Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

2 Jun, 2014

Hay preocupación, pero la respuesta es insuficiente

Por primera ocasión en estos 18 meses de gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto mostró su preocupación por el bajo crecimiento económico del país y, ante el Consejo Coordinador Empresarial, anuncio seis medidas concretas para reactivar la economía. Todas están bien, son adecuadas, pero son insuficientes. Ninguna de ellas acelerará el crecimiento económico.

El problema es que los operadores del Presidente, empezando por el que probablemente sea el más importante, Luis Videgaray, hacen exactamente lo contrario a lo que el Presidente de la República dice querer y hacer.

Por lo pronto, ya le dinamitaron su promesa de crecer a cinco por ciento anual, porque los diseños institucionales que se mantienen no garantizan un mayor crecimiento ni a corto ni a mediano plazos.

Y lo más grave es que quieren hacer crecer la economía con recetas que la historia reciente de México ha probado que no funcionan.

La década de bajo crecimiento que ya tiene el país se debe a que el gasto sigue amarrado al interés político de meterle dinero al asistencialismo electorero. Es decir, se gasta para ganar elecciones, para mantener un corporativismo bien maiceado que responda electoralmente.

Hoy, los tecnócratas de Hacienda están asustados porque a pesar de que dicen que hoy se gasta más que el año pasado y que el dinero fluye en tiempo, la economía no reacciona.

Es verdad que se gasta más. Pero es un gasto basado en aumento en la deuda y en una mayor recaudación de impuestos. El gobierno mexicano sigue creyendo que gasta mejor que los consumidores. Y con esa tesis, le quitó poder de compra a los ciudadanos para gastarlo él.

El problema es que cualquier ciudadano es más eficiente para gastar que el gobierno. Y en México se le quitó dinero a los ciudadanos, 125 mil millones de pesos más este año, para que lo gaste el sector público.

Los resultados están a la vista: el gobierno gasta más, el mayor egreso en la historia de México y la economía no reacciona.

Ahora ha surgido una buena excusa: el invierno de Estados Unidos, cuya economía terminó el primer trimestre con un decremento de 1%, debido a la prolongación, a lo profundo y lo extenso del frío.

Y eso sin duda afectó a México, porque las exportaciones de nuestro país se frenaron o, para decirlo de otra manera, se congeló el motor externo de la economía mexicana.

Sin duda, con el verano gringo las exportaciones mexicanas se recuperarán y el crecimiento de los siguientes trimestres no será tan triste como los primeros tres meses del año. Pero no tanto como para conseguir la nueva meta hacendaria de 2.7 por ciento de crecimiento para 2014.

Este poco crecimiento es un problema para todos: hay menos generación de empleos, las ventas no reaccionan, los créditos no fluyen, las inversiones se han frenado.

El gobierno confía mucho en el efecto positivo que traerán las reformas cuyas leyes secundarias aún están en el Congreso, telecomunicaciones y energía; sin embargo, los efectos de dichos cambios se verán en el mediano y largo plazos; es decir, a finales del presente sexenio y siempre y cuando no resulten reformas descafeinadas como muchas de las que se han hecho en México, que son las posibles, pero no las deseables.

Es necesario que se actúe para dinamizar la economía a corto plazo; porque el ahora fabrica las expectativas del mañana y, hoy, muchos mexicanos ven con desaliento su futuro porque su presente es muy difícil.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas

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