Banxico: incertidumbre por políticas de 4T

Como anticipaban la mayoría de los analistas del sector privado, la Junta de Gobierno del Banco de México, que preside Alejandro Díaz de León, decidió en forma unánime aumentar las tasas de interés a 8.25%, lo que ayudó en el fortalecimiento del peso, que se vio beneficiado también por el cierre positivo de la oferta de recompra de bonos del NAIM, con una aceptación del 70%; y por el debilitamiento del dólar a nivel internacional tras el alza en las tasas de interés en Estados Unidos.

Lo interesante son las razones de la Junta de Gobierno para subir las tasas, entre las cuales, además de factores externos, como debilidad económica y la volatilidad de los mercados por la incertidumbre sobre las políticas de la nueva administración, resalta como muy relevante que se cumplan las metas fiscales del paquete 2019 y precisa que hay riesgos inflacionarios derivados de políticas que puedan conducir a cambios profundos en el proceso.

A nivel externo, señala, hay riesgos en el mediano y largo plazo que pueden afectar el crecimiento económico en México y la formación de precios, por lo que señala que, además de mantener una política monetaria prudente y firme, se impulsen medidas que generen confianza para la inversión.

Sostiene que la inflación, que disminuyó a una tasa anual de 4.72%, puede verse afectada por nuevas presiones en precios de energéticos y productos agropecuarios; mayores medidas proteccionistas a nivel global; y que el aumento en los salarios mínimos, además de su impacto directo, propicie que las revisiones salariales rebasen las ganancias en productividad y generen costos en el empleo formal y en los precios.

AHORRADORES PEQUEÑOS, AFECTADOS POR MAYOR RETENCIÓN

Aunque el paquete 2019 no incluye nuevos impuestos, sí contempla una importante ala de 0.46% a 1.04% de la retención del impuesto sobre la renta por el pago de intereses a favor de las personas físicas y morales que están obligados a retener los intermediarios financieros.

El subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, minimizó este impacto; en realidad no se cumple la promesa de primero los pobres, este aumento en la retención afectará directamente a quienes menos tienen, a quienes están en la economía informal y no pagan impuestos o a los contribuyentes, que por tener un solo patrón y ganar menos de 400 mil pesos al mes no están obligados a presentar declaración anual y no podrán, por lo tanto, acreditar el ISR retenido sobre sus ahorros e inversiones. Además, las tasas que pagan los bancos a los ahorradores de menores ingresos es, en muchos instrumentos, inferior a la tasa de los Cetes y el riesgo que se corre con la retención al 1.04% es que para estos ahorradores estas tasas se vuelvan negativas en términos reales.

El impacto para quienes sí pagamos impuestos será menor, por la compensación en la declaración anual del ISR, aunque veremos un descenso en nuestro flujo de efectivo y el rendimiento mensual de las inversiones porque se duplica la retención del ISR.

URZÚA-HERRERA, OFERTA EXITOSA

El Premio Naranja —el último del año— es para el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y para Arturo Herrera, subsecretario de Hacienda, porque, finalmente, obtuvieron el 70% de aceptación de los tenedores de bonos del NAIM en la oferta de recompra que —con una aplicación de mercado y la asesoría de HSBC Securities, que fue el agente líder— lograron minimizar el impacto para las finanzas públicas del gran error de cerrar el aeropuerto en Texcoco.

MARIO DELGADO, MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES

El premio Limón Agrio es para Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, porque a pesar de que sí es economista y entiende muy bien de finanzas públicas, porque fue secretario de Finanzas en el gobierno capitalino, fomentó la aprobación de la Ley de Ingresos con 23 mil millones de pesos adicionales por un impuesto que se pretende cobrar a las empresas que realicen facturas falsas.

Es muy riesgoso, y Delgado lo sabe bien, que en un presupuesto como el de 2019, que tiene la premisa de mantener la disciplina fiscal y un superávit primario de 1%, se subestime el impacto de la reducción del IVA e ISR en la frontera, y se sobreestime la recaudación tributaria.