Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

26 Ago, 2014

A buen entendedor, pocas palabras

Si tengo que juzgar por lo que ayer lunes mostraron los mercados, supongo que la postura que tomó Janet Yellen en la reunión de Jackson Hole le hizo pensar a los participantes que la decisión de subir la tasa de interés de referencia, por parte de la Fed, estará más lejos de lo que muchos presumen como inminente. Es decir, la decisión se ubica en el segundo semestre de 2015, más que en el primero.

Como sea, pero como escribí en la Consejería que usted pudo leer ayer, lo importante es el “por qué”, más que el “cuándo”. Y el “por qué” estaría definido por la solidez de la economía estadunidense, en términos de la recuperación del empleo, su remuneración y el comportamiento de la inflación en función de esto, lo que necesariamente tiene que ver con la productividad de la economía.

Y tener evidencia de lo que con los elementos mencionados está ocurriendo para que se pueda decir que son determinantes del rumbo económico, es algo que requiere un buen tramo de tiempo, datos suficientes y un trabajo de evaluación serio y profundo, que sin duda la Fed puede hacer.

Pero no puede dejarse de lado la postura que tomó el Banco Central Europeo (BCE) en boca de su presidente, Mario Draghi. En el pasado reciente he escrito varias veces la dificultad implícita en la toma de decisiones en el BCE, al tener que empatizar y armonizar las posiciones de todos los países integrantes de la Unión Europea (UE), que tienen al euro como moneda común, lo que tal vez se enmascara por el paso del tiempo y la cantidad de información de la que disponemos sobre Europa, su organización política y económica, así como su desempeño, pero que sin duda es una tarea muy compleja.

Así, llamó la atención que el señor Draghi se acercara a la posición de países como Francia e Italia, que han presionado en la línea de una mayor laxitud de la política monetaria de la región, pero también de la necesidad de una mayor flexibilidad en lo que toca a las reglas fiscales de la UE, cosa que hoy recluta cada vez mayor cantidad de adeptos, de lo que hace evidencia los resultados de las recientes elecciones del parlamento europeo, en donde los partidos de los extremos de izquierda y derecha ganaron el 25% de los escaños, lo que habla del hartazgo de la sociedad por las decisiones de los partidos en el poder, que no han logrado dar respuesta a demandas básicas, como puede ser el empleo y el crecimiento de la economía, lo que tendría que estar muy presente en la mente de nuestros políticos —de todos los colores— de cara a las elecciones del próximo año.

Por tanto, habría que considerar la posibilidad de tener más pronto de lo esperado una posición más relajada de política monetaria del BCE, que de alguna manera equilibre la de la Fed que, independientemente del “cuándo”, tomará la decisión de endurecer su política monetaria. De tal modo, si dos importantes bancos centrales se han pronunciado en la dirección de estar más preocupados por el crecimiento, su estabilidad y duración, cabría pensar que el endurecimiento de la política monetaria no está próxima a endurecida, lo que en contrapartida sugiere que los activos financieros y otros, tendrán una presión de demanda que los hará subir de precio.

Lo anterior no significa que los mercados subirán de forma permanente e ilimitada, pero si mi lectura es correcta, tienen un camino menos complicado que el que se vislumbraba en las semanas recientes, cuando la presencia del tema de la “burbuja” próxima a reventar era cosa cotidiana en los medios de comunicación afines a los temas de esta especie.

A propósito de esto último, tanto el S&P 500, como el IPC mexicano, se acercan a zonas de retorno. Valga decir que el S&P 500 rebasó ayer de manera ligera el nivel de los 2,000 puntos, por primera vez y el IPC hizo lo mismo con su nivel de 45,500 puntos, que en la Consejería del martes 5 de agosto pasado, mencioné como posible objetivo; dije entonces, cuando el IPC rondaba los 44,480 puntos, que había espacio para alcanzar el nivel en el que ahora se encuentra. Me refería a la zona de retorno actual.

Pero una vez más, me siento tranquilo en la idea del orden de los mercados, más allá de la dirección de su trayectoria. El "orden” al que me refiero es que cumplen con algunas reglas básicas de comportamiento técnico, lo que les hace más interpretables. Desde luego puedo estar equivocado, cosa que admito como algo normal. Si es así, corrijo y aviso. Suerte.

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