David Páramo

Análisis superior

David Páramo

23 Ene, 2018

Irresponsabilidad política

 

La semana pasada, un diputado del PRD, muy posiblemente buscando cinco minutos de notoriedad política, presentó una iniciativa para cambiar la ley, de modo que el Banco de México estableciera un tope máximo a las tasas de interés que se cobran a los créditos en 35%, y dijo algo así como: para que sean como las de los países de origen donde operan los bancos.

Se trata, por decir lo menos, de una tremenda barbaridad y muestra del profundo desconocimiento de legisladores quienes, a pesar de usar dinero de los contribuyentes para tener asesores, pueden presentar iniciativas tan malas como ésta o de un grave oportunismo político, al decir mentiras a sabiendas para tratar de engañar a los votantes ofreciendo algo que saben imposible, pero suena bien.

La propuesta del perredista, que deberá quedar en la anécdota sobre los extremos a los que llegan los legisladores, es una vergüenza:

Primero. Pretende que los bancos cobren lo mismo que en sus países de origen. El legislador debería saber que todos los bancos que operan en México son mexicanos por ley. La sutileza es que hay algunos que son bancos mexicanos de capital mayoritariamente mexicano o internacional, por lo que quizá podría hablar de matrices.

BANCOS MEXICANOS

Segundo. De los 52 bancos que operan en México, la mayoría es de capital mayoritariamente mexicano. Sin entrar en demasiados detalles: Banorte, institución de capital mayoritariamente nacional y que tiene su matriz en el país, está en el proceso de pasar del tercer al segundo grupo financiero de mayor tamaño.

¿Cómo aplicaría la ley que pretende reformar el legislador? ¿Los bancos mexicanos podrían cobrar unas tasas y los extranjeros otras? Eso va totalmente en contra de cualquier acuerdo comercial. No olvide que el PRD está junto con aquellos quienes dicen que las posiciones de Donald Trump son insulting and unacceptable.

Tercero. La banca mexicana ha vivido un largo proceso desde mediados de la década de los noventa, la cual ha permitido no únicamente cumplir cabalmente con las normas internacionales tal y como lo demostró el BIS a finales del año pasado, sino también que durante los últimos años la banca ha crecido a tasas superiores a tres dígitos sin que la cartera vencida haya aumentado.

Vale la pena destacar que todos los renglones de crédito a la iniciativa privada han crecido a una tasa de dos dígitos. 

En la medida de que la gente, especialmente la de menores recursos, tenga acceso al crédito, mejora su nivel de vida. El gran reto durante la administración de Enrique Peña Nieto ha sido la inclusión financiera, es decir, que más personas tengan acceso a los servicios financieros para mejorar su vida.

Las instituciones financieras en México no sólo tienen los más altos estándares de capitalización, sino que, además, cada vez sirven de mejor manera a los mexicanos mediante una férrea competencia en materia de calidad y precio.

Cuarto. Si los bancos tuvieran que fijar las tasas de interés artificialmente, disminuiría la competencia entre los bancos y eso iría en contra de las personas, especialmente los que menos tienen, puesto que se les dificultaría el acceso al financiamiento. No hay crédito más caro que el que no existe.

Quinto. La competencia entre las instituciones financieras mejora las condiciones para las personas, lo que finalizaría de proceder la iniciativa de ese legislador perredista al que no vale la pena nombrar, no vaya siendo que sólo estuviera buscando fama.

ALIANZA

Mucho más allá de la ocurrencia legislativa hay un tema que subyace. El Partido Acción Nacional tradicionalmente ha sido proclive a la competencia entre agentes económicos. No sólo fueron fundamentales para el saneamiento del sistema financiero en la década de los noventa, sino que durante las administraciones emanadas de su partido la banca fue sentando los cimientos para ser cada vez más competitiva a favor de las personas.

De hecho, los legisladores de Acción Nacional fueron fundamentales para la aprobación de las reformas financieras que se implementaron durante esta administración y que tan buenos resultados han dado a favor de los mexicanos.

La alianza entre PAN, PRD y Movimiento Ciudadano habla de un gobierno de coalición o algo así; sin embargo, no pueden aterrizar en los hechos. El que Dante Delgado le dé lecciones públicas de cómo manejarse con los medios a
Ricardo Anaya sólo es una anécdota en comparación con hechos como la ocurrencia de este legislador.

¿Cuál es la visión de esta alianza sobre el sistema financiero y la competencia en él? Ningún votante sabe hacia dónde va esta alianza que no sea hacia un intento obsesivo de llegar a Los Pinos.

 

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