Reflexiones sobre educación en México

Hoy es el Día del Maestro. Por ello decidí escribir algunas reflexiones sobre la situación de la educación en México en lo general y en la coyuntura actual de la pandemia. Creo que el balance no es positivo.

La educación es uno de los elementos importantes para que los países logren tener un crecimiento económico adecuado y sostenido. No es casualidad que los países con mejores resultados en las pruebas de evaluación de calidad educativa sean de los más innovadores.

Si queremos que México crezca más, como tanto lo han prometido los últimos veinte años, es de la mayor importancia invertir en impartir educación que sea de calidad. No es solamente dar educación.

El objetivo en México durante muchos años ha sido tener el mayor número de alumnos que completen los ciclos educativos de primaria y secundaria. El desarrollo de habilidades no era prioritario.

Las reglas operativas del sistema estaban diseñadas para maximizar dicha variable. Por ejemplo, los estudiantes de primaria no pueden reprobar si tienen el mínimo de asistencias. Es decir, un alumno sin los conocimientos puede pasar el año con sólo asistir a clase.

En el extremo, hay gente con primaria completa que fue a la escuela durante seis años, pero no tiene las competencias básicas de primaria.

Los resultados de la prueba PISA confirman que la educación en México no es de buena calidad. Nuestro país se ubica por debajo del promedio y se ha mantenido en este nivel por años.

El intento más importante para tratar de mejorar la calidad educativa fue la reforma de Peña Nieto. Era una reforma laboral al magisterio con un propósito muy simple: evaluar el desempeño de los maestros.

Se buscaba dar un poco de más importancia a los alumnos y a la calidad de la educación. Lo que hizo este gobierno fue dar marcha atrás a la reforma para complacer al sindicato. Lo que nos espera es una mala educación pública.

La narrativa social que justifica tener educación de calidad es sencilla de entender, ya que es uno de los factores que ayudan a nivelar oportunidades.

 A este gobierno le preocupa mucho ayudar a los pobres. Lo coherente era mantener la reforma educativa. Lo que hizo el gobierno es contradictorio a estos principios.

Brevemente voy a comentar sobre lo que ha sucedido en México desde finales de marzo de 2020. Las escuelas a todos niveles han permanecido cerradas. Llevamos más de un año sin clases presenciales.

Es cierto que la tecnología ha permitido mitigar el impacto en los estudiantes por no asistir a la escuela, pero no ha eliminarlo. La educación presencial aun con restricciones de sana distancia es superior a la vía remota.

Si comparamos a México con otros países con niveles de contagios similares o un poco mayores nos encontramos que ellos han privilegiado regresar a clase y aquí no. En México se privilegió el regreso al trabajo y a la convivencia.

Para tener un regreso a clases, en otros países han impuesto restricciones e invertido. Para la educación pública en México, por razones de austeridad, negamos esa alternativa que por regulación se extendió a la educación privada.

En parte esto sucede porque no hay grupos de la sociedad civil que defiendan el regreso a clases como sí sucede en otros lugares. En fin, nos hace falta una sociedad civil más activa.