Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

16 Ago, 2014

Asuntos varios

Ahora que ya van terminando las vacaciones escolares, nos armamos de fuerzas y paciencia ante la oleada de tráfico urbano que padeceremos los habitantes de grandes y pequeñas ciudades, de los gastos inherentes a la entrada a clases y el regreso de todos a una cierta rutina. Sin embargo hay asuntos de qué hablar

a.- Reformas estructurales.- Parece que ya se termina este capítulo inédito en México, de manera pacífica (excepto las hordas dizque magisteriales en estados de un deplorable nivel educativo y que repercuten en la pobreza de sus habitantes). Ahora viene su puesta en marcha.

No podemos estar 100% de acuerdo en todo lo que se trató, especialmente en la Reforma Energética y en que se mantengan ciertas prácticas en las relaciones sindicales y contratos colectivos, pero repito que como alguna vez fui ingeniero químico, veo la ineludible necesidad de liberar recursos fiscales para tecnologías avanzadas en petroquímica, la generación de energía y en exploración en vez de usar a Pemex y CFE como caja chica fiscal o para enormes refinerías de dudosa rentabilidad. También me asusta que nuestro petróleo y gas ya no tengan compradores históricos como Estados Unidos, ya que nuestros primos van a ser autosuficientes e incluso exportadores en menos de una década (vayan al sur de Texas a ver lo que ahí sucede) y otros puntos. La nueva reforma no es una panacea, por supuesto, pero quedarse estancados o declinar cómo vamos, sin recursos nuevos y con poco crecimiento económico, es algo peor. Ese es mi sentir.

b.- Salario mínimo.- Nueva “polémica” acerca de si el salario mínimo vigente alcanza a cubrir las necesidades mínimas de bienestar de la población o si se sube por decreto o más bien por razones electorales y un tanto populistas.

Para todos nosotros debe estar claro que un salario mínimo mensual (casi dos mil pesos) es intolerable, injusto y me atrevo a decir peligroso porque puede provocar un estallido social . La persona que pague a su gente por su trabajo esa ínfima cantidad es miope o de una crueldad extrema. Pónganse en el lugar del padre o madre que tiene que mantener a su familia con ese mísero monto. Además, por lo menos en las ciudades medias o grandes metrópolis les aseguro que un mendigo, lavaparabrisas  cuida coches o valet, trabajadora doméstica y, claro está, los ambulantes ganan múltiplos de este salario mensual. No puedo creer que haya personas que sólo perciban ese monto y que no tengan apoyos de varios sueldos familiares, subsidios contra el hambre, pensiones, etcétera, como complemento ya que el país se incendiaría ante el de por sí enorme contraste que tenemos y que haría desaparecer a nuestra clase media. Por lo tanto, usen este dato del salario mínimo  como base para cálculos fiscales, multas, suban o no el salario mínimo sin gran alharaca pero, sobre todo, no cometan el pecado de pagar estos montos miserables a nadie, sino varios múltiplos y así seamos justos e… inteligentes.

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