Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

28 Nov, 2020

Del comportamiento de las variables financieras

La narrativa de las últimas dos semanas sobre la economía de México fue mixta: aspectos negativos y positivos. Por una parte, estuvo presente como se dio la caída de la actividad económica y su recuperación, y por la otra, se habló sobre el comportamiento estable en las variables macro. Hoy voy a darle sentido a esto partiendo de la manera en la que en el sistema financiero podemos ver un reflejo de los datos que analizamos las semanas anteriores.

Empecemos por relacionar el comportamiento del consumo privado y su impacto en el sector financiero. El consumo privado en julio, respecto al mismo mes del año pasado, cayó -15.3%, y respecto al mes anterior subió 5.2%. Esta caída en el consumo se puede ver reflejada en un menor monto de pagos electrónicos con tarjeta de débito y/o de crédito.

Lo anterior, implica que el crédito al consumo puede tener una menor dinámica de crecimiento y también un efecto en el que se dispone de menos recursos en las cuentas de ahorro, llevando así a mayores saldos.

La narrativa del empleo es la siguiente: la pérdida de empleos formales en el sector privado respecto al mes de febrero fue de 5.4%. El impacto de la pérdida fuerte de empleos se dio en el sector informal.

La caída limitada en el empleo formal indica que una parte de la fuerza laboral siguió recibiendo ingresos y que con un menor nivel de gasto se refuerza el comportamiento de mejora en la captación bancaria.

La venta de vehículos en México ha caído. En el mes de octubre de este año fue 21% menor a la de octubre del año anterior. Una menor venta de vehículos lleva implícita una menor demanda de crédito automotriz.

Pasando al tema empresarial, hay varios componentes a analizar. El más notable es el de la caída en la inversión. En el mes de agosto, con respecto al mismo mes del año anterior, la caída fue de -16.6%. Este menor nivel de inversión tiene como consecuencia directa una menor demanda de crédito.

Por lo que respecta al comportamiento de variables de mercado, como tasas de interés y tipo de cambio, la baja de las primeras y la estabilidad en la segunda ha hecho que los intermediarios financieros no tengan un impacto adverso en su situación financiera.

Es más, en los datos financieros de varios intermediarios financieros se identifica que el proceso de disminución en las tasas de interés ha llevado a generar utilidades.

Los datos de la banca muestran que la captación bancaria creció entre diciembre de 2019 y junio de 2020: el aumento fue, aproximadamente, de 13%. Aunque retrocedió ligeramente en el tercer trimestre del año.

Respecto al crédito total de la banca al sector privado, éste llegó a un nivel máximo al final del primer trimestre de 2020, para disminuir casi un 5% su monto entre marzo y septiembre de este año.

La caída mayor se ha dado en el crédito al consumo, el cual, entre diciembre de 2019 y septiembre de 2020, disminuyó poco más de un ocho por ciento. El segmento de cartera de crédito que no tuvo una disminución fue el de cartera hipotecaria.

El comportamiento de las variables del sector financiero que se describió es consistente con lo que se presentó sobre la evolución de la economía. La conclusión es que el menor nivel de crédito que se observa no es un tema de restricción crediticia, sino de menor demanda de crédito.

 

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