Aeroméxico comunicó; la acción subió; flota de 8.5 años

La importancia de salir a medios, de no esconder información, y menos frente a una crisis corporativa, quedó demostrada con la postura de Aeroméxico frente a su accidente en Durango. Como resultado de esa información, la acción de la aerolínea en la Bolsa Mexicana de Valores subió 2% después del despiste de su vuelo AM 2431.

Los inversionistas pudieron dimensionar el aparatoso accidente, sobre todo cuando vieron los dos comunicados de Aeroméxico, las declaraciones del gobernador de Durango y de la SCT, así como al mismo director de la línea aérea Andrés Conesa, y el presidente del Consejo de Administración de la misma, Javier Arrigunaga, saliendo a dar la cara en conferencia de prensa, aceptando responsabilidades, costos médicos y de traslado. El informar tiene beneficios. Aeroméxico lo entendió, y en el manejo de crisis, lo ha hecho bien.

SE CREE QUE FUERON RÁFAGAS DE VIENTO

Claro que Aeroméxico tampoco sabe exactamente lo que pasó. Debe esperar la investigación. Todo hace suponer que las causantes del accidente fueron ráfagas de viento cruzadas, en plena tormenta.

El avión AM 2431 apenas iba despegando del aeropuerto de Durango, cuando el piloto sintió las ráfagas que afectaban la nave, y todo hace indicar que logró aterrizar de manera forzosa el avión. Los 99 pasajeros y los cuatro tripulantes (dos sobrecargos y dos pilotos), están vivos.

Incluso, fue alentador ver a las sobrecargos ayudar a los pasajeros, debido a la crítica que existe hacia ellas de que sólo funcionan para dar servicio de alimentos. Aquí se vio que las sobrecargos son parte de la autoridad del avión, y en caso de accidentes, ayudan a resolver los problemas de los pasajeros, como fue la evacuación de la aeronave.

¿QUÉ PASÓ? ERA UN AVIÓN RELATIVAMENTE NUEVO

Este tipo de accidentes se deben evitar. No se deben repetir. ¿Qué sucedió con un avión relativamente joven, de diez años de edad, fabricado por una empresa especialista, como es la brasileña Embraer?

El avión era un Embraer 190, sumamente utilizado para este tipo de vuelos regionales, y quedó destrozado. Las investigaciones nos deben servir de guía para decirnos qué fue exactamente lo sucedido. Si bien no hubo vidas humanas que lamentar, lo cierto es que el avión quedó destruido.

FLOTA DE AEROMÉXICO TIENE 8.5 AÑOS EN PROMEDIO

Aeroméxico cuenta con una flota joven, de apenas 8.5 años en promedio. Son 133 aviones. Todos bajo el plan de arrendamiento.

En sus últimas adquisiciones ha traído los famosos Dreamliner de Boeing, para vuelos internacionales, y que son de última generación. Para vuelos regionales utiliza los brasileños Embraer, entre otros.

Es la aerolínea insignia de México. No sólo es la más grande, la que tiene prácticamente todas sus operaciones en la Terminal 2 del aeropuerto, sino que ha tenido una gestión interesante, como lo muestra el crecimiento de 19% de sus ingresos durante el último trimestre. Y conste que ha tenido que salir a defenderse de las aerolíneas de bajo costo, como en su momento fue Volaris.

EL ÚLTIMO ACCIDENTE EN MÉXICO FUE EL DE TAESA EN 1999

Andrés Conesa y Javier Arrigunaga han estado informando lo sucedido, y la aerolínea se ha responsabilizado de los distintos costos relativos al accidente de Durango. Todo ello es positivo y ha ayudado a dimensionar este tipo de accidentes.

De hecho, en México hay pocos accidentes aéreos. El más cercano fue el de Taesa (cuando existía esa aerolínea), en un vuelo de escalas con un DC-9, que salía de Uruapan hacia la Ciudad de México. Lamentablemente, en aquella ocasión, sí hubo fallecidos. Estamos hablando del año de 1999.
Desde aquel entonces, no había existido otro accidente… hasta ahora.

Y tratándose de un avión relativamente joven, de un fabricante confiable, de una aerolínea que le da mantenimiento a su flota, sí tendremos que saber qué falló. Lo cierto, hasta el momento, es que la aerolínea ha estado a la altura de las circunstancias.