Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

11 Ago, 2011

Hacia dónde va la economía

El comportamiento de los mercados financieros, del jueves pasado al día de hoy ha sido, en resumen, negativo. Esto significa que las Bolsas, en lo general, han seguido registrando bajas importantes; además, a pesar de que los problemas se centran en la economía norteamericana y en el dólar, este último se ha apreciado en relación a muchas monedas.

Por ejemplo el euro pasó de 1.43 dólares por euro a 1.41; en el caso de nuestra moneda, que ha tenido una altísima volatilidad, el peso se ha devaluado de 12.00 pesos por dólar a 12.40. Es importante señalar que un factor adicional, que no tocamos la semana pasada, fue el que la agencia calificadora Standard & Poor’s haya degradado la deuda de largo plazo de Estados Unidos de “AAA” a “AA+”; pero manteniendo una opinión negativa sobre la misma, este hecho insólito provocó que los mercados de renta variable del mundo se colapsaran el lunes 8 de agosto. Desde mi punto de vista, lo que hizo S&P fue a todas luces irresponsable, ya que se equivocan al decir que Estados Unidos puede ser insolvente; porque en realidad, eso no es cierto, debido a que, sin negar que su deuda es abultada, ellos poseen una máquina que hace dólares y por lo tanto no pueden caer en la insolvencia.

El juicio de S&P es más bien de carácter político, donde lo que cuestionan es la incapacidad que tiene la clase política de esa nación para resolver sus problemas financieros; tema muy distinto de lo que es insolvencia. De cualquier forma, el comportamiento de los mercados parece mostrar que el sentimiento de los inversionistas cada vez es más apegado a la idea de que habrá una nueva recesión en ese país. Si vemos los datos duros que han salido sobre el comportamiento de la economía de EU, éstos nos indican que el crecimiento es muy lento, pero de ninguna manera confirman que se esté entrando a un periodo de recesión.

En virtud de lo anterior, mi visión sobre el futuro, es que los ajustes observados son más que suficientes para reflejar esta corrección; y por ende, la perspectiva tanto de mediano como de largo plazo, tiene signo positivo.

Para México todo lo anterior tiene implicaciones, y justo es decir que en aspectos financieros estamos bastante protegidos para hacerle frente a la situación actual. Esto no quiere decir que somos 100% inmunes a las volatilidades de los mercados, pero sí podemos estar tranquilos, en el sentido de que estamos muy lejos de poder sufrir un descalabro financiero mayor. La Bolsa mexicana, que ha tenido bajas importantes, yo creo que sobre los niveles actuales, se inclinará a recobrar entre un cinco y 10% de aquí a diciembre. Las tasas de interés, de corto y largo plazo se mantendrán bajas, aunque las últimas podrían subir en los próximos cinco meses alrededor de 100 puntos base.

El tipo de cambio, que quizá es la variable más sensible de las anteriores, también tenderá a recuperarse para estar ligeramente debajo de 12.00 por dólar, de aquí a diciembre.

En resumen, las próximas semanas y meses van a seguir siendo muy agitadas, porque además del escenario norteamericano, no hay que olvidar que Europa tiene una problemática muy complicada; toda vez que la contaminación provocada por los llamados países periféricos (Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia) ya empieza a tocar a otras naciones sobre las cuales no había presiones, como es la situación de Francia. Pareciera que los inversionistas, en el caso de Europa, el único bono soberano en el que quieren invertir es el alemán.

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