Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

28 Abr, 2014

Se presagian importantes avances en las reformas estructurales para las próximas semanas

Todo apunta a que las cámaras legislativas federales están logrando descombrar los obstáculos que habían entorpecido avances urgentes en la promulgación de las leyes secundarias necesarias para lograr las importantes reformas estructurales que pintaban infranqueables hace pocas semanas, por divergencias entre los partidos políticos... igual que dentro de ellos, también.

Evidentemente, el camino no ha sido fácil, según nos hemos enterado de los debates legislativos de los que la prensa nacional ha dado cuenta, lo que abona a la impresión de que los ciudadanos estamos formando parte del quehacer de nuestros políticos, que ahora están siendo más efectivos y congruentes.

Eso es especialmente importante, por la necesidad que tenemos los mexicanos de gozar los beneficios de una economía más dinámica y productiva, misma que hasta la fecha no ha respondido con la celeridad que quisiéramos a las reformas constitucionales que hace un año se aprobaron en México.

El año pasado la economía no respondió a las medidas económicas instrumentadas para acelerar los ritmos de crecimiento del PIB, siendo éste de un poco más de 1% anual, cuando por supuesto lo que necesitábamos era algo más cercano a cuatro por ciento.

Ahora estamos informados de que el mundo y su economía están desilusionantemente lejos de lograr esa aspiración.

Europa Occidental, por ejemplo, está muy cerca de una deflación, cuando siempre nos ha sido un elemento promotor de altas tasas de crecimiento de la economía mundial. Por otra parte, también, la República Popular China, el inmenso y poblado país-continente, está registrando niveles de crecimiento mucho más lentos que los mayores ritmos, acusados en las últimas décadas.

Las recientes proyecciones del crecimiento del PIB mexicano, para 2014, son de alrededor de tres por ciento anual. Algunos lo consideran aun más alto, como 3.5%. De ahí la importancia de que se den las reformas estructurales de las leyes secundarias.

El viernes, por ejemplo, se promulgó en el Senado la Ley de Competencia Económica, una de las leyes primas que se necesitaban. Dicha ley dará certeza a consumidores porque eliminará monopolios en el país, como efectivamente lo logrará. México ha sufrido mucho los efectos de los monopolios que han proliferado en la escena productiva en el país. Su existencia ha drenado energía de la economía nacional y perjudicado al consumidor, por mayores precios.

En fechas recientes, el diputado Manlio Fabio Beltrones Rivera, coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, comentaba que pronto formarían comisiones de análisis en telecomunicaciones, competencia económica y en el tema de la próxima ley electoral, y que eso llegará a la Cámara de Diputados por parte del Senado, a fines del mes en curso, para su aprobación de esa Cámara hasta el mes de julio.

El tema energético requerirá 27 cambios en leyes existentes, así como la creación de cinco leyes nuevas. Sin embargo, no obstante los planes y acuerdos llegados entre las bancadas de ambas cámaras federales, pueden surgir cuellos de botella por desacuerdos entre miembros de un mismo partido, como ocurrió la semana pasada en el PAN, cuando se atascaron en el Senado diversos dictámenes de leyes, por falta de acuerdos entre sus senadores, actualmente en plena competencia por el liderazgo de su partido.

Tenemos que recordar que el momento actual es complejo porque se requiere la aprobación de todas las iniciativas bajo consideración en las dos Cámaras.

En la Reforma de Telecomunicaciones, las cosas apenas se están acomodando, y todavía hay mucho debate, aun entre los colegas de un mismo partido; ni se diga entre partidos políticos.

En otro tema, la falta de acuerdos entre panistas tiene atorada la Reforma Político–Electoral en el Senado, lo que indujo al líder de la bancada perredista a advertir que se prendía una alerta roja, ya que si no sale dicha reforma a tiempo, en abril el nuevo INE, Instituto Nacional Electoral, corre el riesgo de estar atado de manos al tener que trabajar con los viejos ordenamientos del IFE.

Ni se diga de la problemática que surgió en el PAN con la inicial estrategia que propuso el senador Javier Lozano Alarcón, presidente de la Comisión de Telecomunicaciones; causó graves conflictos sobre su manejo entre los propios miembros del Senado... pero finalmente se destrabó. Luego también se frenó la Reforma Político–Electoral por una importante diferencia entre panistas y entre partidos políticos.

En todo caso, las cosas caminan. . .

(*) Presidente de la Federación
de Colegios de Economistas
de la República Mexicana, A.C.

@acanovelez

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