Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

24 Nov, 2011

El pleito de demócratas y republicanos

Una vez más, con sólo tres meses de diferencia, los representantes del Congreso estadunidense volvieron a dar un espectáculo de intransigencia. Ese país "de desarrollada cultura democrática" está dando pruebas de que su democracia no está obteniendo los resultados que daba con anterioridad. Recuerdo muy bien cómo en innumerables ocasiones, cuando ha estado en riesgo el futuro y el desarrollo de los norteamericanos, se tomaban decisiones bipartidistas pensando más en el bien de todos que en las posiciones personales o partidistas; hoy la circunstancias son otras y queda claro que la extrema derecha, encajada en el partido republicano a través del denominado Tea Party, ha tomado la decisión de obstaculizar cualquier iniciativa que presente la administración del presidente Obama con el propósito inequívoco de querer sacarlo de la Casa Blanca cueste lo que cueste.

En el mes de agosto, cuando se tuvieron las discusiones para incrementar el límite de endeudamiento de ese país y evitar que de esa forma se paralizara el gobierno estadunidense, se hizo el compromiso de formar un supercomité que debería entregar en tres meses (la fecha venció ayer) un acuerdo para reducir el déficit en 1.2 billones de dólares (en castellano); el trato fue que, si no había una solución negociada, se tendría que reducir el gasto de defensa bajando 600 mil millones de dólares, y los otros 600 mil eliminando partidas en la seguridad social. Por supuesto, el supercomité no pudo concretar nada y, de acuerdo a lo establecido, a partir del primero de enero de 2013 se tendrá que implementar dicha medida.

Ante esta noticia, los mercados reaccionaron en forma negativa, no tanto por el perjuicio que pudiera crear en la economía un recorte tan abultado, ya que finalmente, si de veras entra en vigor, sería hasta dentro de un año; pero lo que más molestó fue ver la incapacidad para lograr una decisión negociada en el Congreso. El hecho de que la guillotina tenga que empezar a funcionar dentro de un año es algo muy incierto, ya que en los próximos 12 meses se llevarán a cabo elecciones en ese país, las cuales seguramente provocarán cambios en los equilibrios políticos que pudieran desembocar en soluciones diferentes a las que hoy se plantean.

La polarización de los puntos de vista de la administración del presidente Obama con el Partido Republicano, hacen ver con pesimismo la factibilidad de tener soluciones que le den posibilidades a esa nación de crecer en forma más acelerada. El pleito es lamentable, ya que Estados Unidos es un país que cuenta con una enorme cantidad de recursos y mecanismos para resolver sus problemas económicos, siempre y cuando los políticos no adopten posturas necias e intransigentes.

Quienes endeudaron al país a los niveles actuales fueron los republicanos, con las malas políticas económicas de George W. Bush, quien con el pretexto de la seguridad nacional incrementó los gastos a niveles históricos. Lo más increíble es que los republicanos no acepten que se aumenten los impuestos para los más ricos, mismos que condonó el propio George W. Bush y cuya amnistía vence en enero de 2013. El hecho de reducir el déficit únicamente bajando el gasto, sin tomar en cuenta que se pueden subir los impuestos, es a todas luces inconveniente; sobre todo por la debilidad que muestra la economía estadunidense actualmente. Sin restarle importancia al abultado déficit de ese país, hoy para Estados Unidos, y para el mundo, es más importante que empiece a crecer a que trate de resolver, con medidas draconianas, un déficit que bien pudiera disminuirse paulatinamente.

 

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