Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

9 Nov, 2019

500 años de Veracruz

Más allá de la historia de monografía de papelería, se puede asumir que el país nació, en todas sus dimensiones, con el mestizaje. Dicho proceso comenzó hace quinientos años en Veracruz, entidad de 71,826 kilómetros cuadrados –un territorio un poco más chico que Panamá– que ocupa el tercer lugar por población del país con más de ocho millones de habitantes y que, por lo tanto, hoy representa la quinta economía estatal con 4.7 por ciento del PIB.

Desde que llegó Hernán Cortés con sus hombres fue evidente la exuberancia de los recursos naturales de lo que entonces se llamó la Villa Rica de la Vera Cruz. Las fortalezas de Veracruz no son menos exuberantes hoy que hace quinientos años. La entidad está compuesta por doscientos doce municipios en los cuales hay playas, selvas y el punto más alto del país que es el Citlaltépetl. Todo lo anterior, sumado a que fue la cuna de la civilización mesoamericana con los toltecas, ofrece una riqueza cultural profunda y variada, pasada y presente, plasmada en su música y su gastronomía. Dicha combinación implica un enorme atractivo turístico que la posiciona en el quinto lugar nacional, aunque en la posición veinticuatro en visitantes internacionales.

Desde una óptica geográfica, Veracruz es un estado con mucha conectividad. Tiene el tercer puerto marítimo más importante del país y el estado se encuentra conectado con mil ochocientos kilómetros de vías férreas.

Como hace 500 años, es una de las puertas más importantes del país, desde el mar hacia el centro. El mayor motor económico.

En número de kilómetros de caminos y carreteras pavimentados, Veracruz cuenta con 2 mil 583 kilómetros, sólo es superada por Chihuahua y Oaxaca. Además, por si fuera poco, tuvo, y todavía tiene, petróleo. Buena parte de la infraestructura petroquímica se desarrolló en la entidad. También es uno de los principales productores de electricidad: cuenta con siete hidroeléctricas, seis termoeléctricas y la única planta nuclear del país.

En materia agrícola, Veracruz ocupa el primer lugar en producción de naranja, caña de azúcar, chayote, piña y limón.

En el rubro de las manufacturas, en lo que queda reflejado en el valor censal bruto, Veracruz se ubica en cuarto lugar, únicamente por debajo del Estado de México, Nuevo León y Ciudad de México.

En conclusión, Veracruz es un estado beneficiado en materia de recursos naturales y culturales de cara al turismo; también lo es por hidrocarburos, por posición geográfica, logística y fuerza laboral.

Con todos estos datos, uno supondría que, dado que Veracruz fue la primera entidad del país, se encontraría en los primeros lugares en calidad de vida. No obstante, el promedio de ingresos por hogar de la entidad está treinta por ciento por debajo de la media nacional, por ello no es sorpresa que el sesenta y dos por ciento de su población padezca algún grado de pobreza y que sesenta y siete por ciento se encuentre en el sector informal.

En el Índice de Progreso Social que publicó el Social Global Imperative, Veracruz aparece en la posición veintinueve en las tres principales áreas que mide el Índice:  necesidades humanas básicas, lugar veintinueve; fundamentos del bienestar, lugar treinta y uno; oportunidades veintiocho.

¿Qué le ha pasado a Veracruz para estar tan mal con tan buenas condiciones? La respuesta intuitiva que encuentro es que le ha pasado una clase política ínfima, producto de un sistema político disfuncional.

Arreglar Veracruz sería clave para comenzar a transformar al país ya que, por su tamaño, población y colindancia con Tamaulipas, Puebla, Hidalgo, Oaxaca y Tabasco, tendría un impacto positivo grande en el conjunto del territorio mexicano.

 

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