Pemex y su esquema fiscal

El paso que se seguirá en cuanto a la nueva formación de Pemex es el esquema fiscal. Tema que, se espera, al interior del Congreso se gestione.

Dado que también entra la CFE, ello requiere de un esquema fiscal que les permita, como a cualquier empresa, tener un remanente de sus utilidades para seguir avanzando.

Es decir, en cuanto a Pemex, alejarla del ordenamiento de “gallina de los huevos de oro”, para darle paso a que sea una empresa rentable, que se vean beneficiados los mexicanos, pero sin retirar todos los recursos como se ha venido haciendo.

Situación que no significará descentralizar a la empresa, pero sí darle herramientas para que se maneje como privada en muchas de sus operaciones.

Situación que junto con la aprobación de las reformas energética y fiscal, podrá traer beneficios inmediatos a México.

Al exterior se ve con buenos ojos la aprobación de dichos cambios estructurales, lo que colocará a México, de nueva cuenta, entre los países de mayor interés para invertir. Vaya que hace falta. No hay que olvidar que hoy el Fondo Monetario Internacional nos ubica en el país número 114 de 140.

Y sin lugar a duda, estos cambios ayudarán a elevar la posición de México frente al mundo. Aunque todas las leyes son perfectibles, en materia fiscal se deberán hacer ajustes en el corto plazo.

No obstante, estos pasos que se dan son por demás importantes. Comenzando por decirle adiós al monopolio en cuanto a petróleo se refiere; después viene la apertura a la iniciativa privada en pro de traer tecnología y recursos para acotar la brecha petrolera y energética. Así como acotar la corrupción, pues aunque muchos dicen que las reformas actuales pueden traer anomalías.

La realidad es que, darle a Pemex herramientas como se hace con cualquier empresa, expondrá también sus manejos y acotará posibilidades de movimientos como el de Oceanografía.

Así que no habrá que perder de vista los pasos que se den en este sentido, pues los avances son grandes, e incluso superaron la metas establecidas por el gobierno de Enrique Peña Nieto. Lo cual es un avance que se debe aprovechar para que en los periodos de sesiones subsecuentes se puedan tocar temas tan importantes como la participación del sindicato en Pemex.

Pues, si bien es cierto, se le eliminaron algunos beneficios, todavía la injerencia que tiene en temas como la contratación de personal, o en algunos casos en contratos de la misma empresa, siguen.

Por lo pronto, los ojos están puestos en las últimas decisiones en torno a las reformas fiscal y energética, en pro de mayor certeza jurídica que permita planeaciones de largo plazo, así como de seguir avanzando en temas que pueden ser perfectibles, en beneficio de incentivar la inversión e incorporar la economía subterránea a la formalidad.