David Páramo

Análisis superior

David Páramo

15 Nov, 2012

Razones humanitarias

El gobierno y los bancos españoles tomaron una decisión francamente equivocada cuyas consecuencias económicas, financieras y sociales, hoy son muy difíciles de calcular cuando, para tratar de frenar la tensión generada por los embargos ante los impagos decidieron que, por razones humanitarias, suspenderían los desalojos de aquellos quienes no pagan sus créditos hipotecarios.

Desde el punto de vista netamente social, la medida no funcionó. Ahí están las protestas que se realizaron en aquel país como en una buena parte de las capitales europeas en contra de las medidas que, necesariamente, tienen que tomar los gobiernos luego de años y años de dispendio y populismo: aumentar impuestos y disminuir subsidios.

Las medidas evidentemente no son populares ni del agrado de sociedades como la española, que durante años vivió con la ficción del crédito excesivo y el dispendio gubernamental.

En economía simple y sencillamente no hay recetas de izquierda y derecha, sólo existe correcto e incorrecto. Hoy muchos países europeos tienen que volver al camino de las medidas correctas; sin embargo, con decisiones como la del gobierno de Mariano Rajoy hacen todavía más difícil la recuperación económica.

Desde el punto de vista estrictamente financiero, lo peor que puede pasarle a una familia es perder la vivienda, así que los esfuerzos para mantener el techo son mucho más relevantes que otro tipo de deudas, como bien pueden ser las de créditos al consumo.

Cuando se toma la decisión de no recuperar las casas ante la falta de pago no se están tomando medidas humanitarias, sino medidas que bien pueden ser consideradas como inhumanitarias.

Si sé que mi vecino pierde la casa por no pagarla, realizo un esfuerzo adicional por mantener la mía. Si estoy haciendo un esfuerzo que, necesariamente, implica privaciones en todos los sentidos para pagar la hipoteca y sé que mi vecino no la paga y sigue viviendo en ella, pues me genera incentivos para no pagar.

Cuando la cartera vencida supera los niveles manejables por las instituciones, los gobiernos tienen que intervenir para evitar una crisis sistémica que, a su vez, puede derivar en una crisis financiera y en la caída del gobierno.

De los montos prestados por los bancos, sólo una pequeña parte de los recursos son propiedad de los banqueros. Porcentajes que superan 80% de los fondos son propiedad de los depositantes.

Así que los gobiernos no tienen más alternativa que implementar programas de rescate a los ahorradores (aun cuando los bancos sean estatizados o intervenidos), en los cuales se toma dinero del erario para destinarlo a estos fines.

El resultado neto es que la pérdida de unos pocos, quienes tuvieron acceso a créditos, se distribuye entre aquellos quienes tienen su dinero en los bancos y quienes ni siquiera tienen acceso al sistema bancario, los más pobres de todos.

La decisión, escondida en casos de “extrema necesidad” (¿quién o cómo se determina?), sólo contribuirá a hacer muchísimo más grave la crisis financiera de España.

México

Cuando en México se tuvo que hacer el llamado rescate bancario, que al final del día fue a los ahorradores, hubo muchas voces que trataron de promover la cultura del no pago arguyendo razones humanitarias o similares.

Sin embargo, quienes tuvieron que enfrentar esta crisis tomaron las medidas adecuadas, puesto que no sólo se logró evitar la crisis sistémica abriendo las puertas al capital externo y organizando programas de reestructuración de deudas, sino que además se logró que la banca mexicana hoy por hoy sea una de las más sólidas del mundo.

Desde el punto de vista social hoy es evidente que se generó una cultura de mayor cuidado con el crédito y la importancia de tener un buen historial, como lo demuestra la operación de las sociedades de información crediticia y la gran caída que han tenido las tasas de interés que se
cobran a los acreditados.

Quizá los españoles deberían ver con mucho más cuidado el caso mexicano, puesto que no sólo es exitoso, sino que les permitiría tener acceso a lecciones muy positivas.

Coincidencia

Ayer dos de los principales bancos del país dieron a conocer sendos estudios sobre las perspectivas económicas en el futuro cercano.

Tanto Bancomer como HSBC coinciden en señalar que el entorno es particularmente complicado en el mundo, pero que las perspectivas para México resultan bastante alentadoras.

El banco encabezado en México por Luis Peña en su pronóstico de comercio exterior establece que “es muy importante resaltar que debido al fortalecimiento de la demanda externa, un tipo de cambio competitivo y finanzas públicas sanas, se espera que la economía mexicana tenga un crecimiento de 3.6%; este crecimiento es sobresaliente considerando un entorno mundial complicado”.

Por su parte, el banco que preside Luis Robles Miaja apunta en el estudio llamado “Situación Regional Sectorial México”, que a pesar de la incertidumbre en el entorno global son favorables las perspectivas sectoriales para este año y el próximo. Hablan de que la economía tendrá un desarrollo más equilibrado que en el pasado reciente.

Desmentido

Hay quienes, sin ningún argumento, siguen tratando de hacer creer que desde hace ya más de dos años que Mexicana de Aviación dejó de volar se ha perdido el número de pasajeros que se transportan en México y hasta llegan a decir que se lo han quedado empresas extranjeras.

En los primeros diez meses del año grupo Aeroméxico, presidido por José Luis Chacho Barraza, aumentó en más de 4% el número de pasajeros transportados con respecto al mismo lapso de un año antes.

Condolencias

A nombre mío, de mi familia y de todos quienes formamos parte del programa radiofónico No Tires Tu Dinero envío un abrazo solidario a mi querido amigo y compañero Armando Reyna, así como a toda su familia por el triste fallecimiento de su padre Enrique Alfonso Reyna Ercambrack, quien murió ayer en la Ciudad de México. No tenemos duda que tras una fructífera vida está viendo el rostro de Jesús.