Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

28 Nov, 2020

Un país a medio camino I

Éste es un artículo diferente porque el confinamiento me fuerza a darle tiempo a ciertas reflexiones que espero les sirvan para meditarlas, aceptarlas, o no, y actuar.

México, mi país, es único en el mundo por su gente amable, hospitalaria y alegre; por sus maravillas naturales e imponentes construcciones de diversas épocas. Con historia, leyendas, tradiciones, costumbres ancestrales y también con profundas inequidades, contrastes y pobreza.

La educación varía entre centros académicos del primer mundo, orgullo de los mexicanos. Tenemos grandes pensadores, científicos, artistas y escritores conviviendo con una multitud de instituciones con serias deficiencias, tanto de infraestructura, como en la preparación de los docentes y los reclamos permanentes de los sindicatos; reclamos muchas veces válidos y otras, simplemente oportunistas o algo peor.

Tenemos tres Premios Nobel junto a millones de niños que no tienen la preparación y nutrición adecuadas para seguir estudiando y mejorar su situación con empleos dignos de todo tipo o incluso emprendiendo.

 México es un país lleno de recursos naturales mal distribuidos, agua en exceso en el sureste, con sus respectivas inundaciones, o desiertos en el centro y norte, con sequías, peleas entre la población y gobiernos, federal y estatales, que no responden adecuadamente y causan tragedias.

Hay todavía petróleo, pero el mercado y el futuro como fuente de energía apunta hacia otros métodos de generación, sustentables, renovables y, en muchos casos, más baratos. El petróleo nos salvó de una crisis en 1976 y nos fregó después. La gran empresa estatal, Pemex (y la CFE en menor grado), que nos llenó de orgullo, ahora es un monstruo que languidece y nadie sabe a ciencia cierta cuál será su destino. Lo que es seguro es que no regresará a la era pasada y que sigue teniendo problemas financieros, fiscales y de operación. Muy triste, pero cierto. Urge una perspectiva diferente para que no cause un derrumbe global.

Los regímenes anteriores al actual fueron como los cangrejos —dos pasos para adelante y uno para atrás—. Las terribles crisis y la inseguridad que sufrimos y soportamos ahora vinieron acompañadas por ciertas instituciones que perduran. Entre otras, puedo decir que el IMSS, a pesar de sus deficiencias, es un gran instrumento social, aunque le falta mucho, igual que el ISSSTE y otros organismos paraestatales. Sin embargo, quitar el Seguro Popular porque no era un logro de este régimen es un error que se está pagando con deficiencias y dolor, acrecentado por el efecto terrible de la pandemia.

El INE, antes IFE, nos sigue dando la certeza de que avanzamos lentamente hacia una democracia, además, la libertad de los medios en general es un logro valiosísimo; a pesar de ser criticados por los gobernantes al ir señalando injusticias y errores, y aunque existan fake news y noticias no verificadas o dolosas por todas partes. Eso causa mucha confusión, malestar y polarización.

Hay una lucha correcta contra la corrupción, pero no es generalizada y tiene tintes partidistas en varios casos. Sigue vigente el problema.

Continuará...

 

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