Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

1 Sep, 2011

¿Cómo se ve México en los próximos 18 meses?

Por supuesto que el entorno global, y particularmente lo que sucede en Estados Unidos, tiene efectos sobre nuestro país. Yo quisiera dedicar este artículo a México y compartir con ustedes, lo que creo que vamos a tener que enfrentar en el entorno económico financiero.

En primer lugar, nuestro crecimiento económico va a ser más moderado de lo que pensábamos a principio de año, fundamentalmente porque la economía de Estados Unidos, que es en buena medida un motor importante de la nuestra, va a tener un crecimiento económico muy pequeño este año y podrá crecer marginalmente un poco más en 2012.

En enero, la mayoría de los analistas financieros pensábamos que la economía mexicana podría avanzar a tasas cercanas a cinco por ciento; hoy, los pronósticos están entre 3.5 y 3.8 por ciento.

Una buena noticia es que una variable muy importante para nosotros —la inflación— parece estar muy bien controlada; casi todos esperamos 3.6 por ciento durante este año y para 2012 pudiera subirse un poco hacia niveles de 3.8 por ciento.

Esto es magnífico, primero porque Banco de México se acerca a su objetivo de tres por ciento y porque todos sabemos que la inflación es una especie de impuesto que lastima más a quienes menos tienen.

Si vemos estas expectativas desde otro punto de vista, también percibimos la bondad de que una baja inflación le permitirá a las autoridades monetarias el mantener una política relajada que aliente los procesos productivos.

Con inflaciones bajas, Banco de México ya no tiene presión alguna para subir la tasa de interés, por el contrario, tomando en cuenta que en Estados Unidos la tasa de referencia que fija la Reserva Federal, de cero a 0.25 por ciento, se mantendrá sobre esos niveles hasta junio de 2013, abre la posibilidad para que la tasa de interés en México de referencia que fija mensualmente Banxico y que hoy está en 4.5 por ciento pudiera bajar hasta un punto completo, en los próximos meses, siempre y cuando la inflación siga apuntando hacia abajo y el tipo de cambio en la relación peso dólar, vuelva a romper los 12 pesos por dólar.

Ya que hablamos sobre tipo de cambio, les diría que la devaluación que vimos del peso en las últimas semanas, donde pasó la cotización de 11.70 hasta 12.50, a mi juicio tendrá un carácter temporal.

Las razones de este desliz cambiario pudieran tener un doble origen que sería, en primera instancia, el fly to quality que se dio a principios del mes de agosto cuando se exacerbaron los pronósticos negativos para la economía de Estados Unidos, y quizá alguna salida de extranjeros del saldo global que mantienen en posiciones en pesos en bonos del gobierno federal (esto último no lo puedo asegurar, porque los datos se publican con varias semanas de retraso). Sin embargo, independientemente de lo anterior, en mi opinión, el peso buscará la cotización de 12.00 por dólar en las próximas semanas.

Quiero insistir en que la fortaleza del peso se finca en dos pilares: primero, estructural que es el hecho de que las finanzas públicas se mantienen muy sanas y como consecuencia, el balance financiero de nuestro país brilla, en comparación con los balances de las principales naciones del planeta.

En segundo lugar, que tanto en 2011 como en 2012, México recibirá muchos más dólares de los que necesita. Contamos con flujos a nuestro favor tres veces mayores que los déficits en cuenta corriente programados.

Así las cosas, México tiene buenas herramientas para capotear el temporal.

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