José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

14 Ene, 2014

Los bancos sólo prestarán a quienes tengan RFC

En la Reforma Fiscal viene un dato clave para combatir la enorme economía informal. Se trata de limitar los créditos bancarios a las personas o empresas que tengan un Registro Federal de Contribuyentes. Más claro, sólo habrá préstamos para quienes sí pagan impuestos.

Atienden queja bancaria de informales

La modalidad está siendo afinada por Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Vendrá dentro de la reglamentación secundaria.

Para el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, es la mejor respuesta a la crítica de los banqueros de que no pueden aumentar la penetración de los préstamos, debido a la enorme economía informal, que al no tener historiales crediticios ni pagar ninguna contribución tampoco se les puede prestar.

RFC o SAT, claves para el nuevo financiamiento

De ahí la medida: los bancos sólo prestarán a quienes tengan su RFC o demuestren su relación con el SAT (Servicio de Administración Tributaria).

Claro que la medida busca elevar el costo a los informales y por fin hacerle la vida un poco más fácil a los formales, quienes sí pagan impuestos, pero ven pocos beneficios por hacerlo.

Para el presidente de la Asociación de Bancos de México, Javier Arrigunaga, la falta de financiamiento bancario se debe a varios factores, es un problema multimodal y entre esos problemas para no poder prestar se encuentra la economía informal.

Afinan detalles Hacienda y ABM

La medida aprobada en la Reforma Financiera parece ir en el sentido correcto: apoyar a los formales y hacerle la vida más difícil a los informales.

Ya veremos cómo los bancos y autoridades aterrizan la nueva obligación, pero de entrada, suena interesante y un empujón a favor de formalizarte como empresa o persona física. Son los tipos de mecanismos que necesitamos para ir formalizando a la población.

Limitan gasto corriente en el gobierno

El gasto corriente utilizado para operación y salarios, siempre es un gasto que se debe restringir, limitar y evitar que aumente.

El gasto corriente sirve para la operación. Hasta ahí. Dentro de éste se encuentran, por ejemplo, los salarios de doctores, enfermeras y maestros. Y si bien puede aumentar un poco, dicho aumento en ningún momento debe ser mucho porque es oneroso para estar pagándolo.

De ahí que el gobierno federal no deba elevar el gasto corriente, que en el peor de los casos puede terminar engrosando la nómina del gobierno federal a favor de amigos o conocidos de los gobernantes en turno.

Ante ello, Hacienda terminó proponiendo un cambio fundamental: limitar el crecimiento del gasto corriente.

Aumentará el gasto 2% en 2015

De ahora en adelante, el gasto corriente sólo podrá aumentar 2% en términos reales durante 2015 y 2.5% de 2016 en adelante. No más.

Desde luego, dentro del gobierno federal de Enrique Peña Nieto la noticia va a caer como bomba, porque seguramente algunos funcionarios habían empezado a sacar la billetera pública. Será mejor que la vayan guardando.

Sin duda, la medida de Peña y Videgaray de limitar el gasto corriente es un dato a favor de las finanzas públicas sanas, sobre todo ante la crítica de haber regresado al déficit fiscal, el cual prometen, será temporal y terminarán el sexenio con finanzas equilibradas.

Los límites del gasto corriente quedaron plasmados en la Ley de Presupuestación y Responsabilidad Hacendaria.

Ahorra IMSS por compra consolidada

La duda en el Seguro Social era que al llegar un economista técnico, como José Antonio González, quien se había desempeñado en el diseño de políticas públicas en Hacienda, también podría dar el ancho al frente de una institución tan compleja y llena de operación como es el Seguro Social.

La buena noticia fue que Pepe Toño González sí pudo con el primer gran desafío dentro del Seguro Social, el de encabezar la compra consolidada del sector público de todas las medicinas, o por lo menos de las 20 medicinas más solicitadas en el sistema de salud mexicano.

José Antonio González reunió no sólo al IMSS, sino también al ISSSTE, Sedena, Marina, cinco estados y hospitales de la Secretaría de Salud. En total se hizo una compra consolidada de medicinas enorme, de más de 40 mil millones de pesos, que viene siendo un cuarto de punto porcentual del PIB. Y lo importante: con la compra se logró un ahorro de tres mil 700 millones de pesos, que viene representando alrededor de la construcción de tres hospitales.

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