Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

19 Nov, 2019

Sigue el boom del turismo de naturaleza

Xalapa. Al inicio de la década de los 90, Mauricio Morales, un regiomontano de una familia acomodada, trabajaba en la ahora extinta Casa de Bolsa Ábaco, cuando le llegó una inusual invitación.

Unos expedicionarios de National Geographic supieron que él era un gran aficionado al descenso de ríos y que, cuando muy pocos practicaban esa actividad, él y sus amigos contaban con el mejor equipo para hacerlo.

Fue así que lo convencieron de que sirviera como guía, pero su jefe se la puso difícil para ausentarse unas semanas de su trabajo.

Al final, en aquella expedición por el Río Usumacinta, uno de los fotógrafos lo convenció de dedicarse a una actividad como esa, que le apasionara de verdad.

Morales lo pensó mucho y aunque estaba casado, quemó todas sus naves y se embarcó en el negocio del turismo de naturaleza; pero lo hizo en Chiapas, un estado fascinante en cuyas tierras y por aquellas fechas estallaba el movimiento Zapatista.

En aquel tiempo llevaba al jet set del turismo a Chiapas y cobraba mil 400 dólares por persona para internarse por la selva Lacandona junto con guías locales, a quienes les exigía usar su indumentaria tradicional.

Lo que era una experiencia exótica y muy rentable, se acabó de un día para otro y mientras levantaba sus bártulos Morales decidió que el país era muy grande y fue así como llegó a Jalcomulco, en Veracruz, donde fundó México Verde.

La compañía pionera en el turismo de aventura y naturaleza el año pasado vendió experiencias y hospedaje a unas catorce mil personas.

Este año, cuando el producto interno bruto (PIB) turístico ya muestra un decremento de -0.3% o, para decirlo comedidamente, no está creciendo, su empresa trae un aumento del 12%.

Morales ha dividido su mercado en cuatro nichos: el primero lo conforman los viajeros individuales, donde registra una baja todavía marginal. El segundo es el llamado turismo corporativo, dedicado a empresas que desean promover actividades de integración y crecimiento en equipo.

También hace eventos y hay un crecimiento muy importante en la demanda de visitas escolares, pues sus actividades están alineadas con los programas educativos de diversas instituciones.

Así es que ahora que está cumpliendo treinta años, unos cuatrocientos cincuenta empleados han pasado por su empresa y con ellos celebrará una historia de éxito que en la actualidad le da trabajo a ciento diez personas.

Con la misma energía con la que Morales se jugó todo para rentarle a un ejidatario una propiedad por trescientos pesos –propiedad que años después adquirió–, también ha rechazado la tentación de llevar México Verde a otras partes.

A lo largo de estos años ha asesorado a otras compañías y otros proyectos de turismo de aventura y naturaleza, pero también ha valorado sus logros y su estilo de vida.

Este personaje, reconocido por los especialistas en este segmento, nunca ha tenido un accidente fatal y, en actividades riesgosa, y de mucha adrenalina, antepone la seguridad por sobre todos los valores.

También está más convencido que nunca de que el turismo mexicano tendrá que construir una historia de éxito sin ningún apoyo del gobierno.

 

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