Riesgos y desafíos para empresas familiares: KPMG

KPMG realizó una interesante encuesta sobre empresas familiares en México bajo la coordinación de Jesús Luna, socio líder de Asesoría en Auditoría Interna, Riesgo y Cumplimiento.

En México, una gran mayoría de las empresas son familiares, y el estudio de KPMG se basa en detectar cuáles son sus principales desafíos en un entorno disruptivo a nivel nacional e internacional.

Se entrevistaron a empresas de Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Edomex, Quintana Roo, Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Guanajuato, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Yucatán y de diversos sectores como servicios, consumo, manufactura, bienes raíces, transporte, salud, finanzas y tecnología.

Aunque el 47% de las empresas encuestadas son grandes, con mas de 300 millones de pesos anuales de facturación, se incluyó también a empresas pequeñas de hasta 20 mdp de facturación y desde 9 empleados hasta más de 500.

Jesús Luna explica que entre los desafíos principales está el control de la empresa y no sólo para las que busquen convertirse en emisoras en el mercado accionario, porque además de definir su estrategia de control de riesgo deben fortalecer su gobierno corporativo y tener reglas claras de sucesión.

CAMBIO GENERACIONAL

El 88% de las empresas encuestadas aseguró que el factor más importante para su éxito radica en mantener el control de su negocio, pero no más del 20% de empresas familiares logran sobrevivir en el tercer cambio generacional y la mayoría no lo logra ni en el segundo cambio generacional.

De las empresas encuestadas por KPMG, sólo el 28% aseguró tener un claro plan de sucesión, y sólo el 34% tiene una estrategia de negocio clara, formalizada, actualizada y medible.

El 68% de las empresas afirmó que tiene entre 2 y 4 accionistas familiares; sólo el 27% tiene un consejo familiar y el 23% tiene un plan de sucesión para los puestos de alta dirección, incluido el director general.

Es fundamental, afirma Luna, que los empresarios determinen muy bien los límites entre la empresa y la familia.

VENTAJAS MÍNIMAS DE AUMENTAR EDAD DE RETIRO

La Consar, que preside Abraham Vela, realizó un amplio estudio sobre la propuesta de aumentar la edad de retiro de 65 a 68 años, en el que concluye que las ventajas serían mínimas.

Señala que habría más trabajadores que tendrían la posibilidad, al cotizar más tiempo, de contar con las 1,250 semanas que se requieren para jubilarse, pero reconoce que aun elevando la edad a 68 años, sólo el 26% de los trabajadores cumplirá con las 1,250 semanas, porque hay un elevado número de trabajadores que pasan la mayor parte de su vida laboral en la economía informal.

La tasa de reemplazo no tendría un impacto significativo porque aumentaría del 49% con retiro a 65 años, al 52% a los 68 años.

Concluye que elevar la edad de retiro a 68 años tendría efectos positivos marginales para la cobertura, las pensiones de los trabajadores y un beneficio fiscal prácticamente nulo para las finanzas públicas.

Para una reforma integral de pensiones, la Consar se pronuncia a favor de incrementar las aportaciones obligatorias y el ahorro voluntario, reducir las comisiones y aumentar los rendimientos.