David Páramo

Análisis superior

David Páramo

25 Ene, 2013

El real arquitecto

El Convenio Marco de Interconexión (CMIX) sin duda ha tenido un largo y sinuoso camino, por lo que conviene detenernos a recordar algunas de sus particularidades.

La primera vez que se habló del CMIX fue en 2006, en medio de las fuertes discusiones que se dieron durante la consulta pública para la emisión del Acuerdo de Convergencia. En aquel momento, la CFC recomendó a la SCT que antes de permitir a Telmex incluir en su red de servicios la televisión de paga, en forma previa se debía resolver la grave problemática que México enfrenta en interconexión entre esta empresa,  y el resto.

La comisión que encabeza Eduardo Pérez Motta sugirió que se emitiera un documento, de acuerdo con las mejores prácticas internacionales, en el cual se estableciera una regulación ex ante para la interconexión que fue bautizado por la SCT como CMIX.

En aquel entonces se dieron 75 días luego de su publicación en el Diario Oficial de la Federación para que la Cofetel, en aquel entonces presidida por Héctor Osuna, emitiera este documento. No sólo se incumplió esta instrucción, sino que pasaron tres años para que el tema fuera retomado por Gonzalo Martínez Pous, cuando fue nombrado comisionado de la Cofetel y pidió al pleno autorización para retomar este tema fundamental.

Era claro para este comisionado que la Cofetel estaba en el peor de los mundos. Como lo intentó con la afirmativa ficta que esta semana fue impedida por un juez que consideró que la telefónica de tendría que solicitar nuevamente esta autorización.

La estrategia de Telmex consistió en decir que ya habían cumplido con los requisitos del Acuerdo de Convergencia y que no podían cumplir el convenio marco, ya que la Cofetel no había instalado al comité consultivo de convergencia que tendría la responsabilidad de desarrollarlo.

Osuna

A partir de ese punto iniciaron los conflictos entre Martínez Pous y Osuna, quien, como lo denunciamos en su momento en esta columna, estaba por dejar pasar la afirmativa ficta, es decir, que Telmex pudiera ampliar sus servicios sin dar ninguna contraprestación.

Para 2010 era claro que el arquitecto del proyecto era el comisionado, pues fue él, quien diseñó el documento avalado por sus pares en una reunión del pleno.

Así, el 27 de septiembre de 2011 se instaló el comité consultivo de convergencia en el que participaron 21 concesionarios y ocho expertos que enriquecieron el documento elaborado originalmente por Martínez Pous.

Luego de que el comité terminó sus trabajos fue aprobado unánimemente por el pleno de Cofetel a partir del 6 de junio del año pasado y se envió a consulta pública a la Cofemer.

La consulta pública terminó en agosto y Cofemer solicitó que se respondiera una larga lista de cuestionamientos que se hicieron durante el proceso.

En la sesión del pleno del martes de Cofetel fue aprobado el CMIX y se espera que Cofemer emita un dictamen final. Una vez terminado este proceso y que sea publicado en el DOF se verá si Telmex determina adherirse al convenio o no.

Negaran

Telmex tendrá que considerar múltiples factores antes de aceptar adherirse al CMIX .

De cualquier forma, con el  CMIX México contará en el futuro con una herramienta regulatoria a la altura de las mejores del mundo, tal como dispuso el presidente Enrique Peña Nieto y los partidos políticos en los compromisos del Pacto por México.

El CMIX ofrece un enfoque moderno, simplificado y convergente que garantiza que la interconexión se lleve a cabo en forma no discriminatoria; independientemente de la tecnología utilizada en las redes establece las condiciones para la interconexión IP y atiende al principio de no discriminación, eficiencia y calidad, lo cual permitirá generar condiciones de competencia entre los participantes del mercado, lo que se traducirá en más y mejores planes tarifarios en beneficio de los usuarios.

Es importante destacar que, como se vio en este compendio, se trata de un proceso ejemplar en la forma de construir convenios.

Aun cuando es un proceso que se realizó en la Cofetel bajo la batuta de Martínez Pous, también es un hecho que ha tomado gran velocidad en los últimos meses, en buena medida porque es visto con muy buenos ojos por el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza.

Final

Supuestamente hoy deberá cumplirse el plazo que fijó la juez Edith Alarcón para encontrar a un inversionista que tenga por lo menos 100 millones de dólares tan sólo pagar las liquidaciones de los trabajadores de Mexicana de Aviación y los primeros pagos de una reestructuración que ronda los 300 millones de dólares.

Hay quienes, desesperados como Gerardo Badín, aseguran que ya tiene el convenio mercantil listo con quitas importantes, lo cual no es más que una mentira.

Pilotos y sobrecargos dicen que están dispuestos a poner sus liquidaciones y salarios caídos como parte del proceso de capitalización cuando sirve de muy poco, puesto que no se trata de dinero real ni es seguro que lo acepten todos los trabajadores.

Han vuelto a asomarse los mismos vividores de siempre que no tienen dinero.

Sería un gravísimo error que la juez del Concurso Mercantil ampliara el plazo. Tras casi 30 meses es mucho más evidente que sólo queda la quiebra.