Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

8 Mar, 2018

¿Qué hay de la agenda bancaria?

Llegar a la 81 Convención Bancaria de la ABM, bajo la presidencia de Marcos Martínez, abre una enorme discusión no política sobre los desafíos que enfrenta la agenda regulatoria y operativa del sistema bancario.

Le comenté cómo es altamente probable que, este jueves, el Presidente esté anunciando la promulgación de la Ley Fintech, con lo cual arranca el periodo de seis meses para que se integre la regulación secundaria y, en el caso del sector bancario, la madre de todas las discusiones está centrada en la obligación que se establece en la ley para que compartan la información de sus clientes con las plataformas de pagos e instituciones fintech, siempre que lo autorice el cliente.

Para el regulador, el desafío es todavía mayor porque se tiene que asegurar que los servicios bancarios ofrecidos con plataformas fintech, que generalmente se tercearizan, no implica una dilución de responsabilidades en la cadena de los riesgos que asumen.

De ahí que los discursos del secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya; del gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, y del presidente de la CNBV, Bernardo González, son imperdibles. No espere más de proyección económica o monetaria y sí mucho de lo que hay pendiente.

De hecho, un elemento que le dejo a usted sobre la mesa de discusión es el de la competencia. En conjunto, el sistema se observa solvente, líquido, con ganancias récord en 2017, sin embargo, hay un fuerte cuestionamiento en materia de competencia entre las mismas instituciones del G8 y hacia el universo de “medianos y chicos”.

De hecho, esas ganancias se observan en Bancomer, de Eduardo Osuna, y Banorte, de Marcos Ramírez, porque para el resto de los grupos la ganancia de 2017 fue relativamente normal, y para los bancos medianos y chicos, el año fue bastante pobre en números.

Por eso, no le extrañe la insistencia que se hará en el tema de competencia financiera, subrayando la elevada concentración que se muestra en algunos segmentos del mercado financiero en unos cuantos jugadores, incluyendo el fondeo de la banca de desarrollo, que resulta en mucho subsidio incluso para los grandes acreditados de los grandes bancos.

DE FONDOS A FONDO

#CrowdFunding #Fintech #Afluenta. El peer-to-peer lending o crowdfunding es una de las alternativas de inversión/financiamiento entre personas o empresas a través de plataformas tecnológicas y la Ley Fintech, tan pronto entre en vigor y se emita la regulación secundaria, las considera instituciones de fondeo colectivo, regulación que llega cuando el mercado ya está en plena expansión. De hecho algunas iniciaron como sofomes, otras simplemente iniciaron sin reglas, como ocurre con el virtual world

Entre los nombres conocidos está el de Afluenta, que en Latinoamérica (Argentina y Perú) encabeza Alejandro
Consentino, y su operación en México es dirigida por Rebeca Azaola, la primera empresa de su tipo en la que invirtió ocho millones de dólares el IFC del Banco Mundial y ha recibido capital del fondo de inversión Elevar Equity y recientemente de Ignia de Álvaro Rodríguez Arregui.

Afluenta ha sido una fuerte impulsora de la Ley Fintech y por lo mismo se diferencia de otros jugadores por su fuerte compromiso con la transparencia, la administración adecuada de riesgos y el cumplimiento en la promesa con el cliente que paga su comisión, el que toma el crédito y el que invierte en crédito.

¿Dónde se genera la ganancia para ambos?, en que la comisión por intermediación prácticamente desaparece y va al cliente en forma de rendimiento (promedio de 26% anual el año pasado) a plazo promedio de 24% o de tasa activa para montos relativamente bajos (hasta 80 mil pesos) que pueden pagarse en 48 meses y con la opción de inversionista y acreditado de entrar al mercado secundario de subastas para hacer liquidez o mejorar el costo del crédito.

La plataforma es segura y firme, se ha desarrollado anticipando la Ley Fintech, tanto en cumplimiento de reglas de lavado de dinero, de contratación mercantil, análisis paramétrico de capacidad de crédito que define la tasa que va de 16 a 55% dependiendo del riesgo que la plataforma asigne al proyecto, diversificación de la inversión (ningún inversionista puede tener más de 5% de un crédito, así que la diversificación es obligada), y en todos los casos se utiliza una cuenta de banco para que el dinero entre y salga entre P2P.

En México ya acumulan un portafolio de mil inversionistas con promedio de 30 mil pesos, cartera vencida menor a 3% y un índice de reinversión de fondos de 95%, y continúa su expansión hacia Brasil y Colombia.

El pedir ser regulado, revisado, auditado, es parte del DNA de Afluenta que en 2016 inició operación en México con un sistema de análisis inteligente de crédito que permite que hoy que se realice una inversión o solicitud de crédito desde un Smartphone asegurando la protección de datos, la integridad de la información, la administración de transferencias para ambas partes, por lo que el desafío de este tipo de promesas parafinancieras en materia de bancarización no es la plataforma, sino que continúe la penetración de la banda ancha móvil en México.

Afluenta forma parte de Afico, la Asociación de Financiamiento Colectivo, con 24 las plataformas de fondeo colectivo que operan en México, la más antigua es Kubo, una SFP que puede hoy transitar a ITF ¿o no?

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