Rodrigo Pérez-Alonso

Frecuencias

Rodrigo Pérez-Alonso

20 Ene, 2021

El ocaso naranja

Termina, políticamente y en tiempos de paz, uno de los peores cuatro años de la historia de Estados Unidos. Hoy, a las 12:00 pm, horario del este, el presidente Trump perderá todas sus prerrogativas y será un ciudadano más de ese país. Su legado de constante confrontación y polarización de la población del vecino del norte tardará en desaparecer.

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Desde el primer día de su mandato, Trump se inmiscuyó en controversias diseñadas para alimentar su ego. Desde las mentiras sobre el tamaño de la audiencia en su inauguración hasta las medidas antiinmigrantes, la cancelación de tratados internacionales, la constante rotación de funcionarios y hasta incitar a las masas a invadir el Capitolio, bajo las falsas premisas de que hubo fraude en las elecciones, no dejó un día sin causar sobresaltos políticos y mediáticos.

Lo interesante es que, antes de la pandemia causada por covid-19, las medidas fiscales auspiciadas por Trump y los republicanos mejoraron —al menos temporalmente y con el costo de una enorme deuda pública— la economía y el empleo, llegando casi al empleo total. Sin embargo, su improvisación y mentiras lo alienaron de soluciones de consenso y racionales, en conjunto con los demócratas, en tiempos de crisis. El resultado fue una caída estrepitosa de la economía, 400,000 muertes por covid-19 y polarización política como nunca antes.

Hoy, entonces, le tocará a Joe Biden tomar las riendas de un país dividido y con múltiples incendios voraces. La inclusión racial, la recuperación del empleo y la economía, la implementación de vacunas y la recuperación del prestigio norteamericano en el plano internacional serán tareas pendientes de esta nueva administración. No será fácil para Biden y lo más probable es que ésta sea una administración de transición. Biden será jurado como presidente a los 78 años y terminará su primer periodo a los 82 años.

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Y para México, ¿qué se espera? López Obrador ha partido de su inexperiencia y sesgos para lidiar con Estados Unidos. En una visión del priismo de los sesenta y setenta, la relación con Trump era de dar y dejar vivir. Trump pedía, AMLO cumplía y lo dejaban vivir sin interferir. Con Biden la intervención será más activa en temas como el cumplimiento de las medidas laborales y medioambientales acordadas en el T-MEC. Biden llega con un equipo de expertos emanados de las mejores universidades de EU, con una visión más global.

Habrá que estar pendiente de Roberta Jacobson, exembajadora de EU en México, quien posee toda la experiencia y conocimiento de la compleja relación con México. Biden la nombró a un puesto sui géneris, pero con mucha influencia (coordinadora de la frontera con EU), después de una administración hostil, centrada —la de Trump— y obsesionada con parar la migración y controlar sus fronteras.

Veremos cuál será el futuro de la relación México-Estados Unidos ante esta nueva administración. Lo más probable es que AMLO use la carta del nacionalismo y soberanía para intentar parar un mundo cada vez más globalizado y al país más poderoso del mundo.

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Sobre este tema hablé con Rafael Bernal, reportero de The Hill, en Washington, D.C. para mi podcast Frecuencias. Disponible en Twitter @rperezalonso y en www.rodrigoperezalonso.co

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