Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

5 Mar, 2022

¿Por qué se detuvo el crecimiento?

Se dio a conocer la cifra definitiva de crecimiento del PIB durante el 2021. Fue de 4.8 por ciento. En tiempos normales hubiera sido un dato extraordinario. Hoy refleja las debilidades de la economía de México. 

Cuando se revisan los datos a detalle resulta que la caída de -8.2% de 2020, seguida
del crecimiento mencionado indica que estamos todavía un -3.8% por debajo del nivel de 2019.

Una narrativa adecuada del crecimiento de nuestro país es que tuvimos una caída muy importante por un evento externo, cuando se regresa a la normalidad se empieza a recuperar el terreno perdido y en el segundo semestre de 2021 la economía se frenó.

Este comportamiento ya no se puede atribuir a la pandemia ni a causas externas. Es atribuible a la gestión económica del gobierno. No están dando resultados. A continuación, se presenta una descripción de lo que está sucediendo. 

 

Empiezo con algunos datos del sector externo. En 2021, las exportaciones totales de México crecieron un 18.5% y las no petroleras un 16.5 por ciento. Estos datos nos confirman que hubo demanda externa por nuestros productos. Las exportaciones fueron un motor del crecimiento.

Otro dato relevante del sector externo es que la balanza petrolera tuvo un déficit de 25 mil millones de dólares. Las exportaciones de petróleo fueron equivalentes a poco más de la mitad de las importaciones de gasolina. Esto refleja un problema en este sector que es de tipo estructural. Pemex y el sector ya no son un motor de la economía de nuestro país.

En síntesis, el sector externo es un motor que da impulso a México, pero no es suficiente para que toda la economía tenga un desempeño más favorable. Alguno de los otros componentes no está funcionando.

El día de ayer se dio a conocer el dato del indicador mensual de consumo privado al mes de diciembre. Lo que se observa es que tuvo una dinámica mejor que el PIB en el segundo semestre de 2021. Durante el periodo de referencia, el total de la economía no creció, pero el Índice de Consumo sí mostró crecimiento.

El indicador mensual de consumo privado tuvo en diciembre un crecimiento mensual de 1.5% respecto del mes previo y de 7.4% respecto de un año antes. La mayor dinámica en el consumo es en bienes importados y no en bienes nacionales.

 

Por lo que se refiere al gasto de gobierno, en términos reales el gasto neto presupuestario creció en 2020 un 0.2% y en 2021 un 6.4 por ciento. Es decir, el gobierno no detuvo el gasto.

Todo lo anterior nos lleva a que el componente que más está faltando en cuanto a ser motor del crecimiento es la inversión.

Hay que entender cómo funciona el proceso de inversión privada. No depende sólo de que se tengan los recursos de capital o la capacidad de financiamiento.

Se requiere que se tengan proyectos rentables y que exista seguridad para la inversión en dos dimensiones. La primera es la certidumbre de que las reglas no van a cambiar. La segunda está relacionada con el problema de inseguridad que afecta el clima de negocios.

Si el gobierno no entiende que debe generar condiciones adecuadas para que la inversión fluya, vamos a seguir con un bajo crecimiento, y es posible que no regresemos al nivel previo a la pandemia hasta el 2024.

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