José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

29 Nov, 2012

Sexenio de Calderón: claroscuros

El presidente Calderón en la economía tuvo un sexenio de claroscuros. Si bien tuvo avances, como por ejemplo un buen manejo de deuda externa, la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, la reforma de pensiones del ISSSTE o el inicio de negociaciones del TPP.

Por el otro lado también existieron faltantes. Veríamos la falta de reformas clave como la fiscal, que por su carencia nos hace seguir dependiendo del petróleo como principal fuente de ingresos públicos o la ausencia de políticas más determinadas para poder crecer a ritmos de 6% donde, como bien sabemos, crecimos poco y tampoco pudimos generar el millón de empleos anuales.

Lo que faltó

En el balance sexenal, claro, no podemos dejar de largo que sí nos tocó librar dos factores externos que nadie pudo pronosticar, la recesión de 2008 y la influenza. Aún así hubo faltantes.

Faltó un mayor crecimiento y generación de empleos. No se logró reconstituir la banca de desarrollo para una política más vigorosa a favor de las pymes. Tampoco se pudo sacar adelante la reforma fiscal. Se siguió dependiendo de los ingresos petroleros para apuntalar las finanzas públicas.

En Pemex no se encontró el proyecto: no definimos si queremos un Pemex productor de crudo, como hoy en día está, pero sin ser eficiente, o si queremos una compañía con refinación para dejar de importar combustibles como la gasolina.

En telecomunicaciones se postergaron decisiones. El sector llega totalmente enfrentado y, a pesar de todo ello, va creciendo a 15 por ciento.

Imagínese si se hubieran tomado decisiones, con todo y que al final en la SCT sí se quiso sacar adelante el sector.

Aún así se dejan varias herencias complicadas: el rescate de la banda de 2.5 GHz, la decisión de mayor equidad en el sector y de retomar los retos de internet.

Lo que sí se logró

Entre los logros para el presidente Calderón, en primer lugar, debemos poner la política consistente de reducir la deuda pública externa, al grado que hoy el gobierno de México tiene un bono perpetuo, de 100 años, así como un bono catástrofe para casos de temblores o huracanes.

Allí, en Hacienda, la política calderonista pudo reducir la exposición a la deuda. Aun sin reforma fiscal tenemos un perfil de pagos cómodo.

También se desapareció a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, decisión que no se había tomado en varios sexenios, a pesar de que la empresa siendo monopolio tenía millonarias pérdidas.

Otro punto a destacar fue la desactivación de la bomba de tiempo que significaban las pensiones del ISSSTE.

Y sí hubo la visión para buscar, y firmar, la entrada al TPP, el Acuerdo Transpacífico que lleva a México a situarse en la región más dinámica del planeta.

El sexenio que va terminando tuvo claroscuros en economía.

Basilea III, clave el periodo de transición

Los bancos se quejaron de que no les habían tomado en cuenta en Basilea III; sin embargo, Guillermo Babatz, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, nos dice que sí se les tomó en cuenta en un periodo de transición, sobre todo para emitir obligaciones subordinadas.

Los bancos tendrán como periodo de transición entre 2013 y 2016. Independientemente del monto que emitan de obligaciones subordinadas, sí les contará como capital aun sin cotizar en Bolsa.

Vaya, hasta 2016 los bancos no deberán cotizar en Bolsa.

Aun si el banco a partir de 2016 no cotiza, le seguirán contando como capital los primeros 300 millones de UDIS como deuda subordinada.

Dice Babatz que sí se les tomó en cuenta a los bancos y que el haber entrada a Basilea III le permitirá a los bancos de México tener un sello a escala mundial de que están en primera línea de capitalización… y pocos lo pueden tener en este momento.

Afore Bancomer… se les olvidó la CFC

La megacompra que harán el IMSS y Banorte de la Afore Bancomer, sí deberá pasar el filtro de la Consar, pero también la autorización de la Comisión Federal de Competencia (CFC), presidida por
Eduardo Pérez Motta.

Resulta que el IMSS-Banorte que tienen Afore XXI, al adquirir Afore Bancomer, tendrán 27% del mercado. La Consar tendrá que definir si pueden rebasar el nivel de 20%, sobre todo si los trabajadores se ven beneficiados con economías a escala (en cobrarles menos comisiones o darles más rendimiento). Pero después deberán ver a la CFC, ya que la entidad antimonopolios deberá analizar si la nueva afore, por su tamaño, no genera barreras de entrada a nuevos competidores o impone, por su tamaño, sus propias reglas  y condiciones a los trabajadores que vayan en contra de la sana competencia.