Alta burocracia, el reto: hacerla eficiente

Es natural que ante una sociedad dolida por la corrupción, una propuesta como la de reducir el salario del Presidente, y que nadie del gobierno federal pueda ganar más que él, suena lógico.

La propuesta de López Obrador es reducir el salario del Presidente de 270 mil a 108 mil 248 pesos mensuales, y que nadie en el gobierno federal pueda ganar más que esa percepción. De entrada, sí es austero. Y sí envía la señal de austeridad a la sociedad y al propio gobierno. Pero el reto es saber si ello hará más eficiente a la alta burocracia.

ACABAR LUJOS, PERO PAGARLES CONFORME RESPONSABILIDAD

Los servidores públicos, en altos cargos públicos, deben ganar adecuadamente para que la sociedad les exija resultados con rigor. Es cierto, el coraje de la sociedad es que algunos tienen lujos excesivos: camionetas, choferes, guardias, asistentes para logística, viajes a cargo del erario, vida privada a cargo del erario, fideicomisos, “cajas de gobierno”, visita a restaurantes caros, etcétera. Eso es lo que debe acabarse.

Sin embargo, el servidor público debe tener una percepción razonablemente competitiva, y aunque todos sabemos que la remuneración en el gobierno será menor que lo pagado en la esfera privada, al servidor público sí debe pagársele conforme su responsabilidad.

TRANSPARENTAR EL TABULADOR

Desde luego, la intención de López Obrador es positiva, máxime cuando hemos visto excesos de gastos de lujo en el gobierno, de gastos en vinos caros, en restaurantes caros, en viajes igualmente caros, o en el uso de personal desproporcionado en logística: choferes, guardias, asistentes, aviones, helicópteros y muchas veces para su vida privada.

Ello debe terminarse. Igualmente debe transparentarse el tabulador. Necesitamos saber lo que realmente gana un servidor público. Hay bonos por productividad. Hay remuneraciones adicionales por fin de año. Hay vacaciones pagadas. Existen autos y viáticos desmedidos. El grave riesgo es que, si en el papel se reducen los salarios de la alta burocracia, ésta las pueda solventar de otras maneras. Algunas lícitas y otras no tanto.

LA TENTACIÓN, COMO GANO POCO… QUÉ TANTO ES

Para un secretario, subsecretario o director, podría ser tentador, si gana poco, “completar su remuneración”.

Al fin y al cabo tiene el poder de conocer las licitaciones que vienen, de ver las compras que se van a hacer, los permisos y licencias que se otorgan.  Ahí está el riesgo.

Desde luego, es bienvenida la actitud austera de López Obrador. En el gobierno federal sí hay excesos en gastos suntuosos, o gastos que no están en el tabulador. Pero, sinceramente, podría ser mejor transparentar los sueldos de la alta burocracia, y que ganen conforme su responsabilidad, y así evitar la entrada de… “tentaciones” para completar un salario que puede estar muy por debajo de los del sector privado. O incluso pensar en propuestas, como la ya mencionada, de Singapur donde el Presidente gana más, sólo si la economía crece más. En fin, hay distintas opciones para hacer más eficiente y transparente a la alta burocracia.

EL NUEVO ESPÍRITU DEL TLCAN

Lo dijo Ildefonso Guajardo, secretario de Economía: sí se pueden reactivar las negociaciones del TLCAN a finales de julio. Pero también lo dijo Jesús Seade, quien será el encargado de las negociaciones del TLCAN por parte del gobierno de López Obrador, quien considera que existe un nuevo ánimo en la administración Trump para ir adelante con las pláticas para modernizar el acuerdo trilateral.

Ya sabemos los temas complicados: reglas de origen del sector automotriz, cláusula de liquidación o exterminio a cinco años, reglas temporales contra exportaciones agropecuarias y solución de controversias.

Esperemos, de verdad, que la administración Trump tenga voluntad política para sacar adelante el acuerdo comercial y en una de ésas lo tengamos listo antes de noviembre próximo, cuando se van a llevar a cabo las elecciones intermedias que cambiarán el Congreso de EU.