Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

6 Dic, 2010

Un año de muchos eventos para recuperar al turismo en Michoacán

MORELIA.- El pasado fin de semana se realizó en Michoacán el VII Concurso de Cocineras Tradicionales, con un elemento que lo hizo distinto a los demás: La Certificación de la UNESCO a la gastronomía mexicana, como Patrimonio Intangible de la Humanidad.

El hecho desató críticas furibundas entre especialistas de otros estados del país, como Veracruz, Yucatán y Puebla, que exhibían más méritos para obtener este reconocimiento.

Ciertamente la cocina purépecha no es la más famosa, pero de aquí fueron quienes, en la pasada reunión de la UNESCO en Kenia, presentaron un testimonio organizado sobre la preservación de las costumbres gastronómicas en su vida actual.

Muchos de ellos, además, fueron obtenidos durante ediciones pasadas de este Concurso en donde, como ahora, estuvieron a la disposición del público platillos como la gallareta en salsa roja, el caldo de cola de res con chinchayote y la atápacua.

Además, por supuesto, de las corundas y los huchepos, en todas sus presentaciones.

La historia no para allí, pues la gastronomía le ha cambiado la vida a no pocas cocineras, como Juanita Bravo Lázaro, quien de pedir prestado para cocinarles a los turistas que acompañaba su padre al volcán Paricutín; llegó hasta París y Nairobi para cocinarle a los jueces de la UNESCO.

Así es que el pasado fin de semana hubo fiesta en Morelia, Uruapan y Pátzcuaro, donde los turistas probaron los platillos michoacanos.

Pero también es un hecho que a la percepción de violencia que sigue pesando sobre la imagen de Michoacán y la respuesta de la Secretaría de Turismo de la entidad, cuyo titular es el ex gobernador Genovevo Figueroa, fue impulsar durante el año una multitud de eventos culturales y deportivos.

De gastronomía, golf, cine, música, actividad prolífica que Araceli López, la responsable de la comunicación, describió diciendo que este año los colaboradores de Turismo parecían "ratas en quemazón", corriendo para todos lados.

Así es que la ocupación hotelera hasta noviembre está más de 15% arriba respecto al año pasado y Michoacán es el estado que, sin tener todavía un producto fuerte de sol y playa, se ha recuperado más rápidamente.

Ello no significa que la percepción de inseguridad no exista; en Pátzcuaro, por ejemplo, se cuentan historias de empresarios que han sido extorsionados por los delincuentes de La Familia Michoacana.

También hay hoteles en esa plaza, dirigidos al público de alto poder adquisitivo, que reportan bajas ocupaciones.

El propio Figueroa reconoce que siguen los comentarios al respecto, pero que él mismo, al transportarse por todo el estado sin escolta, muestra que no tiene miedo.

Por lo pronto la de la gastronomía es una gran historia como el video con los ojos de Juanita, anegados de lágrimas, cuando anunciaron en Nairobi la certificación pues, como ella dijo después, "hay que estar orgullosos de ser mexicanos".