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El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), advirtió que 2023 para México luce difícil, con una expectativa de crecimiento del PIB de 1.2% que, si bien es positiva, queda muy por debajo del 2% que podría considerarse el potencial de crecimiento actual y está sujeto a fuertes riesgos a la baja.
En conferencia de prensa, el presidente del IMEF, José Domingo Figueroa, mencionó que entre los riesgos que están en el radar destacan la posibilidad de una recesión en Estados Unidos, la persistencia de una inflación más elevada a lo esperado y la necesidad de una política monetaria más restrictiva a lo previsto tanto en Estados Unidos como en México.
A lo anterior se añade el llamado a un panel para resolver las controversias en el marco del Tratado comercial de Norteamérica (T-MEC) sobre la política energética de la actual administración, presiones en las finanzas públicas ante la falta de ingresos producidas por un menor crecimiento económico y por los problemas financieros y operativos de Pemex y un entorno financiero internacional agitado por los riesgos geopolíticos y/o por los problemas presupuestales en Estados Unidos.
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Hay que apuntar que la posibilidad de un mejor escenario económico también está presente, sobre todo ante la oportunidad que representa la relocalización de eslabones de las cadenas de suministro o reshoring de América del Norte. Sin embargo, este escenario requeriría hacer cambios radicales en algunas políticas gubernamentales, especialmente la política energética; lo que parece poco probable”, dijo el empresario.
En la última encuesta del instituto, se anticipa un crecimiento del PIB de 1.2% para este año, una inflación de 5.1 por ciento, un déficit público de 3.7% del PIB, y un déficit de cuenta corriente de 0.9% del PIB.
Con respecto al plano internacional, el presidente del IMEF comentó que el panorama para 2023 luce altamente incierto y complicado de acuerdo con los pronósticos de instituciones internacionales importantes como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial, que anticipan una desaceleración de la actividad económica en países avanzados que bien podría convertirse en recesión.
La pregunta clave es: ¿Cuál es la diferencia entre crisis y recesión económica?
Para el caso de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, la Reserva Federal (Fed) ha dejado ver que continuará todavía subiendo su tasa de interés, lo que dependerá del comportamiento que muestre la inflación y, de no validarse en los hechos, produciría volatilidad elevada en los mercados.
Por otro lado, la nueva composición de la cámara de representantes augura el enfrentamiento entre republicanos y demócratas en torno al presupuesto y el techo de endeudamiento. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtió que el gobierno federal comenzará a tomar medidas extraordinarias para no caer en un incumplimiento que resultaría catastrófico, pero que tales medidas se agotarían hacia el mes de junio”, explicó el presidente del IMEF, José Domingo Figueroa.
Por: Lindsay H. Esquivel
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