La culpa no es (sólo) del cafre

...sino también de quien le da la licencia.

Seguramente más de una vez lo has pensado mientras caminas o manejas por tu ciudad y un(a) conductor(a) te avienta el automóvil en el caos vial diario: “¿Quién fue el/la idiota que le dio una licencia a este cafre?” (por decir lo menos). Si bien es cierto que no es exclusivamente la falta de cultura vial la que no permite que nuestras calles sean seguras, y el diseño vial y la aplicación de la ley juegan un papel fundamental en disminuir los accidentes de tránsito, la realidad es que la aplicación de la ley debería empezar por la adecuada educación vial de las y los automovilistas y la comprobación legal de la misma.

Si tienes una licencia de conducir, pregúntate lo siguiente: ¿me hicieron una prueba de conducir teórica y/o práctica para obtenerla? Si tu respuesta es no a cualquiera de estas opciones, que no te sorprenda: en 14 de las 32 entidades federativas, la legislación estatal y/o local no exige pruebas de manejo, y en donde sí existe es común que sea lo suficientemente laxa para que no represente más que un trámite burocrático. Dado que no existe una ley federal de tránsito y caminos, y que los gobiernos estatales (que muchas veces delegan esta facultad a los gobiernos locales) tienen la autonomía de regular el tránsito de vehículos por su cuenta, no existe uniformidad en los requisitos para obtener una licencia de manejo a nivel nacional.

Esto no siempre fue así: hasta la década de los 90, las pruebas de conducir eran casi universales en México, pero pasarlas implicaba en la gran mayoría de los casos el pago de una “mordida”. El gobierno mexicano en los distintos órdenes, en vez de atacar la corrupción de raíz (y ya sabemos que muchos de nuestros gobernantes aún piensan que la corrupción es un asunto únicamente cultural, y no institucional), decidió abolir en muchos casos las pruebas de conducir o volverlas un mero trámite burocrático.

Pero, ¿qué efecto tiene esto en la seguridad vial? De acuerdo a un estudio de Luis Fernando Cervantes de El Colegio de México, abolir los exámenes escritos y prácticos incrementaría en más de 1,800 accidentes viales por cada 100,000 habitantes la tasa actual para personas entre 15 y 19 años (que es usualmente la edad de los primeros conductores), lo que más que duplica la tasa promedio actual de accidentes; para la población en general, el incremento sería en poco más de 400 accidentes por cada 100 mil habitantes. Este estudio muestra que el efecto de las pruebas de manejo en un incremento de la seguridad vial es positivo y significativo, especialmente en los conductores más jóvenes y novatos.

Los accidentes viales son un importante problema de seguridad y salud pública al ser la primera causa de muerte en niños entre los 5 y 14 años y la segunda causa entre jóvenes de 15 a 29 años de edad, lo que ha motivado que la Asamblea General de Naciones Unidas haya designado al período 2011-2020 como la Década de acción por la seguridad vial. En México, cada año en promedio mueren 16,500 mexicanos por esta causa y le cuestan al país alrededor de 150,000 millones de pesos –1.7 % del PIB– de acuerdo con el Tercer Informe sobre la Situación de la Seguridad Vial 2013 del CONAPRA.

Como mencioné hace dos meses al referirme al peatón invisible, varios países como Suecia y ciudades como Nueva York han adoptado la Visión Cero, que es la meta de alcanzar cero accidentes viales, con un rediseño de las ciudades y carreteras, una mejora en la educación y cultura vial y la correcta aplicación de la ley. En México, el concepto de Visión Cero es desconocido y parece no tener lugar en la agenda política de nuestro gobierno, pero es hora de que la ciudadanía comience a impulsar estos temas desde sus trincheras.

Hasta que las pruebas y exámenes de manejo no se vuelvan universales, las carreteras y caminos mexicanos seguirán siendo tan letales como hasta el momento.

Sobre Visión Cero: Si no tienes mucho tiempo y deseas saber brevemente sobre la Visión Cero, te sugiero este video de menos de 2 minutos. Si te interesa el tema, puedes consultar este informe de la Administración Sueca de Transporte, de donde es originario el concepto.

Hago un reconocimiento público a las diversas asociaciones civiles y colectivos (especialmente de ciclistas) que comienzan a impulsar este tema en la agenda de algunas ciudades mexicanas, y que conocí en la grandiosa exposición sobre la bicicleta que ITDP tiene en el museo Franz Mayer de la Ciudad de México.

*gl