Avanza en Diputados el Fondo de Pensiones

• No hay reglas de operación para el traslado al nuevo Fondo de Pensiones.

Con los votos en contra de los partidos de oposición, ayer se aprobó en la Comisión de Seguridad Social, la reforma de pensiones, que creará el nuevo Fondo de Pensiones para el Bienestar y al que se traspasarán –la palabra correcta es expropiar– los ahorros de millones de mexicanos mayores a 70 años afiliados al IMSS, y de 75 años afiliados al ISSSTE y que no han solicitado su jubilación.

Por fortuna, el dictamen se modificó y sólo aplicará a cuentas inactivas cuyos recursos, antes de esta reforma que modifica cinco leyes, eran administrados por el IMSS y ahora con una total opacidad, porque no hay reglas de operación para el traslado al nuevo Fondo de Pensiones.

Es una mala noticia por varios motivos. El primero es que es la primera vez que en la 4T utilizarán los ahorros de trabajadores mexicanos y, aunque se afirme que no es formalmente una expropiación, no hay tampoco claridad sobre los mecanismos para que los trabajadores o sus beneficiarios, en caso de fallecimiento del titular de la cuenta, puedan recuperar sus recursos.

A diferencia de las afores, en la que los trabajadores conocemos claramente cuál es el rendimiento de nuestros ahorros de retiro, ahora no se individualizarán las cuentas inactivas y pasarán a una bolsa común, que operará con opacidad el nuevo Fondo de Pensiones.

Además, generará mayores presiones a las finanzas públicas para la nueva administración –gane quien gane– porque, una vez aprobada la reforma en el Congreso con la mayoría de Morena y partidos aliados, tendrá que presupuestarse el pago de pensiones al 100% a los trabajadores que se jubilen y ganen menos de 18 mil pesos mensuales.

Adicionalmente, es una reforma con evidentes fines políticos, que entrará en vigor a cinco semanas de las elecciones y que, desde luego, utilizará en su campaña Claudia Sheinbaum.

SHEINBAUM, CASA LLENA CON EMPRESARIOS

Claudia Sheinbaum tuvo ayer una exitosa reunión con miembros de una gran cantidad de cámaras empresariales, encabezados por Francisco Cervantes, presidente del CCE, que materialmente atiborraron el recinto para estar con la candidata de Morena y partidos aliados.

Los muy sonrientes empresarios le externaron su preocupación por la inseguridad en México que es, sin lugar a dudas, uno de los principales frenos a la inversión, mientras que Sheinbaum insistió en su economía de responsabilidad compartida.

Reiteró que no impulsará una reforma fiscal, que no habrá alza de impuestos y extrañó un poco que asegurara a los empresarios que Juan Ramón de la Fuente, Marcelo Ebrard y Altagracia Gómez, quienes participan en su equipo, han empezado a revisar el T-MEC, pero que no es una renegociación.

Para empezar, ningún tratado se puede revisar unilateralmente y, en el caso del T-MEC, en 2026 –gane quien gane– habrá una renegociación del tratado con Estados Unidos y Canadá.

RAMÍREZ DE LA O, ¿DÉFICIT COYUNTURAL?

Al participar en las reuniones del FMI y el Banco Mundial en Washington, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, minimizó el déficit público de más de 5.7% del PIB este año asegurando que se debe a la conclusión de los grandes proyectos de infraestructura.

Con su característico optimismo dijo que para 2025 la situación presupuestaria será diferente porque estas obras no implicarán un gasto recurrente y se reducirá el déficit público.

La débil situación de las finanzas públicas es la razón por la que Sheinbaum le pide que permanezca en Hacienda.