David Páramo

Análisis superior

David Páramo

8 Oct, 2012

Tasas y gallinas ponedoras

Ante el repunte inflacionario que se ha registrado durante los últimos tres meses, que ha llevado a este INPC a ubicarse en 4.57% en los últimos 12 meses, hay quienes han sostenido que el Banco de México debería cambiar la política monetaria y elevar la tasa de interés de referencia.

Quienes están a favor de estas tesis van desde aquellos opinadores políticos que hasta han inventado una suerte de conspiración política de Agustín Carstens para favorecer a Enrique Peña Nieto (algo totalmente fuera de cualquier lógica o viso de verdad), hasta los que seriamente creen que hay presiones en la inflación subyacente y que se está perdiendo el control de los precios.

Sobre los primeros hay que puntualizar que se trata de periodistas que creen que saben de economía o que no tienen tema para llenar sus espacios.

Seguir esa línea de pensamiento sería no comprender qué es la autonomía del Banco de México con respecto a los gobiernos.

El instituto central ha sido autónomo durante la alternancia y habría que señalar que gran parte del éxito económico del país está sustentado en que por lo menos durante los últimos tres sexenios no sólo se ha registrado coordinación entre las autoridades económicas, sino que hay funcionarios que no están metidos en la grilla, sino en el servicio público.

Más allá, tampoco se reconoce la forma en que se toman las decisiones en la junta de gobierno del Banco de México. No es como algunas comisiones donde recién ahora comienza la rebelión de los comisionados, que durante mucho tiempo han estado capturados por el presidente, u otra donde los comisionados van en un camino diferente al que debería coordinarlos.

Bastaría con que estos opinadores de sus fantasías leyeran las minutas del Banco de México para que supieran cómo se construyen los acuerdos y se toman las determinaciones.

Es justamente en estos documentos donde están las evidencias de cómo ha actuado la junta de gobierno del Banxico.

Primero. Es evidente que existe preocupación y ocupación de estos funcionarios porque los precios están creciendo a una tasa superior al máximo que se han autoimpuesto.

Segundo. No se trata de un alza generalizada de los precios.

Tercero. Se trata de pocos productos, pero que tienen un muy importante impacto en la canasta de consumo como señaladamente son el huevo y la leche.

Cuarto. Quienes toman decisiones en el Banxico ven como una señal de preocupación que estos precios pudieran generar expectativas inflacionarias y, sin que hubiera una razón económica clara, comenzara a incrementarse. Hasta el momento no existe evidencia de que comience la profecía de inflación y exista riesgo de que se autocumpla.

Quinto. Tienen claro que si cambian la política económica inhibirían otros precios de la economía, sin que necesariamente eso disminuyera las presiones que existen en los pocos productos que hoy impactan negativamente a la inflación.

Visto de un modo esquemático, la pregunta que se hacen los miembros de la junta de gobierno del Banco de México es la siguiente: si se aumenta la tasa de referencia, ¿las gallinas pondrán más huevos?

Hasta el momento, en cuatro juntas de gobierno del instituto central se ha votado por unanimidad que las gallinas no pondrán más huevos si se enteraran que subió la tasa de interés.

Riesgo

Evidentemente es necesario que los sindicatos sean más democráticos y transparentes. Dicho esto: ¿vale la pena tomar el riesgo?

Los senadores de Acción Nacional están haciendo una apuesta interesante, pero altamente riesgosa. De la iniciativa preferente que envió Felipe Calderón a la Cámara de Diputados, prácticamente se aprobó todo. Como anticipamos, no caminó lo que tuviera que ver con democracia y transparencia sindical.

Los senadores del PAN quieren revivir el tema, incluso con las muy antipopulares alianzas con las izquierdas, como un gran esfuerzo para darle a los trabajadores todavía mejores condiciones en su trabajo.

Sin embargo, la amenaza ha sido una y sólo una desde el jueves. Si le hacen cambios, la iniciativa preferente tendría que regresar a los diputados y correría el riesgo de perder el impulso de ser la primera iniciativa preferente y como las 500 iniciativas que le antecedieron podría perderse en las mazmorras de las comisiones legislativas.

Evidentemente los priistas ya comenzaron a mostrar músculo para no moverse en el tema. Han iniciado una serie de consultas que, dicen, durarán diez días, que parecen total y absolutamente absurdas si se considera que se trata de un tema sobrediagnosticado y que la iniciativa ya fue aprobada por la Cámara de Diputados.

Quizá se trata de una estrategia de negociación y es una amenaza difícil de sostener. Es probable que la administración de Enrique Peña Nieto esté más interesada en sacar este tema que la de Felipe Calderón.

Sin embargo, la gran fuerza que tienen los líderes obreros dentro del PRI (tienen cuatro senadores que también son líderes sindicales) podría ser superior al interés de los trabajadores.

Se trata de una apuesta fuerte e interesante. Antes del final de mes se sabrá qué interés es más poderoso: la forma de vida de los líderes sindicales o el interés de los trabajadores.

Apuestas

Se toman apuestas. Supuestamente mañana Med Atlántica, representada por el exótico Christian Cadenas, deberá demostrarle a la juez Edith Alarcón que sí tienen recursos.

¿A ella también le presentarán un cheque hechizo?, ¿la copia de una transferencia de una institución que no existe?, ¿una garantía en una moneda prácticamente inexistente?

En el mejor de los mundos este grupo reconocerá que no tienen dinero y que, en el menos malo de los casos, querían quedarse con la concesión y los activos para revenderlos o cualquier otra alternativa, como bien puede ser el ayudar a Gastón Azcárraga a que se enfríen las pistas de las barbaridades que hizo en esa línea aérea.

Papas

Productores de papa y tomate tienen la esperanza de que termine el sexenio para que Bruno Ferrari deje de hacerles daño, a cambio de espejitos en los que sólo cree el secretario de Economía.