AWS y CFE: dos modelos para México

El lunes 26 de enero, el exsecretario de Gobernación y actual director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, utilizó un discurso de 1960 del presidente Adolfo López Mateos para defender una vuelta al marco regulatorio del siglo pasado en el sector eléctrico. Paralelamente, Amazon Web Services (AWS) anunció su plan de lanzar en México una Región de Infraestructura, que representa una inversión de 5 mmdd a lo largo de los próximos 15 años.

VISIÓN 1960

En el remoto escenario de que los resultados del 2 de junio indiquen que Morena obtiene los votos necesarios para aprobar las reformas constitucionales propuestas por el presidente López Obrador, México enfrentaría un retroceso significativo con un impacto en el ambiente de negocios potencialmente mayor al provocado por la cancelación del Aeropuerto de Texcoco. Sergio Kurczyn, director de Estudios Económicos de Citibanamex, señaló que tan sólo las modificaciones propuestas al sistema de pensiones representarían un costo anual de 250 mmdp. Reformas como la iniciativa de transformar al Infonavit nuevamente en una entidad constructora de viviendas bajo un esquema de arrendamiento pondría una enorme presión sobre sus fondos si se aprueban tal como está planeado. Más allá del aspecto financiero, desaparecer a los órganos autónomos sería un retroceso económico al retirar la estructura que permite seguir construyendo una economía de mercado.

VISIÓN 2030

Más allá del monto invertido por AWS, lo trascendental del anuncio radica en que dota al país de infraestructura crítica para enfrentar la creciente ola de transformación económica impulsada por la inteligencia artificial generativa, la cual requiere de servicios de nube robustos como fundamento para la transformación digital de las empresas. Según la compañía, cada Zona de Disponibilidad cuenta con suministro de energía eléctrica y seguridad física, razones que explican la elección de Querétaro como sede para estas instalaciones. La infraestructura de AWS promete ultrabaja latencia, garantizando tiempos de respuesta excepcionalmente rápidos y redundancia esencial para el mantenimiento de plataformas tecnológicas críticas. No obstante, AWS no es el único jugador invirtiendo en el país; hace tres años, Microsoft anunció una inversión de 1,100 mdd, con un enfoque significativo en centros de datos, también en Querétaro. Asimismo, Google Cloud reveló planes para establecer su primera región de nube en México, marcando un hito para el sector tecnológico en la región y de cara al 2030.

PARADOJAS

La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, destaca como una figura brillante en el actual gobierno, manejando con habilidad la compleja relación con la USTR y jugando un papel crucial en el impulso del Corredor Transoceánico, proyecto con un gran potencial para transformar profundamente el sur del país. En el contexto del anuncio de AWS, Buenrostro expresó su entusiasmo: “Celebramos la inversión y expansión de AWS en México, lo que representa un signo de confianza y evidencia que existen las condiciones adecuadas para apoyar la tendencia del nearshoring en diversos sectores de nuestra economía. Aplaudimos el compromiso de AWS con la formación de estudiantes, mipymes y emprendedores digitales en México, a gran escala”. No obstante, dos días antes, en el contexto de la nacionalización de Exportadora de Sal, cuya rentabilidad podría ser cuestionable, la funcionaria afirmó: “hoy se materializa el precepto del Presidente de que los beneficios generados por nuestros recursos naturales permanezcan en nuestro país y se utilicen para el bienestar del pueblo de México”.

MÉXICO EXITOSO

El éxito de México se fundamenta en su capacidad para mirar al futuro, y no en el intento de regresar a 1960. Entonces se procuraba administrar la abundancia de recursos naturales y crear un estado de bienestar incompatible con la actual situación demográfica del país y una economía que genera mayor riqueza a través de la fuerza del mercado, en lugar de depender de un Estado paternalista. La solidez económica de México, en el contexto de una reconfiguración geopolítica y el crecimiento de una clase media más amplia, permite que, a pesar de una visión gubernamental, considerada como retrógrada, las inversiones continúen llegando, aunque aún por debajo de su potencial.