¿Cuál es el verdadero desafío ambiental de México?

La delegación mexicana que participa en la COP19, en Varsovia, Polonia, encabezada por el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud, buscará posicionar en la comunidad internacional la urgencia de emprender acciones contundentes contra el cambio climático, pues los países vulnerables no pueden esperar hasta 2015 a que se llegue a un acuerdo vinculante.

Desde hace una semana y a lo largo de ésta, se realizan la Reunión Anual de Cambio Climático de Naciones Unidas y la reunión ministerial de la Framework Convention on Climate Change (UNFCCC), cuya secretaria general es Christiana Figueres, quien emitió un diagnóstico que explica buena parte de las decisiones fiscales (impuesto a emisiones por uso de combustibles fósiles), que se tomaron en México como parte de la reforma hacendaria.

El diagnóstico es conocido, el planeta se calienta a gran velocidad por el uso de combustibles fósiles y hay destrucción de reservas de biósfera; pero el análisis se queda corto frente a los impactos observados recientemente en México y Filipinas, países que por sus posiciones geográficas son vulnerables a los efectos del cambio climático.

La delegación mexicana está conformada por representantes de la Semarnat, la SRE, ONG y miembros del Legislativo, pues recuerde que en México la reunión se realiza el próximo año.

Muestra del compromiso es que es el único país que por ley debe reducir para 2020 en 30% sus emisiones de gas de efecto invernadero sobre la línea base, y en 2050 debe bajarlas en 50%, de acuerdo con las emitidas en 2000, porcentajes superiores a los compromisos manifestados hasta ahora por otros países.

El marco legal de México es de avanzada, pero el principal reto es llevarlo a la práctica y establecer mecanismos de medición públicos y privados ligados a la ejecución de presupuestos. El mayor desafío es que como parte de la reforma energética, Pemex, que dirige Emilio Lozoya, y la CFE, que encabeza Francisco Rojas, sean los primeros a los que la Semarnat les mida las emisiones y sean castigados económicamente sus incumplimientos.

De hecho, la COP19  (Conference of Parties) y la COM 9 (Conference of Meetings of The Parties to Kyoto Protocole), tienen el objetivo concreto de acordar los mecanismos de medición, notificación y verificación interna en los países miembros del Protocolo de Kyoto, para bajar las emisiones de carbono y otros contaminantes, restituir bosques, resolver el dispendio de agua en la agricultura y mejorar la producción de combustibles ambientalmente responsable y, en general, revelar la capacidad institucional para responder a nivel municipal, estatal, federal y mundial al desafío que impone el cambio climático. ¡Guau!, ¿nada más?

En la reunión ministerial  (alrededor de 100 ministros de Medio Ambiente se registraron), que se efectuará el viernes 22, previas reuniones de todo tipo, se pretende definir los mandatos de acción financiera global que facilitarán el compromiso de transferir 100 mil millones de dólares de países ricos a países en desarrollo y pobres, para ejecutar acciones climáticas. Éstos son Green Climate Fund, The Technology Mechanism and the Adaptation Committee, todos acordados en Cancún, en 2010, pero sin un acuerdo claro.

Los países ricos enfrentan severas crisis políticas y presupuestales, y el gobierno japonés de Shinzo Abe no está entregando los mejores resultados de la reducción de emisiones; Australia informó que se emitió una legislación que echa por tierra los impuestos verdes, impulsados como la solución para incentivar la inversión en tecnologías verdes, pero el transporte a escala global se resiste a pagar impuestos verdes.

Supuestamente, la COP19 y la COM9 deberían concluir con un acuerdo ministerial concreto, que establezca el mecanismo de medición de emisiones ligado al de financiamiento (créditos y mercado de bonos carbón), para apoyar el desarrollo de estrategias comunes entre países desarrollados y en desarrollo, los mecanismos de transferencia tecnológica y las referencias globales para el establecimiento de planes de acción para la reducción de emisiones, mejoramiento de respuesta a desastres naturales y coordinación para medir impactos globales de las emisiones, incluyendo zonas de estrés hídrico, deforestación, desertificación, etcétera.

El primer objetivo esta enfocado a reducir la emisión de productores de carboníferas como fuente de electricidad y, de hecho, se seleccionó a Polonia para esta reunión, porque más de 50 por ciento de la electricidad de este país se genera del carbón.

En el caso de México, mientras la explotación de carbón no se asocie a la rentabilidad en el aprovechamiento de gas metano, la recaptura de carbono y gas están condenadas al fracaso.

De Fondos a Fondo

Alsea, de Alberto y Cosme Torrado, quiere aprovechar su capacidad de distribución en 160 ciudades del país y tres mil 500 puntos de venta y su relación con cerca de 400 mil consumidores para entrar a negocios que no sean alimentos, pues saben bien que el stomach share market se irá limitando y deben capitalizar las ventajas competitivas de su red para buscar negocios con mejores márgenes.

Axo fue un primer paso, pero con una expectativa de crecimiento de 100 a 120 tiendas por año, con Brasil en la mira y con México penetrando a través de Vips y El Portón al segmento C- y D, el siguiente paso es buscar emular a OXXO con la venta de tiempo aire celular (ya están platicando con un par de bancos, incluyendo Banamex-Telcel y su Transfer).

Multiva se capitaliza

Grupo Financiero Multiva ha tenido inyecciones de capital que le han permitido incrementar su cartera de crédito. El brazo financiero de Grupo Empresarial Ángeles, que dirige Olegario Vázquez Aldir, reportó al cierre del tercer trimestre del año, 34 mil 281.9 millones de pesos, un incremento anual de 49.2 por ciento.

Las aportaciones de recursos a Banco Multiva también le permiten contar con un índice de capitalización superior al promedio de toda la banca en México, presentando un margen de más de 5% sobre las reglas establecidas por Basilea III, lo que ha sido corroborado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que encabeza Jaime González Aguadé.