Los cuatro fantásticos del liderazgo
Los héroes existen. En los ambientes VUCA o de alta vulnerabilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, los líderes empresariales deben asumir roles de seres fantásticos. Concretamente de cuatro de ellos. Esto les permitirá sobrevivir a las recesiones y crisis, salir fortalecidos y crear entornos más promisorios y felices para sus colaboradores, aliados y clientes.
¿Cuál es el liderazgo que requieren los tiempos de pandemia?
Cuando la desilusión y desafíos constantes se vuelven cotidianos, es necesario recurrir a éstos personajes:
Serenidad, la mujer invisible
En primer lugar, los líderes deben aprovechar el poder de la reflexión porque puede proporcionar estabilidad en un tiempo de tanto tumulto.
Cuando todo lo que nos rodea y resultaba familiar en términos del status quo se desmorona, necesitamos algo a lo que aferrarnos. Nuestros valores y propósito pueden darnos consistencia.
Es recomendable, entonces, pensar en nuestros valores y creencias fundamentales. Conviene “desempolvar” la misión empresarial.
Transformación, la antorcha humana
Tradicionalmente, muchas culturas emplean el fuego como un símbolo de transformación y cambio. Las religiones lo aluden como “fuego nuevo”.Arquetípicamente se trata del viaje del héroe, el que parte de la adversidad a encontrar una solución a una catástrofe inminente.
Es el viaje o análisis, lo que les permite a las personas a pensar en cómo generar la transformación a partir de la adversidad. Se trata de un proceso que nos provee de ideas y sabiduría para crear un cambio radical.
Cuando enfrentamos desafíos, la antorcha nos permite destruir los paradigmas y prejuicios para conformar nuevas perspectivas que nos den una sensación de esperanza. Alude, en gran parte, al Ave Fénix y su resurgimiento de las cenizas.
La fuerza de la Mole
El tercer pilar es crear una sensación de seguridad para los que los rodean. Esto es distinto de una sensación de comodidad, porque el status quo puede sofocar la creatividad.
La fuerza es crear una sensación de seguridad para que los empleados se sientan cómodos al hablar y opinar, e incluso auto percibir que sus ideas son importantes para la organización. La fuerza es el respeto y la inclusión a la diversidad, pero también a la vulnerabilidad.
La fuerza en una organización también se nutre de nuestra tolerancia a errores si sostienen un ambiciosos plan de mejorar e innovar y el permanecer abiertos a las críticas constructivas, el verlas como oportunidades de maximizar recursos y aportar.
La fuerza, finalmente, alude a la auto seguridad y capacidad de empoderamiento a cada miembro del equipo en su área de especialidad.
Adaptabilidad, el hombre elástico
Es la capacidad de responder al contexto que vivimos, de adaptar lo que ya poseemos para dar soluciones a nuevas demandas y expectativas. Es no mantener posturas y procesos inamovibles y burocráticos, sino sintonizarnos con personas y momentos específicos. Es la capacidad de reconocer la unicidad de cada persona y situación y adaptar recursos, filosofía, trabajo y acciones.
El líder elástico es el que aún en la mayor recesión e incertidumbre halla oportunidades, guías y soluciones. Es quien personifica la consistencia.
Ahora, sin importar las características personales y sectores económicos en los que nos desenvolvamos, todos podemos emular a los cuatro fantásticos del liderazgo. Somos capaces de ser agentes de mejoramiento y dignificar los aportes y trabajo de los otros.
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