David Páramo

Análisis superior

David Páramo

24 Oct, 2012

Quieren limosna

Hay una propensión de los opinadores de la realidad internacional a esperar las señales de los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos para tratar de adivinar cómo le irá a México.

Se trata de una actitud, de entrada, cobarde y dependiente. Pretender que sean otros y no nosotros quienes se hagan cargo de los problemas de los mexicanos. La solución no es extender la mano, sino trabajar de una manera determinada en el sentido correcto, para dar a los mexicanos lo que los mexicanos merecen.

Quizá hace más de tres o cuatro lustros, cuando México estaba en una realidad totalmente diferente y dependía de la buena voluntad de aquel país, estas afirmaciones podían tener visos de realidad. Sin embargo, el trabajo correcto de muchos mexicanos ha hecho que la economía viva su mejor momento de la historia.

Ahí están los datos de recaudación, crecimiento económico y control de la inflación. Son, en muchos sentidos, mejores que aquellos que tenía el país durante el llamado desarrollo estabilizador que se extendió desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y hasta la llegada al poder de Luis Echeverría Álvarez.

Claramente desde la segunda mitad del sexenio de Ernesto Zedillo el país camina en un sentido correcto y que ha comenzado a dar resultados. Hemos dejado de depender de programas hechos en el extranjero, del humor de otros gobiernos para hacernos cargo de nuestro destino como nación.

De hecho, habría que analizar cuáles son las razones por las cuales el número de mexicanos que deciden vivir en EU sin papeles ha disminuido. Si usted cree que es por las políticas migratorias y la crisis que viven, entonces explique por qué ha crecido el número de otros latinoamericanos.

La respuesta es sencilla. Los mexicanos la tienen menos difícil quedándose en su país que cruzando la frontera.

Crisis como la financiera que estalló en 2008 o los problemas financieros que vive Europa hubieran sido suficiente para generar una crisis monumental en México; sin embargo, el país se ha mantenido prácticamente inmune e incluso puede ser visto como una isla de prosperidad en occidente.

Tratar de atisbar el futuro de México dependiendo de los dichos de políticos de otros países que, evidentemente, están en el negocio de ganar voluntades de sus compatriotas y actuarán en consecuencia es perder el tiempo.

Por lo demás, habrá que ver cómo el candidato del partido republicano, Mitt Romney, habló de América Latina como una tierra de oportunidades sobre China, que si bien es una potencia mundial no cree, en los hechos, en el libre comercio.

En lugar de ver qué hará este candidato en caso de ganar las elecciones, México debería tomar las grandes ventajas que ofrecen Centro y Sudamérica para las empresas nacionales donde, incluso, existe la ventaja del idioma.

Enloquecido

Bruno Ferrari no fue un buen secretario de Economía; sin embargo, sus últimos días en el cargo son francamente escandalosos.

Por un lado está el hecho de que pretende encaminar una apertura indiscriminada a la papa de Estados Unidos, prácticamente a cambio de nada; ni siquiera fue la llave de acceso al TPP, lo cual si bien no hubiera sido una justificación, sí habría podido funcionar como explicación.

Ferrari se enoja y enfatiza en público, pero no alcanza a decir cuál es la necesidad de abrir la frontera a las papas de Estados Unidos sin recibir nada a cambio… o aunque se recibiera.

En las papas no existe un problema de abasto o de precio. De hecho, los estándares sanitarios son más elevados en México que en Estados Unidos e irresponsablemente el titular de Economía lanza la piedra hacia la Cofepris.

Este hombre, quien prácticamente había hecho toda su carrera a la sombra de Alfonso Romo, y no justamente en áreas operativas, sino llevando relaciones con grupos religiosos, no alcanza a explicar cuál es la ventaja para el país de abrir este sector y mucho menos cuál es su capricho.

No obstante, tampoco es la única de las locuras que está buscando. El Servicio de Administración Tributaria, encabezado por Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, y la AMDA, presidida por Guillermo Prieto (a quien deben extrañar mucho en la BMV) han tenido que hacer una gran cantidad de operaciones para evitar el intento del secretario de Economía de legalizar automóviles chocolates en el estado de Chihuahua.

De hecho, el subsecretario de Hacienda, José Antonio González Fernández, tuvo que intervenir para acotar las cosas a un convenio administrativo para legalizar vehículos que cumplan con la ley, no toda la chatarra de Estados Unidos, como pretendía Ferrari.

Es fácil suponer que quien tome las riendas de esta dependencia tendrá que deshacer una gran cantidad de errores y fallas de criterio, por lo que algunos bromean que al nuevo titular de Economía le tocará una verdadera papa caliente.

Reacción

Aun cuando los hechos demuestran una y otra vez cómo los errores de Gastón Azcárraga no sólo llevaron a Mexicana de Aviación al lamentable estado en el que se encuentra, sino también han puesto a Grupo Posadas en una situación verdaderamente ocupada, este grupo intentará revertir la realidad contando historias poco creíbles sobre una expansión que sólo existe en su imaginación.

Ayer mismo Excélsior daba cuenta de la venta de 12 unidades de negocios; seguramente mandarán a su vocero a decir que esto es para agarrar vuelo, es decir, que es parte de un proceso de un gran crecimiento cuando, en realidad, sigue el desplome.

No debe olvidarse que una de las debilidades financieras de Posadas es precisamente la falta de activos que, como ha informado oficialmente, sigue teniendo que vender.

Resolución

Prácticamente le podemos dar como un hecho que la SCJN amparará a Axtel, encabezada por Tomás Milmo, y que lo más probable es que el sentido de la sentencia fortalezca la institucionalidad y capacidades de la Cofetel.

Eso sucederá muy probablemente mañana.