo riesgo vienen rendimientos bajos también. Por lo tanto, a menudo solo sirven para proteger tu dinero de la inflación. Durante este año, los cetes han estado dando menos que la inflación, y el año pasado los impuestos también hicieron que los rendimientos estuvieran por debajo de ella, pero normalmente los rendimientos aumentan después para compensar. Digamos que más o menos las autoridades tratan de buscar el equilibrio para que sus bonos sigan siendo atractivos. La mejor forma de adquirir cetes en México es sin intermediarios (y sin comisiones) a partir de $100 pesos en la página de cetesdirecto.com. ¡Es facilísimo y la apertura de cuenta y todas las transacciones se pueden hacer desde tu computadora o celular!

Un portafolio de inversión sano suele tener un cierto porcentaje de bonos gubernamentales, para compensar por otras inversiones más arriesgadas. Este porcentaje depende de tu aversión al riesgo, tus metas financieras y tu edad. Pero si eres principiante, puedes comenzar únicamente con cetes y luego ir agregando otros instrumentos a tus inversiones. En cetesdirecto hay un instrumento que se llama bonddía que te permite acceder a tus recursos diariamente, así que no te debes preocupar por sufrir falta de liquidez.

Sin embargo, cuidado. Si toda tu estrategia de inversión está en bonos, tu dinero simplemente conservará su valor en el tiempo (¡esperemos!) pero no crecerá solo. Y si no crece solito, ¡entonces tendrás que hacerlo crecer con el sudor de tu frente! ¡A puro ahorrar y ahorrar! ¿Te alcanzará? Habrá que hacer cuentas. Lo que sí te aseguro es que una estrategia que solo tiene bonos no puede jamás competir con los rendimientos obtenidos con otra estrategia donde combines los bonos con otros instrumentos. 

4. Rendimientos altos con riesgo moderado

Aunque la inversión en la bolsa de valores no está respaldada por el gobierno, como la inversión en bonos, si se hace correctamente puede tener rendimientos atractivos con un riesgo controlado. 

¿Y cómo considero yo que debe invertirse en la bolsa? Bueno, si tu intención es invertir para tu retiro a los treinta, cuarenta o cincuenta años de edad, sin tener que dedicarle mucho tiempo, y sin intenciones de volverte rico de la noche a la mañana, la mejor manera de invertir es con fondos, es decir, en instrumentos que son como paquetitos con pedacitos de muchas empresas. 

Si de verdad no tienes nada de tiempo por ahora, puedes hacer este tipo de inversión con el ahorro voluntario en tu Afore. Pero en cuanto puedas dedicarte un poco más, yo te recomiendo los ETFs. Son lo mismo que un fondo, pero en lugar de tener que pagar comisiones altas para que un grupo de expertos lo gestione, el ETF simplemente replica diferentes índices (es decir, sigue a las empresas más importantes de un sector o país).

Es la mejor opción porque históricamente ningún grupo de expertos ha logrado superar los rendimientos de los índices… es más, hay un gato llamado Orlando que le ha ganado la partida a un grupo de expertos. Puedes leer su historia aquí. En resumen, por sus bajas comisiones y buenos resultados, te recomiendo invertir en ETF’s. Si quieres comprenderlos mejor, da clic aquí (aunque es un documento español, por lo que no tomes en cuenta información fiscal y otros datos que solo pertenecen a ese país si tú resides en otro). A la inversión en ETF’s se le llama “inversión pasiva” porque no hay gente trabajando activamente en el fondo (y por lo tanto, sus salarios no salen de tu bolsillo).

Omar, en su canal de Educación Financiera, te explicará en 35 minutos todo lo que necesitas saber sobre la bolsa. En el minuto treinta y cinco empieza a adentrarse en la inversión activa, que requiere más tiempo y conocimientos. Si tú harás inversión pasiva, no necesitas ver esa parte del video. 

El proceso es así: primero deberás abrir una cuenta en una casa de bolsa de tu país. Lo más importante que debes investigar es que tenga buena reputación, experiencia y comisiones bajas. Si vives en México te voy a ahorrar el trabajo de investigar para recomendarte GBM. Llevo años con ellos y todos los expertos en finanzas mexicanos que sigo, incluyendo a Omar, tienen sus cuentas ahí básicamente porque son confiables, con buena atención al cliente y las comisiones más bajas. Además, puedes abrir tu cuenta con solo $1000 pesos y hacer todas tus transacciones en línea. Su interfaz es de lo más bonita y fácil de usar. ¿Te animas? 

Una vez que tengas tu cuenta en una casa de bolsa, puedes llamarles por teléfono o usar sus tutoriales para que te expliquen cómo adquirir ETF’s. Puedes ver un video de Omar para conocer más sobre los ETF’s más populares y recomendables. 

5. Rendimientos altos con riesgo alto

Yo creo que un portafolio equilibrado y bello capaz de darte la tranquilidad y la libertad que necesitarás más adelante en la vida puede componerse únicamente de bonos y ETF’s. Sin embargo, es posible que después de tu etapa como principiante quieras invertir de manera más sofisticada y arriesgada. Quizás deseas emprender un negocio que requiere fuertes sumas iniciales, o tal vez querrás invertir en Sofipos una cantidad mayor a la asegurada, o invertir activamente en la bolsa de valores, o incursionar en el mercado inmobiliario. Puedes considerar este tipo de inversiones más adelante, pero todavía no, y no solamente porque son más riesgosas, o requieren mayores conocimientos, sino también porque para conservar el equilibrio, las inversiones de altos rendimientos y alto riesgo deberán representar un porcentaje pequeño de tu portafolio. 

Por ejemplo, si tu emprendimiento requiere de cien mil pesos y tus ahorros son de doscientos mil, no es momento de iniciarlo. Pero si tu portafolio de inversión es de tres millones de pesos y tu emprendimiento requiere cien mil ¡adelante! Si todo sale bien, ¡qué mejor! Pero si las cosas salen mal y lo pierdes todo, será como quitarle un pelo a un gato. 

6. Rendimientos bajos o inseguros con riesgo alto 

En esta categoría están todas aquellas inversiones creadas para que las adquiera el público con poca educación financiera, es decir, para las mayorías. Normalmente puedes encontrar este tipo de productos en los bancos, pero también hay otras instituciones que los ofrecen. 

Nunca te dejes llevar por el renombre de la institución que oferta algún instrumento u oportunidad de inversión porque, como podrás ver si das clic aquí, la mayoría de la población en México y en el mundo es analfabeta financiera. 

Esto hace que instituciones de gran renombre oferten productos financieros muy malos con gran cinismo ¡cuando deberían causar un escándalo! Son inversiones para gente que no solamente no sabe nada de finanzas, sino que no le interesa investigar. Ah, pero qué tal los chismes de la farándula ¡esos sí los tienen al dedillo! Por desgracia, saber quién fue al bautizo de la hija de Meghan Markle no te ayudará a pagar las cuentas cuando tengas setenta años de edad. Así que pon en orden tus prioridades y sé buena con tu viejita interior. 

Evita caer en inversiones de esta categoría dedicándole tiempo a tu vida financiera antes de perderte durante horas en las redes sociales. Y bueno, una vez que lo tengas todo bien investigado y tu portafolio de inversión esté chulo de bonito, ¡entonces sí te doy permiso de leer el TvNotas o de terminar de ver todas las series coreanas en Netflix! 

Lo más importante que quiero transmitirte es que tengas esa certeza de que invertir no es difícil ni complicado. ¡Incluso puede ser divertido! Solamente requiere de tu interés, y los beneficios que puedes obtener son enormes si los comparas con el poco tiempo que es necesario dedicarle. Es como una serie de engranes que con delicadeza deberás poner en su lugar, para después dejar que la maquinaria funcione sola y haga la magia automáticamente. Al principio podría parecer un poco gravoso tener que calibrar todos los engranes: abrir tu cuenta de cetes, abrir tu cuenta en la casa de bolsa, familiarizarte con la interfaz, decidir los instrumentos que usarás y cuánto asignarás a cada uno, y automatizar tus aportaciones. 

Pero toma en cuenta que una vez que tu máquina esté en marcha, solo necesitarás llevarla a servicio cada seis meses o cada año, para revisar cómo va tu estrategia asegurándote de que siga reflejando tus objetivos y tu nivel de tolerancia al riesgo… ¡Oye! ¡Obtener tanta tranquilidad por tan poco tiempo es una ganga! ¡Aprovéchala!

Nos vemos en la próxima publicación.

Jbf

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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