Milagroso regreso a la Categoría 1  en seguridad aérea

El próximo 29 de mayo llegará a México el equipo de la FAA para realizar la revisión final del cumplimiento de México de los compromisos y estándares de seguridad en materia de aviación civil que se comprometió ante la OACI. Esto, en teoría, podría llevar a la elevación de la Categoría 2 hacia el nivel 1 para el próximo mes de junio.

Entre las líneas aéreas no había certeza de cuándo se estaría realizando la revisión, pero desde el 4 de mayo se inició de manera virtual en sesión permanente por los equipos de la AFAC, que encabeza Enrique Vallín, y de la SICT, que encabeza Jorge Nuño, con el equipo de la FAA.

La preauditoría remota se realizó del 15 al 22 de mayo, y el retraso “percibido” en el calendario no se debió a que México no estuviera listo, sino que el equipo de la FAA no estaba completo para realizar la visita in situ y llevar a cabo la technical review.

La revisión incluyó 316 preguntas, con el soporte de documentos y ejecución de compromisos. Y, aunque no estaba en los compromisos, se publicaron la semana pasada en el DOF todos los reglamentos a la Ley Federal de Aviación Civil recientemente reformada, para evitar tomar riesgos.

En materia de medicina preventiva para el transporte aéreo, capacitación de tripulaciones y personal aéreo y de supervisión, todo quedó completamente concluido.

De hecho, la AFAC ya tiene contratados a todos los médicos y, aunque algunos certificadores externos han estado filtrando que no son suficientes, han estado funcionando correctamente. Para esta columnista, el mejor termómetro son las aerolíneas y los sindicatos, que no han tenido ninguna queja para la renovación de licencias o exámenes médicos.

El jueves 25 de mayo se cumplen dos años de la degradación aérea y, gracias al trabajo avanzado y palomeado en el pre-check, es posible que la FAA regrese la categoría de tercera a nivel uno al finalizar junio.

De fondos a fondo

#ExpropiacionFerrosur… Resulta sorprendente que el decreto de expropiación, mediante la declaración de utilidad pública de los tres tramos de Ferrosur de Grupo México Transportes, presidido por Germán Larrea, determine que el concesionario no puede ampararse contra la medida, y sólo puede hacerlo, de acuerdo con el Artículo 11 de la Ley de Expropiación, contra la indemnización.

Si analizamos en profundidad, es claro que GMéxico puede impugnar el argumento de “causa de interés público”. Aunque, debido a la reforma a la Ley de Amparo de 2013, las decisiones del gobierno federal relacionadas con vías generales de comunicación no son “suspendibles” judicialmente, esto no impide que puedan recurrir al Poder Judicial para impugnar el argumento en sí.

En mi humilde opinión, éste no es un tema de utilidad pública, sino de rentabilidad económica. La Semar, bajo el mando del almirante Ojeda, propuso el acto expropiatorio al Ferrocarril del Istmo para garantizar mayores ingresos, evitando así pagar derechos de paso a Ferrosur. A pesar de que las concesiones del “Chiapas Mayab” han pagado dichos derechos a Ferrosur desde 1998, según los términos de la Ley Ferroviaria. El CIIT, que incluye al Tren de Chiapas (recientemente ganado por SICT en un litigio contra Viabilis Holding, de Pedro Topete), fue sectorizado a Marina.

Medias Aguas es el punto de unión entre la concesión del Ferrocarril del Istmo y Ferrosur, que permite llegar a Coatzacoalcos y, desde allí, a El Chapo. Este tramo es bastante corto y facilita la conexión con el Ferrocarril Maya, que llegaba a Valladolid y sobre el cual el gobierno está construyendo el Tren Maya.

El Estado ha sido el dueño de las vías del ferrocarril. Lo que se concedió en 1998 fueron derechos exclusivos para el uso y una prolongada controversia entre 1998 y 2012 determinó que los concesionarios tenían la obligación de conceder paso en los lugares asignados  a cambio de una tarifa, que en casos de tarifas excesivas puede ser determinada por la SCIT.