Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

3 May, 2014

Reflexiones sobre el Plan Nacional de Infraestructura

Durante la semana se dio a conocer el Programa Nacional de Infraestructura 2014–2018. La visión del gobierno es que este programa junto con las reformas estructurales elevarán el ritmo de crecimiento de la economía en alrededor de dos puntos porcentuales sobre su nivel inercial. La pregunta relevante es: ¿qué hay en el plan que puede apoyar el crecimiento de manera importante?

Para tratar de dar respuesta a esta pregunta hay que analizar diferentes aspectos relacionados con dicho plan.

Empecemos por la visión estratégica. El mensaje oficial es claro en cuanto al propósito de la inversión en infraestructura. Las inversiones pueden ayudar a mejorar la competitividad, a aumentar la productividad y a mejorar los niveles de bienestar social. También puede ser un factor para nivelar el desarrollo entre las regiones del país.

Para lograr que la inversión cumpla con los propósitos mencionados la selección de proyectos y la ejecución se vuelven muy relevantes.

Lo anterior nos lleva a que es importante analizar los sectores a los que se va a destinar la inversión en infraestructura. El ramo con más recursos es el de energía con 50% (Pemex, 42.5% y CFE el resto). Desarrollo agrario, territorial y urbano tiene 24% y en tercer lugar comunicaciones y transportes con 17 por ciento. El restante 9% se destinará a proyectos de los sectores hidráulico, salud y turismo.

Esta repartición sectorial de recursos no difiere mucho de lo que se venía haciendo en años anteriores, con Pemex siendo el principal destino de la inversión.

Si bien las participaciones son relevantes, para tener una mejor perspectiva hay que incluir el monto total. El monto que anunció el gobierno fue de siete millones 750 mil 549  pesos durante cinco años. De esta cantidad aproximadamente 63% será financiado con recursos públicos y 37% con recursos privados.

El monto parece muy importante como proporción del PIB, pero estamos hablando de una mezcla en cuanto al origen de los recursos y de un horizonte de inversión de cinco años. Al llevar el dato global a una base promedio anual de recursos públicos el monto es de 976,569 millones de pesos que es una cifra que es menos espectacular.

Para entender a nivel de datos qué tanto este monto puede ayudar a incrementar el crecimiento hay que tener claro a qué proyectos se destinará la inversión y el monto que se ha venido erogando en proyectos similares en años anteriores.

Haciendo una revisión de algunos de los principales proyectos nos encontramos con que hay muchos conceptos para los que ya se venían destinando recursos, por lo que ésta no es una inversión incremental.

Para el caso de energía-Pemex hay tres proyectos que incluyen a yacimientos en operación y que buscan perforación de más pozos o el mantenimiento, operación  y recuperación de los ya existentes. El monto es de poco menos de 600 mil millones de pesos. Es decir, esta inversión es básicamente para mantener la capacidad operativa actual.

Revisa la lista del resto de los planes, muchos tienen que ver con proyectos de inversión vinculados a la operación actual de la paraestatal.

En este rubro, que es el más importante, no hay evidencia de que la mayoría sean proyectos diferentes.

Para el caso de desarrollo agrario, territorial y urbano el principal rubro por más de 90% del monto de los recursos es para un programa a nivel nacional cuyo propósito es apoyar a los trabajadores del sector formal a que tengan una vivienda digna con un crédito hipotecario.

El plan menciona que deben ser viviendas de calidad, con infraestructura y con servicios básicos. También se busca instrumentar una política que promueva la densificación en las ciudades.

En este rubro se seguirá con la política de construcción de vivienda como actividad que impulse a la economía tal y como se hizo los últimos 12 años.

Para el caso de comunicaciones y transportes la lista incluye proyectos para  continuar mejorando la infraestructura carretera, de puertos y de aeropuertos en los próximos años. Tampoco se identifica el trabajo en esta área algo innovador, sino de continuación.

En resumen, se puede afirmar que el programa es en buena medida una lista de todos los proyectos que se podían incluir y que mantiene la inercia de lo que se venía haciendo. No hay grandes cambios de rumbo y no todo es inversión adicional. El área de vivienda es el ejemplo más claro.

Creo que con estos datos se explica el porqué la reacción de las personas externas al gobierno ha sido tan neutral ante este anuncio.

*Director General del FUNDEF
guillermozamarripa@itam.mx

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube