Hiroshi Takahashi

Hiroshi Takahashi

12 Sep, 2011

Se sentirá más vieja después de leer esto

Para ellos, el PAN es el motivo de todos sus males. Ya no se acuerdan de la tortura que significaba ir a la escuela y tener que escuchar un informe de gobierno, que comenzaba en la mañana y terminaba bien entrada la tarde, que ocupaba todos los canales públicos sin importar que no hubiera más opciones en la televisión. También suponen que los futbolistas jóvenes mexicanos siempre han saltado al extranjero contratados por los clubes más importantes de Europa —y que de viejos se retiran jugando en Estados Unidos—. Gloria Trevi y Timbiriche son parte del repertorio clásico cuando van al karaoke, parte de ese lejano pasado que incluye Sweet Child O’ Mine de Guns, o alguna de Aerosmith, muy entrada la noche. Es más, para ellos la música de Portishead existe desde que nacieron. Y andar en la calle con un teléfono celular es algo tan normal y común, como usar piercings en la lengua o nariz, sin ser vistos como salvajes o como eso que en algún momento se conoció como punks.

En su mundo, los juegos de video siempre han tenido marcada en la caja la clasificación, que señala si son para adultos o menores de edad, dependiendo del grado de violencia o contenido sexual de las historias. Por lo general entran en contacto con sus amigos vía texto (SMS), Facebook o MySpace. Amazon, para ellos, siempre ha sido más que un río en Brasil.

El mundo de un joven de 18 años que comienza a estudiar su carrera en estos meses es muy diferente al de usted, aunque todavía se sienta capaz de ir a cenar un jueves, amanecer un viernes temprano para ir a trabajar, salir y comer con los amigos, el sábado arreglar la casa y el domingo correr medio maratón en las principales avenidas de su ciudad.

Esa percepción del mundo que conocemos y que va cambiando de acuerdo con las edades, generaciones y tecnologías que nos tocan ha sido capturada desde hace más de una década por la Facultad de Beloit, en Wisconsin.

Además de hacernos sentir increíblemente viejos, cansados y sin ilusiones, el estudio Mindset List for the Class of 2015 nos da pistas de cómo entender a esos jóvenes que nos rodean, pero que parece que nos ignoran porque están pegados a sus celulares o a las pantallas de sus computadoras sin hacerle caso a nadie a su alrededor.

Tom McBride, profesor de Humanidades de Beloit, me explicó que la intención de este estudio es recordarle a los profesores la rapidez con que cambian las referencias, el mundo y cada nueva generación que llega a sus aulas.

Para los chicos que hoy sueñan con dominar el mundo y que dentro de poco nos sustituirán en el entorno laboral, recuerda el estudio que se publicó hace unos días, River Phoenix y la Commodore 64 siempre han estado en la tumba. Siempre han tenido una rampa para la supercarretera de la información.

Ferris Bueller (sí, el de la película) podría ser su padre.

Cuando aprendieron a andar en bici los obligaron a usar un casco y rodilleras.

La única disputa sindical seria que han presenciado, y eso en la tele y portales de internet, ha sido la de las grandes ligas del beisbol y de los equipos de futbol americano.

Los adultos siempre los han molestado por estar constantemente tecleando en sus celulares. Los acusan de no tener empatía ni concentración.

Japón siempre ha importado arroz.

El Partido Comunista nunca ha sido el sistema oficial en Rusia.

La música para ellos siempre ha estado disponible vía descargas en línea.

Cantidades moderadas de vino rojo y aspirinas siempre han sido un bien para la salud.

Son la primera generación que crece escuchando de los peligros del uso constante de los antibióticos.

Mientras ellos jugaban en el jardín, sus padres estaban preocupados por los virus que las aves y mosquitos podían atraer a la casa.

Las mujeres siempre se han besado en televisión.

Y las mujeres nunca son lo demasiado viejas como para tener hijos.

La mayoría de esos jóvenes nació en 1993, crecieron conociendo qué significaba internet, en línea, conectividad, redes, e-mail, páginas… Bill Gates y Steve Jobs fueron parte de su educación, al igual que las nuevas formas de investigar y de buscar fuentes de información para formar su criterio y tomar decisiones.

Le advertí que se sentiría más vieja al leer este texto.

hiroshi.takahashi@nuevoexcelsior.com.mx