¿Habrá rendición de cuentas?

Elecciones como las de mañana son muy importantes en cualquier democracia. Es costumbre tener un proceso electoral a la mitad del mandato presidencial. Este ejercicio da cierta evidencia de la manera cómo evalúan los ciudadanos el desempeño de su gobierno.

Para este ejercicio se deben considerar dos dimensiones. La primera es lo que nos prometieron y lo que se ha cumplido y la segunda es el resultado de la gestión normal del gobierno.

Comentaré primero sobre las tres principales promesas de campaña. La primera promesa era que se acabaría con la corrupción en México y que por ello se obtendrían ahorros muy importantes para un mayor gasto social.

• Si se observa que, al menos, a nivel de la Presidencia hay una mayor austeridad y se defiende que ya no hay corrupción. La evidencia en los hechos es contraria. Las prácticas de las compras del gobierno han cambiado para favorecer adjudicaciones directas y otros mecanismos en los que es más probable que exista corrupción.

De lo que se comenta a nivel de la estructura del gobierno la corrupción en permisos y muchas otras actividades se mantiene. Además, no hubo recursos adicionales producto de los ahorros por el combate a la corrupción.

La segunda promesa fue que se mejoraría la seguridad en México. Los resultados son de un mayor deterioro. Esto se observa en indicadores como el número de homicidios dolosos en México. Es mayor en los primeros tres años de las dos administraciones anteriores.

Un segundo dato es el número de detenciones de delincuentes de alto perfil. Es notorio que no hay logros importantes.

Un último dato es lo que se sabe de diversos levantamientos del Inegi sobre seguridad. En general se ve un deterioro.

La tercera promesa fue que mejoraría el desempeño de la economía. Hoy añoramos el desempeño promedio de los últimos tres sexenios de un crecimiento anual superior al 2 por ciento. Creo que si nos va bien este sexenio vamos a crecer, pero el 2% en seis años.

Respecto del manejo de la economía, lo que no es lógico es tomar medidas para inhibir el crecimiento de la economía. Es decir, se están moviendo en la dirección contraria.

Ahora pasemos a lo que están haciendo con el gobierno. Primero es el ataque a las instituciones y buscar romper el equilibrio de Poderes en el país.

Segundo es el deterioro de la capacidad de ejecución del Estado. La mala gestión de la pandemia, los problemas de abasto de medicinas que se han vuelto permanentes y el abandono de obras sin terminar, como el caso del tren México-Toluca.

Tercero es un gobierno que no respeta la ley. El mejor ejemplo es la falta de respeto a la ley electoral por parte del Presidente en sus mañaneras y en el uso del aparato del Estado para influir en los resultados.

• Lo que se concluye respecto de las promesas es que no se ha cumplido con ninguna y respecto de la actuación del gobierno es una pobre ejecución.

Lo que debería suceder mañana con este ejercicio democrático de rendición de cuentas es un mal resultado para el partido en el gobierno. Deben perder la mayoría de las gubernaturas y muchos escaños en la Cámara de Diputados sin lograr la mayoría. Desafortunadamente, veo poco probable lograr este mejor equilibrio.