¿Trabajar más por un aumento de sueldo? Sufres este tipo de pobreza

Mi último trimestre de embarazo fue la época más feliz de mi vida. Me obligué a tomar más tiempo libre y a aprovecharlo al máximo, así que cada mañana iba a yoga y a la alberca. La mayoría de los miembros del grupo de acuaeróbics son jubilados, así que al salir de la alberca nos desayunábamos en la cafetería o salíamos. En alguna ocasión fuimos a un temazcal. Regresaba a casa a tomar una rica siesta y después de la comida escribía o veía películas o series con mi marido. Tenía todo: ejercicio, sol, amor, amistad, y buenas razones para comer sanamente y usar mi tiempo con sabiduría. Noté que los compañeros de acuaeróbics tenían siempre buen humor y muchos planes para salir a divertirse. Ellos poseen una riqueza excepcional: riqueza de tiempo.

Ya se imaginarán el gran cambio en mi horario cuando nació el bebé. Los nuevos padres somos un grupo poblacional con poquísimo tiempo libre. Y, sin embargo, la mayoría de los padres encuestados con trabajos de tiempo completo y niños pequeños señalan que aceptarían trabajar más tiempo a cambio de más dinero, ¿por qué?

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El precio de la seguridad es la inseguridad

“El precio de la seguridad es la inseguridad” es una frase que escuché hace tiempo de un presentador de televisión cuyo nombre he olvidado. Su padre le dio este consejo cuando la pasaba mal en su primer trabajo y quería renunciar. Las horas de trabajo eran interminables y desagradables. “El precio de la seguridad es la inseguridad” significa que solo si te sientes inseguro económicamente tendrás la motivación para ganar dinero y la seguridad que provee, aunque esto conlleve la maldición de vivir constantemente con temor. Algo parecido a las personas con anorexia, que temen a la gordura y por ello están más flacas que un palo, aunque siempre se verán gordos a ellos mismos. El resultado de este consejo desafortunado fue que el pobre presentador casi se muere de un ataque cardíaco a los 35, y tuvo que dejar su trabajo demandante de todas formas, pero con la salud hecha trizas.

Así como cada individuo se tolera con un cierto peso y talla, cada individuo tiene también una tolerancia distinta a la inseguridad financiera. Mi amiga Rosi trabaja solamente 4 días a la semana aunque tiene cero ahorros, porque le gusta tener tiempo para hacer su aseo y lavar su ropa los viernes, y los fines de semana dedicarse a su familia. Ella tiene una situación económica muy insegura pero no la percibe así.  Por otro lado, tenemos al señor Mario, con múltiples negocios, una pensión decorosa garantizada más las rentas de numerosos locales, pero quien vive con el temor constante de que no le alcance para sus gastos médicos en la vejez (aunque por el momento no está enfermo de nada), así que dedica  todo su tiempo a seguir construyendo locales y sale muy poco desde que se jubiló.

La persona con menos ahorros trabaja menos y la persona más acomodada trabaja más. ¿Por qué actúan de manera inversa a lo que dictan sus circunstancias? La ciencia responde. Rosi gana 200 pesos por día, mientras el señor Mario obtiene 15,000 pesos al mes por cada local que renta. Entre más dinero recibimos a cambio de nuestro tiempo, más valoramos el dinero y más nos negamos a perderlo por disfrutar unos momentos libres, pues, de acuerdo con la teoría de bienes, cuando percibimos algo como valioso, también lo percibimos como escaso.

¿Cuánto necesitarías tener en tu cuenta de ahorros para decirle adiós inmediatamente a un trabajo que te hace infeliz? Tú, tu pareja, tus padres, tus tíos, la mayoría darán una cifra distinta. Tal vez entre mejores sean sus circunstancias, más alta será la cifra… y entre más alta la cifra, mayor es la inseguridad financiera.

Pero ¿qué no es bueno sentir inseguridad financiera? Gracias a ella trabajamos todos los días para tener una mejor vida, ¿cuál es el problema?

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La pobreza de tiempo

Si te dieran a elegir entre ganar el doble de sueldo si te quedas tiempo extra en el trabajo, o irte a tu casa un poco antes y seguir ganando lo mismo, ¿qué elegirías?

En un artículo anterior que puedes ver si das clic aquí, presenté la teoría de que los mexicanos trabajamos de más porque no estamos conscientes de que divertirnos durante el tiempo libre es una habilidad que es necesario desarrollar.

Pero hay un culpable aún más difícil de vencer, que es la desconfianza en el futuro. Si no confías en que tendrás un ingreso aceptable en el futuro, independientemente de tu situación económica real, es más probable que estés dispuesto a sacrificar tu tiempo libre en aras de tener más dinero, y eso te hace propenso a un tipo de pobreza muy nocivo: la pobreza de tiempo.

Solamente el 48% de las personas encuestadas prefiere tener más tiempo que dinero. Sin embargo, los estudios corroboran una y otra vez que cuando tus necesidades básicas han sido cubiertas, si eliges un mayor ingreso sacrificando tu tiempo libre estarás menos satisfecho con tu vida.

La pobreza de tiempo no reconoce sexo, edad, condición social o económica, y produce ansiedad, depresión y estrés. Los pobres de tiempo ríen menos, se divierten menos, se ejercitan menos y tienen una peor salud. Su productividad en el trabajo se reduce y se divorcian más.

La pobreza de tiempo es el mal de nuestra época. La inseguridad económica empuja a muchos a trabajar de más, y es muy comprensible que las personas con dificultades financieras tengan poco tiempo libre mientras luchan por subsistir… pero como vimos, también los ingresos altos empujan a la gente a sacrificar su tiempo libre.

Está comprobado que usar el tiempo libre para adquirir más dinero no es el mejor camino para vivir con bienestar, pero usar el dinero para comprar más tiempo no será fácil… el sistema económico en el que vivimos e incluso nuestro cerebro nos empujan a preferir el dinero.  En la siguiente publicación presentaré algunas estrategias para lograrlo.

Mientras tanto, cuéntame, ¿has aceptado alguna vez trabajar más a cambio de más dinero? ¿Cómo proteges tu tiempo libre? ¿Cómo te has sentido en las épocas de tu vida en que más has trabajado? 

Parte 1 de 3.

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Jbf