Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

21 Feb, 2018

Humo blanco en la NOM044

 

Luego de un largo periodo de estira y afloja entre el sector automotriz, la sociedad civil organizada pro cuidado ambiental y las autoridades federales, por fin la Administración de Peña Nieto logró un consenso para elaborar, aprobar y publicar la modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM044 que aplica desde el 2006.

La nueva NOM incorpora criterios más estrictos para el control de emisiones contaminantes de motores nuevos y vehículos pesados a diésel, dado que los límites máximos permisibles para motores nuevos y vehículos pesados nuevos (mayor a 3,857 kilogramos) de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos no metano, hidrocarburos no metano más óxidos de nitrógeno, partículas y amoniaco.

Las emisiones serán monitoreadas con los mismos sistemas de diagnóstico a bordo que los automóviles de gasolina, pero a partir de que exista plena disponibilidad de diesel de ultra bajo azufre en todo el territorio nacional, a lo que se ha comprometido Pemex, de Carlos Treviño, para el 1º de enero del 2019.

Ése fue el punto clave para que la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, de Eduardo Solís, y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, de Miguel Elizalde, así como las organizaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y el Centro Mario Molina, alcanzaran el acuerdo.

La Semarnat, de Rafael Pacchiano, estima que con la incorporación de nuevas tecnologías, habrá reducciones importantes de emisiones de partículas de óxidos de nitrógeno,  con lo cual habrá mayores beneficios a la salud pública y a los ecosistemas, además de la contribución que esto representa en la mitigación del cambio climático. Por lo mismo, aunque la NOM044-SEMARNAT-2017 entrará en vigor a los 60 días de su publicación (finales de abril), los beneficios reales se verán en 2019.

DE FONDOS A FONDO

#PresidenciablesConTodos… No sólo asistirán los candidatos a la Presidencia de la República de partidos políticos e independientes a la Convención de la Asociación de Bancos de México, que preside Marcos Martínez, el próximo 8 y 9 de marzo, sino que la propuesta del sector financiero que preparen tendrá que ser muy incluyente porque el pasado viernes 16 de febrero, asociaciones del sector financiero, estuvieron presentes en una reunión de trabajo en la que se acordó convocar a los candidato presidenciales, para tener una plática sobre diversos temas que son de suma importancia para los agremiados: competencia de mercado, inclusión financiera, banca de desarrollo, aspectos fiscales, Estado de derecho, competitividad y regulación proporcional y Fintech.

Están trabajando a todo para que el encuentro se lleve a cabo el próximo 20 de marzo del presente y tiene como fin conocer sus visiones, así como elevar la visibilidad de cada sector ante las estructuras gubernamentales, tomando en cuenta la época electoral en la que se encuentra el país.

Incluya a la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE) de Enrique Bojórquez; la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (ASOFOM) de Adolfo González; el Consejo Mexicano de Uniones de Crédito (ConUnión) de Luis Morales; la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras de Arrendamiento, Crédito y Factoraje (Amsofac), de Jesús Dillón; la Asociación Mexicana de Empresas de Nómina (AMDEN) que encabeza Gustavo Martín del Campo; la Asociación Nacional de Centros Cambiarios y Transmisores de Dinero (ANCEC-TD) de Jorge López; la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) de Carlos Noriega; la Asociación de Plataformas de Fondeo Colectivo (AFICO) de Marc Segura; la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (AMAV) de David Madrigal; ProDesarrollo, Finanzas y Microempresa (ProDesarrollo), de Aurora Vignau y, por último FinTech México cuya presidencia acaba de asumir Francisco Meré.

#TLCUEM avanza a la novena ronda… Diez capítulos se han cerrado ya en la negociación del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México, incluyendo los relacionados con obstáculos técnicos al comercio; empresas propiedad del Estado; subsidios; comercio de bienes en lo referido a reglamentación nacional, telecomunicaciones, transporte marítimo y servicios de entrega o mensajería y anticorrupción (con el mismo contenido que tiene el TTP11 o el, recientemente, negociado con Estados Unidos y Canadá en Montreal), en ocho capítulos más hay un avance de 95% en las negociaciones que incluyen facilitación de comercio, inversión, compras de gobierno y algunas de las partes legales del acuerdo. El equipo técnico encabezado por Juan Carlos Baker, subsecretario de Negociaciones Comerciales de la Secretaría de Economía y, sus contrapartes europeos como
Cecilia Malmström, la comisaria de Comercio y, Phil Hogan de Agricultura y Desarrollo Rural, aún tienen camino por andar en tres temas que son torales: reglas de origen, acceso a mercado de bienes agropecuarios (que no fueron negociados como el acceso de bienes industriales y de servicios en 2007), y los relacionados con Propiedad Intelectual que están incluidos en su mayoría en el TTP11.

En el caso de reglas de origen, difícilmente puede negociarse un acuerdo que se encuentra en una profunda revisión dentro del NAFTA, pero en el caso de acceso a bienes agrícolas se están fijando términos de dar acceso a una serie de productos de alta demanda como atún, espárragos, fresa, pechugas de pollo, esto incluye acceso a productos lácteos y quesos procedentes de Europa. La mantequilla de ida el queso de vuelta, podríamos decir, pero atraviesa por una de las complejidades más importantes de la negociación y es hacer convivir un sistema de marcas como el que ha desarrollado México (y Norteamérica), con otro de indicaciones geográficas como el que impera en la Unión Europea.

El tema es vasto y complejo y aunque hay visos de que los negociadores europeos han comenzado a flexibilizar su posición para evitar que el uso de “tipos” de productos que definen una marca pueda convertirse en violatorio de los derechos de los productores europeos, también se está definiendo el grado de protección que debe prevalecer como en el caso de las denominaciones de origen.

En fin, la coexistencia de los dos sistemas es todo un paradigma, sobre todo cuando se trata de salvaguardar dos regímenes que tienen más de un centenar de años de existencia en México y en Europa. Lo importante es la flexibilidad que muestren en ambas partes y, en el caso de los industriales de lácteos en el país y el Consejo Nacional Agropecuario que preside Bosco de la Vega, parece que también se ha flexibilizado el criterio.

 

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