Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

21 Nov, 2020

Más sobre la economía de México

La semana pasada comenté sobre la evolución de la economía del país, concentrándome en lo relacionado con la caída en la actividad económica y la expectativa de recuperación. Esta semana voy a escribir sobre algunos aspectos positivos, que los hay.

La estabilidad de las variables macroeconómicas del país es un indicador muy positivo. Primero, la inflación se ha mantenido en niveles adecuados. Si bien ha aumentado en los últimos meses, el repunte ha sido ligero.

El buen comportamiento de la inflación le ha permitido al Banco de México entrar a un ciclo de reducción de tasas de interés, como ha sucedido en otros países.

Revisando los datos de la tasa de política monetaria, el nivel que se tenía en México en 2019 implicaba una tasa real de interés muy elevada que era significativamente mayor a la de países de nivel de desarrollo similar. La única excepción en ese momento era Turquía, que tenía una coyuntura muy particular.

En el proceso, el Banco de México fue claro en dar la señal de que las tasas tenían que bajar. Al mismo tiempo, fue prudente haciendo las reducciones escalonadas y evaluando que en cada movimiento no se produjera un efecto no deseado en otras variables.

El último anuncio de política monetaria en el que, por lo pronto, ya no se hizo otra reducción, es un buen indicador de que se está evaluando de manera adecuada la condición de la economía. Esto da tranquilidad.

Una variable en la que se ha visto reflejado este manejo prudente es en el tipo de cambio. Ante el choque externo por la pandemia y con un manejo económico razonable es que esta variable no se ha deteriorado. Hoy está en niveles que no se pensaban a finales de marzo.

Otra variable es la cuenta del gobierno: finanzas públicas y endeudamiento. A pesar de la situación complicada en términos económicos, y en particular en cuanto a la recaudación, las finanzas se han mantenido sin deterioro, lo que también ayuda a que se tenga un entorno de estabilidad.

El que no se haya promovido un programa de apoyo a la actividad económica es una de las principales críticas que se ha hecho al gobierno por el sector empresarial, por analistas y por organismos internacionales.

Desde el punto de vista de las empresas y las familias, esta decisión ha tenido una afectación económica directa para muchos.

Esta realidad es distinta a la de muchos países desarrollados que han instrumentado programas de apoyo a empresas y en los que la red de protección social es efectiva para dar ingresos a la población en caso de desempleo.

Al compararnos, parece que nuestro gobierno está actuando de manera injusta. Sí hay que reconocer que muchos de esos países, como Estados Unidos y Alemania, tienen una capacidad de endeudamiento adicional que países emergentes como México no tienen.

Desde el punto de vista de la narrativa de que hay algunas variables con buen desempeño, el no haber incurrido en este gasto adicional está coadyuvando a reforzar la percepción de estabilidad porque no se incurrió en un déficit importante.

Esperemos que la estabilidad en estas variables continúe en los próximos meses y que ese buen desempeño macro defina las condiciones para tener una recuperación sólida de la economía de México.

 

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