Siete errores que todos cometen con sus finanzas

1. No saber cuánto ni en qué se te va el dinero

A quién no le ha durado más el mes que el sueldo, todos nos hemos visto alguna vez en aprietos financieros por no tener bien claro en qué gastamos. Este es uno de los errores más comunes y si te pasa frecuentemente, es claro que tienes un grave problema de planeación.

Lo primero que debes hacer para mejorar la salud de tus finanzas es llevar un registro de todos tus ingresos y egresos, es mejor que sea diario para que no se te escape nada. Puedes hacerlo todos los días cuando llegas a casa o usar una aplicación móvil donde registres tus gastos inmediatamente después de hacerlos.

Al tener claras tus cuentas, puedes crear un presupuesto que te permita llegar a fin de mes con un colchoncito de ahorro.

2. Gastar más de lo que ganas

Claro que a todos nos encanta gastar sin pensar en las consecuencias, pero cuántas veces te has visto en aprietos cuando llega el recibo de la tarjeta de crédito. Si no tienes tus cuentas claras ni un presupuesto al cual apegarte, es muy fácil caer en cualquiera de las trampas que hay en los centros comerciales y supermercados. Muy probablemente acabarás comprando cosas que ni siquiera sabías que “necesitabas”.

No es que tener un presupuesto te haga inmune al marketing y la publicidad. Pero si tienes un plan que seguir, donde contemplas las cosas que necesitas comprar y te das un margen para los gustitos, seguramente podrás resistir con mayor fuerza. Ahora bien, si no le haces caso al  plan que tú mismo hiciste, es muy probable que acabes pasando la tarjeta más de la cuenta y  te encuentres en serios problemas financieros por las deudas.

3. Dejar el retiro para luego

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Afores, sólo el 23% de los mexicanos hace planes para el retiro laboral en alguna etapa de su vida. Si a esto le sumamos que, según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), 25% de los mexicanos que un año tuvieron un empleo formal no lo tienen el siguiente (lo que significa que buena parte de ellos no cumplirán con la cantidad de semanas trabajadas para jubilarse cuando cumplan la edad requerida), se vuelve verdaderamente relevante pensar en cómo resolveremos nuestra jubilación.

Así que, a menos que ya seas un millonario, es mejor que consideres esto y comiences a hacer planes. Existen muchas opciones, puedes hacer aportaciones voluntarias a tu AFORE, comenzar a ahorrar por tu cuenta, meter tu dinero en un fondo de inversión para el retiro, etc. Sin duda el plan de nuestro retiro es algo en lo que debemos empezar a ocuparnos para que, cuando el tiempo llegue, podamos disfrutar de unos buenos y merecidos años de descanso.

4. No tener más fuentes de ingresos

Siempre hay que estar preparado para las adversidades y tener un plan de contingencia por si algo inesperado sucede. En estos tiempos hay muy pocos trabajos seguros y de por vida, todo el tiempo se está en peligro de sufrir las consecuencias de un recorte de personal y más vale que estemos preparados para esto.

Además, aunque tengamos un buen trabajo, es claro que tener una fuente extra de ingresos no nos caería nada mal. Busca opciones de inversión o inicia un pequeño negocio familiar que puedas atender en tus tiempos libres y no te consuma demasiado. Así estarás preparado por si te quedas sin trabajo y, mientras esto no suceda, podrás ahorrar tus ganancias para tener un muy buen fondo de emergencias.

5. Comprar por apariencia y no por necesidad

Seamos claros, no se trata de que dejes de lado todas las cosas que te gustan y que volvamos a la época de las cavernas donde sólo usábamos lo imprescindible. Pero definitivamente vivimos en tiempos donde se valora más la apariencia que el verdadero uso de las cosas, y muchas veces esto nos lleva a hacer gastos que luego nos dejan con problemas financieros.

Cada vez que vayas a comprar algo debes hacer un ejercicio de honestidad contigo mismo y preguntarte si de verdad necesitas tal cosa. Reflexiona sobre la utilidad de lo que sea que vayas a comprar y olvídate de ideas como: “es que está bien bonito” o “todo en la oficina tiene uno”. Compra sólo lo que realmente necesites y olvídate de las fanfarrias.

6. No contar con un seguro

Si alguna vez has tenido un accidente automovilístico y te agarraron sin seguro, ya sabes lo caro que resulta esto. Pero no sólo aplica para el auto, el otro seguro que debes tener siempre vigente es el de gastos médicos, ya sea del IMSS, ISSSTE o uno particular, siempre debes estar preparado para cualquier problema de salud que tu o tu familia pueda tener.

Como dice el dicho, “que no te salga más caro el caldo que las albóndigas”. Aunque te parezca inútil y caro estar pagando seguros, ten en cuenta que si llegas a tener un accidente, te va a salir más caro resolver el problema sin este respaldo que si estuvieras pagando la mensualidad de un seguro.

7. No invertir en tu educación

Cuando eres joven es quizá el mejor momento para invertir tiempo y/o dinero en adquirir nuevos conocimientos, aunque siempre es tiempo para seguir aprendiendo . Cualquier camino al éxito que desees tomar, como abrir un negocio o subir de puesto en el trabajo, va a requerir que adquieras nuevos conocimientos.

Uno siempre debe buscar nuevas oportunidades de aprendizaje y estar dispuesto a invertir lo necesario para poder acceder a esos conocimientos. No siempre necesitamos dinero, hoy en día hay miles de herramientas en línea para aprender cosas nuevas, sólo se trata de tener las ganas y darse el tiempo.

*DR