Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

4 Sep, 2021

Rendición de cuentas

Como es tradición en México, el 1 de septiembre el Presidente entregó su Informe de Gobierno. Ya es el tercero. Vamos a la mitad del camino. Ya no es el pasado lo que determina sus resultados, sino sus decisiones. Les presento mi balance, que resulta negativo.

Hay un sesgo que está documentado en economía del comportamiento. No importa si se trata de directivos de empresas o de políticos. Los logros son suyos y los problemas son por alguien más.

Lo que observamos en el Informe es que está muy presente el sesgo anterior. No reconoce lo que se ha hecho mal.

Voy a empezar por el tema que más preocupa a la población: la seguridad. El indicador de homicidios se mantiene estable desde 2018 con más de 35 mil en total por año o de casi 30 por 100 mil habitantes.

Las encuestas de victimización muestran una cifra negra superior al 90%, lo que indica que la población sigue sin denunciar. El balance en seguridad es negativo.

 

El segundo tema es la corrupción. Tiene un problema y es que no hay estadísticas oficiales. Todo es percepción. Nos dicen que ha desaparecido, pero hay evidencia pública que indica que no es cierto.

Además, sólo hay una sentencia condenatoria por corrupción. El único caso es el de Rosario Robles, en el que hay corrupción, pero es político. Lozoya no está en la cárcel. Por lo tanto, no se ha cumplido lo que se nos prometió.

El tercer tema es el crecimiento económico. No se ha logrado nada. En este caso es fácil distraer señalando a la pandemia como la culpable.

Lo anterior es parcialmente cierto. Un análisis más detallado lo confirma. En el 2019, la economía tuvo una caída. Desde diciembre de 2018 el mensaje del gobierno ha sido para no dar certeza a la inversión.

Es más, se ha preferido afectar a inversionistas y perder valor en la economía como en el caso del aeropuerto.

Es cierto que en temas económicos hay algunos buenos resultados. El freno al crecimiento del endeudamiento, el comportamiento favorable del tipo de cambio y de las tasas de interés y el aumento al salario mínimo.

 

Hay otros resultados que presumen, pero que no se explican por la gestión del gobierno, como es el caso de las remesas. La razón es que nuestros compatriotas han tenido más recursos para mandar a México por las transferencias monetarias que han recibido del gobierno de Estados Unidos.

Hay varios indicadores que muestran malos resultados. El saldo de la pandemia es negativo, ya que tenemos la mayor mortalidad como porcentaje de los infectados de entre países de ingreso medio. En política social tampoco el resultado es bueno porque tenemos más pobres.

En cuanto a la capacidad del gobierno para dar servicios públicos de calidad, lo que ha sucedido con la falta de medicinas es otro mal resultado del gobierno.

En cuanto a representar dignamente a México en el exterior, el resultado no es bueno. No hay presencia internacional por parte del jefe de Estado y, por lo tanto, estamos desdibujándonos en el mapa global.

En conclusión, creo que hay cosas buenas, pero lo malo es mucho más. Tenemos dos tipos de malos resultados. Los primeros son promesas no cumplidas y los segundos son por malas decisiones o mala ejecución.

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