Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

6 May, 2023

El mago de Oz y la pandemia

Ayer por la mañana cuando el doctor Tedros Adhanom, director de la Organización Mundial de la Salud, anunció que con esperanza daba por terminada la emergencia sanitaria como consecuencia del covid-19, recordé la 83 Convención Bancaria que se celebró en Acapulco el 12 y 13 de marzo de 2020, en aquel entonces en los pasillos del Hotel Princess todos comentábamos la inminencia del arribo de la pandemia a México, con un hueco en el estómago millones comenzamos a ver la conferencia de prensa diaria a las 19 horas, era el  comienzo de las fallas, inconsistencias y luego negligencia del “estratega” de la pandemia en México. La pandemia le costó a México más de 600 mil personas fallecidas, una caída económica de 8.3 por ciento y el cierre de un millón de empresas, en términos de género, las cicatrices todavía están frescas en el mercado laboral. Ayer por la mañana cuando el doctor Tedros Adhanom, director de la OMS, anunció que con esperanza daba por terminada la emergencia sanitaria como consecuencia del covid-19, recordé la 83 Convención Bancaria que se celebró en Acapulco el 12 y 13 de marzo de 2020, en aquel entonces en los pasillos del Hotel Princess todos comentábamos la inminencia del arribo de la pandemia a México, con un hueco en el estómago millones comenzamos a ver la conferencia de prensa diaria a las 19 horas, era el  comienzo de las fallas, inconsistencias y luego negligencia del “estratega” de la pandemia en México. La pandemia le costó a México más de 600 mil personas fallecidas, una caída económica de 8.3 por ciento y el cierre de un millón de empresas, en términos de género, las cicatrices todavía están frescas en el mercado laboral.

¿QUÉ APRENDIMOS?

En mi caso, la pandemia confirmó que los liderazgos no son muy aptos para enfrentar problemas abstractos más allá del corto plazo, no sólo en México el Presidente subestimó a la pandemia bajo la protección de sus talismanes: en EU, Trump también pretendió que la pandemia no existía, mientras que el primer ministro británico Boris Johnson terminó en terapia intensiva por subestimarla. Los ejemplos en casi todos los países fueron muy evidentes, los liderazgos tienen la propensión a decir que todo está bien, aunque no lo esté. Los liderazgos son deficientes en reaccionar ante problemas abstractos, lo cual es un mal indicio respecto a la capacidad de enfrentar con política pública fenómenos como el calentamiento global o nuevas tecnologías como la inteligencia artificial. Sin embargo, la pandemia también mostró la velocidad de adaptación de la sociedad en su conjunto. Las empresas y las personas lograron en cuestión de semanas que cientos de millones de personas en todo el mundo pudieran trabajar desde casa, no sin grandes sacrificios, sobre todo de los sectores más vulnerables. Muchas compañías pudieron adoptar el comercio electrónico, algunas personas que perdieron su empleo lograron reinventarse e instituciones públicas encontraron la manera de seguir operando. Lo que también implica que los humanos nos adaptaremos al cambio climático y a los retos que implica la inteligencia artificial.

¿QUÉ NO APRENDIMOS?

No aprendimos que se deben sacrificar los objetivos políticos de corto plazo para limitar costos enormes en el mediano plazo, el ejemplo más emblemático en el contexto de la pandemia se dio a finales de 2020 cuando comenzaban las primeras vacunas y la Organización Mundial de la Salud pidió a los países desarrollados una estrategia global que consistía en conformar un gran fondo para dotar a países pobres de vacunas. La propuesta no sólo tenía racional humanitario, tenía una lógica económica impecable, dado que tener millones de personas sin vacunación aumentaba el riesgo de nuevas variantes que llevarían a nuevas olas de contagio que serían mucho más costosas que las decenas de miles de millones de dólares que hubiera requerido el fondo. Obviamente, después llegó ómicron y un nuevo impacto económico de cientos de miles de millones de dólares.

EL MAGO DE OZ

Como en la historia del mago de Oz, la pandemia vino ha mostrarnos que no hay nadie a cargo, sólo pequeños personajes que no tienen mucha idea de qué hacer y son, como el mago, farsantes atrapados en los corredores de sus palacios. Lo único que nos salvó de un destino más funesto fueron los científicos que lograron en meses lo que antes tardaba años. En el futuro será la ciencia nuevamente la que pueda ayudar a enfrentar con éxito las amenazas abstractas y exponenciales de mediano plazo.

 

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