Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

13 Dic, 2013

Nuevo aeropuerto, ¿en el DF o Toluca?

A estas alturas nadie mete la mano al fuego por el proyecto del nuevo aeropuerto del Valle de México. Personajes clave para empujarlo como Alfredo Elías Ayub empezaron a desmarcarse como señal de que, en una de ésas, y el gobierno de Enrique Peña opta por meter reversa.

Y no es para menos: la obra va a costar entre cinco mil y 12 mil millones de dólares, monto que si bien correría en una parte por cuenta de la iniciativa privada, la Federación no puede eludir en su calidad de coinversionista y principal promotor.

Es justo ahí donde la Secretaría de Hacienda, que lleva Luis Videgaray, tiene dudas de avanzar en su anuncio. Y como tampoco no se anuncia nada, el comité de expertos creado ex profeso en el arranque del año para dar seguimiento al proyecto empieza a desmoronarse.

Manuel Ángel Núñez Soto y Federico Patiño están en la nómina de Aeropuertos y Servicios Auxiliares como asesores expertos de dicho comité. El primero, ex gobernador de Hidalgo, lleva la voz política. El segundo, ex director del Fondo Nacional de Infraestructura, la financiera.

Hay un tercer integrante del comité que conoce a la perfección el proyecto. Se trata de Aarón Dychter, ex subsecretario de Transporte con Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. Hoy es el principal consultor externo de la SCT en los proyectos de trenes de pasajeros.

Desde la administración precisamente de Calderón estaba todo dispuesto para anunciarlo. El entonces jefe de la Oficina de la Presidencia, Gerardo Ruiz Mateos, se metió a fondo y avanzó mucho, como fue la compra de unas dos mil 300 hectáreas en la zona de Texcoco.

Se adquirieron vía la Comisión Nacional del Agua. Fue José Luis Luege Tamargo el que inició un megaproyecto de reservación natural y recuperación de esa demarcación, que utilizaría justo al nuevo aeropuerto como muro de contención para impedir el avance de la mancha urbana.

ASA, que dirige Gilberto López Meyer, ha venido trabajando en los últimos meses en el armado del complejo, el cual a su vez es asesorado por Bain & Company que lleva aquí Eduardo Hütt y por McKinsey que encabeza Pablo Ordorica. Pero la batuta la dirige MITRE.

Es este brazo experto en aviación del afamado Tecnológico de Massachusetts el que ha estado cerca de este megaproyecto por lo menos en los últimos tres sexenios. Hoy la SCT, bajo la gestión de Gerardo Ruiz Esparza, analiza otros escenarios alternos a Texcoco.

Planes A, B, C y hasta D

Y es que el gobierno de Peña Nieto no quiere dar un paso en falso. Por ello está elaborando no un Plan B, sino un Plan C y hasta un Plan D, en caso de que los otros se vayan cancelando.

El más importante es ampliar la viabilidad de Toluca para hacerlo realmente alterno al DF.

De hecho en esa tesitura le adelanto que el Tren Intraurbano Ciudad de México-Toluca va a ser estratégico. No se descarta que esta otra megaobra de infraestructura, que costará unos 35 mil millones de pesos, opere como acicate para mantener como tal el actual aeropuerto Benito Juárez.

Con un tren rápido teniendo como punto de partida la terminal aérea capitalina se dispersaría al aeropuerto de Toluca el flujo de pasajeros con destino a otras ciudades, potenciando la desconcentración que ya inició con la reestructuración de slots (tiempos de aterrizaje y despegue).

La terminal de Toluca tiene proyectado construir una segunda pista para habilitar al ciento por ciento la actual a vuelos comerciales. Hoy esa pista en un 70% la utiliza la aviación general y se saturará con la llegada de más vuelos oficiales.

Otro plan que sigue privilegiando el concepto y fomento de un sistema metropolitano aeroportuario, que es hacia donde parece ir el gobierno de Enrique Peña, es la construcción del nuevo aeropuerto de Pachuca, el cual ya fue absorbido por la ciudad capital del estado.

Freno desde la transición

Parece que en el equipo de Enrique Peña Nieto nunca se vio con mucho agrado que al cuarto para las 12 de su salida, el gobierno de Calderón anunciara grandes obras de infraestructura que no concluirá y sí comprometían a la nueva administración.

Lo del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) se frenó desde la etapa de la transición. Fue el propio Videgaray el que pidió al equipo de Ruiz Mateos no anunciar nada y bajarle el perfil a todo lo que la anterior administración había avanzado.

La construcción de la nueva terminal del Valle de México estaba prevista para iniciar en 2016. En una primera etapa tendría una capacidad para 50 millones de personas al año y para 600 mil operaciones anuales. Se contemplaban más de dos pistas.

El proyecto partía de la premisa de que en 2016 el actual AICM quedará saturado. Hoy se efectúan 61 operaciones comerciales por hora, mil operaciones de aviación comercial por día, 365 mil operaciones anuales y hasta 400 mil operaciones totales, incluyendo aviación gubernamental.

El propio ASA considera en estudios internos que ha mandado elaborar que entre 2012 y 2013 es seguro que se presenten eventos de saturación. Eso lo llevó a recomendar a la SCT a restringir, o de plano prohibir la entrada de más vuelos, lo que ya se concretó con los slots.

La noticia no cayó nada bien en Aeroméxico, de Eduardo Tricio; Interjet, de Miguel Alemán; Volaris, de Pedro Aspe; VivaAerobus, de Roberto Alcántara, y Aeromar, de Zvi Katz, porque quedaron limitadas de seguir creciendo operaciones en el DF.

Ya se negaron solicitudes de nuevos itinerarios o rutas con destino a la Ciudad de México. Ahora se propone Toluca, Querétaro, Puebla o Cuernavaca como alternativas. La finalidad es evitar un acelerado colapso del AICM.

Para 2014 o 2015 se movilizarán en la terminal capitalina de 29 a 30 millones de pasajeros al año. El tope de la capacidad está previsto para 2016 con 32 millones. En 2011 se alcanzó un flujo de 27 millones y para este 2013 se esperan 28 millones de personas. Cada año se rompe récord.

Como dato final, vale la pena recordar que el nuevo aeropuerto del DF va a representar una obra de entre 12 y 15 mil millones de dólares y la actual sede pasaría a convertirse en una reserva inmobiliaria de gran valor para desarrolladores de vivienda.

Todo esto, tal cual, lo publicamos así el 26 de julio pasado. A juzgar por lo que dijo esta semana Ruiz Esparza, parecería que la intención del gobierno federal es volver a patear el bote por unos cuantos años, no construir el nuevo esperado aeropuerto y robustecer a Toluca.

 

LA COLUMNA TIEMPO DE NEGOCIOS VOLVERÁ A PUBLICARSE EL MARTES 7 DE ENERO. FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2014.

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