Comida prehispánica, una opción para festejar diferente

Hoy te proponemos una alternativa a la comida ‘clásica’ para que festejes y des el grito este 15 de septiembre como buen mexicano: los insectos
Actualidad -

CIUDAD DE MÉXICO.- Este 15 y 16 de septiembre platillos como mole, pozole y los ya famosísimos chiles en nogada serán los que inunden los platos y bocados de los mexicanos.

Sin embargo, estas preparaciones –por demás características de nuestra gastronomía– no son las únicas que nos aportan identidad como pueblo, ni son las únicas llenas de historia y tradición.

Hoy te proponemos algunas alternativas a los ‘clásicos’ para que festejes y des el grito como buen mexicano… pero ¡no te asustes!, estos manjares, bien conocidos por nuestros ancestros, son nada más y nada menos que insectos.

Al placer de comer insectos se le llama entomofagia, el cual tiene diversos beneficios: nutritivos, sociales, bioéticos y ecológicos.

En México existe una gran diversidad de insectos comestibles, pero los más populares entre los comensales son los chapulines, los jumiles, alcociles y el caviar mexicano: el escamol.

Según el informe Insectos comestibles: perspectivas a futuro sobre alimentación y seguridad alimenticia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la ingesta de insectos complementa la dieta de aproximadamente 2,000 millones de personas en el mundo.

En todo el mundo se consumen más de 1,900 especies de insectos, y entre los más populares están los escarabajos, las orugas y las abejas, avispas y hormigas.

 

Insectos gourmet

En nuestro país es posible encontrar insectos casi en cualquier parte, algunos lugares populares son el Mercado de San Juan y la Merced; en el primero se pueden adquirir por kilo, los escamoles y los gusanos de maguey llegan a ser vendidos hasta en 1,500 pesos; en tanto, los chapulines pueden ser adquiridos por menos de 100 pesos el kilo y 100 gramos de gusano de maguey para acompañar una bebida pueden llegar a los 85 pesos.

Por otro lado, en la Merced, en el último pasillo del mercado, paralelo a la calle de Rosario puede encontrarse un puesto que despacha desde hace 20 años lo que define como comida prehispánica donde una gran variedad de preparaciones están listas para degustar.

En tanto, en algunos restaurantes, un platillo para uno o dos tacos o un omelet de alguna clase de insecto puede ir de los 200 a 400 pesos.

Su elevado precio se debe al hecho de que la producción puede ser más costosa que la de fuentes tradicionales de alimentos. No obstante, estudios actuales sugieren que pueden ser una alternativa más barata cuando se consideran los costes externos de la recolección, producción y el transporte, a la hora de calcular los costes totales de los alimentos que se producen con técnicas convencionales.

La mejora de la mecanización es clave para el crecimiento de la industria para elaborar productos derivados de los insectos que sean seguros y puedan adquirirse a un precio razonable a escala industrial, especialmente en comparación con los productos cárnicos.

Sin duda la recolección y la cría de insectos pueden generar oportunidades empresariales en las economías desarrolladas, en fase de transición y en desarrollo, de acuerdo con la organización, debido a su fácil recolección y cría en algunos casos.

Según Ousseynou Ndoye, coordinador de la FAO en Camerún, “la domesticación de insectos es un planteamiento en el que todos ganan. Los insectos se producirán de manera sostenible y, al mismo tiempo, seguirán mejorando los medios de vida de las comunidades rurales”.

 

Pero ¿cómo prepararlos?

Hay infinidad de formas en que se pueden preparar los insectos. Aquí te van algunas opciones:

  • De la misma forma que con algunas carnes o pescados, también existen algunos insectos que por sus características se comen frescos; tal es el caso de la hormiga melífera o alguna que otra larva o langosta.
  • Los gusanos de maguey suelen cocerse en un pergamino hecho con penca de maguey y se comen en tacos con tortillas untadas de guacamole.
  • Los chinicuiles o xinicuiles se hacen en tamal, fritos con mantequilla o con aceite de oliva.
  • El gusano elotero, cinocuil o cuili se tuesta en comal o se fríe para comerse en tacos con salsa.
  • Los escamoles son huevecillos que también se conocen como caviar de la hormiga chicatana, que puede ser negra o roja y contienen 96% de proteína; éstos se pueden preparar fritos en mantequilla en tortas de huevo de guajolote y en mixiote o al ascomolli, conocido como mole de hormiga.
  • Los chapulines, saltamontes o langostas son similares a los grillos, sólo que se encuentran en diversos tamaños. Se fríen o tuestan y se comen agregándoles mojo de ajo y limón. El taco se suele acompañar con salsa de chile pasilla.
  • El jumil es una especie de chinche de monte, se considera un alimento de alto poder nutritivo. Algunos prefieren comerlos vivos, otros los asan y machacan en molcajete con tomates asados y chiles verdes; algunos les agregan guacamole y arroz. También se tuestan y se revuelven con sal y pimienta para espolvorearlos en algún alimento.
  • Las larvas de moscos y los moscos se venden por kilogramo como alimento de pájaros, pero también se pueden usar para hacer tortitas y tamales.

*livm

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